2 cucharadas de miel 1 huevo grande 2 tazas de harina y un poco para espolvorear en la mesa de trabajo media cucharadita de levadura en polvo 1 cucharadita y media de gengibre molido (puede ser natural rallado) 1 cucharadita de canela molida un cuarto de cucharadita de nuez moscada molida (opcional) una pizca de sal 7 cucharadas de mantequilla sin sal, enfriada y cortada en dados un tercio de taza de azucar (moreno, mascabado o blanca) moldes de galletas decoraciones : grageas de chocolate, perlas, etc. fondant de diferentes colores
Proceso:
1. Separar la yema de clara del huevo y colocar la yema en un bol. 2. Echar la miel en el bol con la yema. Batirlos bien. 3. Tamizar en un recipiente de trabajo, los ingredientes secos: harina, levadura, especias y sal. 4. Agregar la mantequilla poco a poco y amasar poco a poco con las manos para que todos los ingredientes queden bien integrados. 5. Cuando ya no queden grumos, podemos agregar el azúcar y seguir amasando con las manos. 6. Agregamos a esta mezcla el huevo con la miel ya mezcladas. Nos ayudamos con una cuchara de madera. 7. Espolvoreamos la mesa de trabajo con un poco de harina y vamos formando una bola con la masa. La dejaremos enfriar en el nevera entre una a dos horas envuelta en papel transparente. 8. Pasado el tiempo de reposo, con ayuda de un rodillo, vamos amasando y estirando la masa por trozos. 9. Precalentamos el horno a 180 grados Celsius 10. usamos nuestros cortadores y vamos colocando las galletas en la bandeja de horno. 11. Las dejaremos en el horno entre 10 a 12 minutos. 12. Las pasamos a una rejilla o a una bandeja para enfriar. 13. Una vez templadas, las decoramos.
Que disfruten de esta sencilla receta en estas fechas, ya sea con los peques de la casa o con adultos. Divertirse, lo tenemos asegurado.
Panal de miel son las palabras agradables, dulces al alma y salud para los huesos.
Estamos en una época del año que a pesar de las circunstancias, muchas familias preparan la cena navideña con toda la ilusión de ver juntos a sus familiares queridos; pero con todo el ajetreo de estas fechas, olvidamos a quién y qué celebramos.
Jesús Cristo vino a nosotros para traer la salvación, vino para compartir su amor, quitarnos de las tinieblas y traer su dulce luz.
Me encantan los postres navideños y os comparto un postre, dulce…pero no más dulce de que aquél que humildemente vino y quiere endulzar la vida de Todo aquello que en Él cree,¡ Jesús!
Tarta de turrón navideña
Ingredientes de la receta
Para la tarta de turrón:
250 gramos de turrón de chocolate Suchard
350 gramos de nata para montar (o crema para batir) con un 35% de materia grasa
4 hojas de gelatina (6 gramos de gelatina en polvo)
Una cucharada sopera de cacao puro en polvo
Galletas de jengibre
Para la ganache de turrón:
75 gramos de turrón de chocolate Suchard
75 gramos de nata para montar (o crema para batir) con un 35% de materia grasa
Para decorar la tarta:
50 gramos de chocolate fundido
50 gramos de nata para montar (o crema para batir) con un 35% de materia grasa
Una cucharadita de azúcar glas
Turrón de chocolate Suchard
Elaboración de la receta
Comenzamos preparando la ganache de turrón, ya que será la cobertura de nuestra tarta. En un bol juntamos la nata y el turrón troceado, y lo calentamos unos segundos en el microondas. En este punto la nata estará caliente y el chocolate del turrón comenzará a deshacerse. Mezclamos bien para que el chocolate del turrón se integre en la nata y vertemos la ganache resultante en el fondo de un molde rectangular forrado con papel film transparente. Por último reservamos el molde en el congelador mientras continuamos con la receta.
Ahora comenzamos a preparar la mousse de turrón. Para ello ponemos a hidratar las hojas de gelatina en abundante agua fría durante unos 5 minutos. Seguidamente dividimos los 350 gramos de nata en dos partes. En un bol ponemos 200 gramos y lo reservamos en la nevera para que al montarla esté bien fría. En otro bol ponemos los 150 gramos de nata sobrantes y le añadimos 200 gramos de turrón troceado.
Llevamos este bol al microondas, en intervalos cortos de pocos segundos, para que el turrón se derrita. Lo sacamos del microondas y mezclamos bien para que la nata y el turrón se integren. Hecho esto, añadimos e integramos el cacao puro a la mezcla. El cacao lo ponemos para potenciar el sabor a chocolate.
En este punto las hojas de gelatina ya estarán hidratadas. Las sacamos del agua, las escurrimos y las vertemos en la mezcla de nata y turrón que acabamos de preparar. Mezclamos para que las gelatinas se deshagan en esta mezcla, que aún estará caliente. Dejamos que la mezcla se enfríe mientras montamos la nata.
Integrando la gelatina hidratada en la mezcla de nata y turrón
A continuación sacamos el bol con los 200 gramos de nata que habíamos reservado en la nevera y, con la ayuda de unas varillas, la montamos bien. En el momento en el que comiencen a formarse surcos firmes en la nata dejamos de batir y añadimos (sobre esta) la mezcla de turrón, nata y gelatina que hemos preparado anteriormente y que ya estará fría.
Añadiendo la mezcla de nata, turrón y gelatina a la nata montada
Ayudándonos nuevamente de las varillas eléctricas, batimos hasta que todo esté bien integrado y se haya formado nuestra mousse de turrón de chocolate Suchard. Añadimos 50 gramos de turrón troceado y lo integramos en la mousse.
Integrando el turrón troceado en la mousse de turrón
Por último vertemos esta mousse dentro del molde, sobre la ganache de turrón que preparamos al comienzo de la receta.
Poniendo la mousse de turrón en el molde, sobre la ganache de turrón
Extendemos la mousse dentro del molde y sobre ésta colocamos una capa de galletas de jengibre. Tapamos con papel film el molde y reservamos nuestra tarta en la nevera de un día para otro.
Colocando las galletas sobre la mousse de turrón
Tras las horas de reposo desmoldamos nuestra tarta de turrón, volteándola sobre una fuente y ayudándonos del papel film. Por último decoramos la superficie de la tarta con unos hilos de chocolate negro fundido, unos copetes de nata que habremos montado previamente, añadiendo una cucharadita de azúcar glas para endulzarla, y unos trocitos de turrón de chocolate Suchard coronando el postre.
A continuación podéis ver el vídeo en el que se muestra el paso a paso de esta tarta.
¡Dulce Navidad!
Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
75 gramos ó 5 cucharadas de margarina para cocinar, sin sal
50 gramos ó 5 cucharadas de harina de trigo
120 ml de vino blanco seco
1 ½ litro de agua
3 pastillas o cubitos de caldo de carne
Queso parmesano rallado
Hojaldre (opcional)
Sal a gusto
Preparación:
En una sartén colocar la margarina o mantequilla y sofreír las cebollas hasta que estén blandas, espolvorear la harina, echar el vino, el caldo en el agua y revisar la sal. Cocine hasta que esté cremoso. Sirva con queso parmesano espolvoreado. Colocar en un bol para sopa, cubrir con hojaldre, untar la yema de huevo y llevar al horno a dorar.
Esta receta es ideal para que los niños merienden después del cole. Lo preparaba antes de recoger a los niños y cuando entraban en casa y sentían el olor a chocolate caliente corrían a la cocina gritando – ¡Bien! ¡Bizcocho de zanahoria con chocolate!
Ingredientes:
3 zanahorias medianas
3 huevos
½ taza de aceite de oliva
1 ½ taza de azúcar
1 ½ taza de harina de trigo
1 cuchara sopera de levadura Royal
Cobertura:
½ taza de azúcar
3 cucharas de leche
2 cucharas de chocolate en polvo (Colacao)
Fideos de chocolate (opcional)
Preparación: Precalentar el horno. Lavar y pelar a las zanahorias, cortándolas en rodajas. En el vaso de la licuadora poner los huevos, añadir el aceite, la zanahoria y el azúcar en este orden. Batir hasta licuar los ingredientes. En un bol, tamizar la harina y la levadura, verter la mezcla de zanahorias sobre la harina con levadura y mezclar bien. Untar un molde con mantequilla y espolvorearlo con harina, sacudiendo para que caiga la harina sobrante. Verter la masa en el molde y llevar a hornear a 180cº durante 30 a 35 minutos. Al pinchar con un palillo debe de salir limpio. Dejar enfriar por 10 minutos y desmoldarlo sobre un plato. Llevar al fuego una olla con los ingredientes de la cobertura, dejar que hierva para espesar. Verterla caliente sobre el bizcocho, y decorar con los fideos. ¡Qué aproveche!
Esta receta me recuerda mucho a la crianza de mis hijos. Cada día preparábamos el desayuno mi marido y yo mientras los niños se preparaban para ir al cole o al Instituto y cuando terminaban se incorporaban a nosotros en los preparativos. Desayunábamos todos juntos y agradecíamos la noche de descanso y pedíamos por los exámenes y por algún amigo o profesor que pasaba por dificultades. Les abrazábamos y les decíamos a cada uno de ellos «¡Te amo, hijo mío! Nunca te olvides, ¡Eres muy importante para mí!». Buscábamos a cada día infundir en nuestros hijos confianza y certeza de que eran obras primas de un Dios vivo. Estos hábitos demandaban de nosotros disciplina y esfuerzo, pero sabemos que esta actitud ha marcado positivamente nuestra vida y la vida de nuestros hijos, que crecieron con un auto estima y un auto concepto muy equilibrado.
“Instruye al niño en el camino correcto y aun en su vejez no lo abandonará”
¿Nunca os ha pasado que dejáis de hacer una comida por no encontrar la receta perfecta? A mí me ha pasado con la receta de las CROQUETAS.
Unas veces me salía la bechamel demasiado blanda. Era una tortura freírlas, porque el aceite saltaba por todas partes.
Oras, me salía demasiado dura y no era muy agradable comerlas. Ya no quería seguir experimentando, hasta que una amiga me aseguró que ella hacía unas croquetas con una receta que siempre salían bien.
Un día me atreví a intentar probar esta receta «infalible». Fue una sorpresa y una fiesta, para mí y para mi familia también. Por fin había conseguido hacer las croquetas y no era tan difícil.
Quería compartirla con vosotras porque de verdad que sale muy bien. Se pueden hacer de lo que se os ocurra y cuando están formadas con el huevo y pan rallado, se pueden congelar para otro día.
Cuando estaba dándoles forma, pensaba en cómo Dios trabaja conmigo, dándome forma, para poder parecerme más Él.
He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano.
Jeremías 18:6
INGREDIENTES
4 cucharadas soperas de harina, bien llenas
800 ml de leche
Un trocito de cebolla muy picadita.
1 pastilla de caldo o en su lugar sal.
pimienta y nuez moscada al gusto.
Aceite de oliva.
Poner el aceite que cubra el fondo de la cazuela, añadir la cebolla y cuando esté muy pochada, añadir toda la harina. Freír bien la harina porque si no sabrá a crudo. Id añadiendo la leche de poco en poco sin dejar de remover para que no se hagan grumos. Añadir las especias y el pollo en trocitos muy pequeños, o jamón o atún, huevo cocido … todo lo que se os ocurra. Hay que trabajar la masa bastante hasta que espese. Poned la bechamel en una fuente extendida para que se enfríe. Cuando está fría, se hace la forma y se reboza primero con huevo y con pan rallado. Y freír en abundante aceite.
Hola chicas … os dejo con nuestra colaboradora más televisiva, Débora Corazzari … una vez más nos trae una receta rica y fácil, sin dejar de ser sabrosa. ¡A ver cuando nos vienes a visitar a España, Débora! — Mara
8 Medita día y noche el libro de esta ley teniéndolo siempre en tus labios; si obras en todo conforme a lo que se prescribe en él, prosperarás y tendrás éxito en todo cuanto emprendas. 9 Te he mandado que seas fuerte y valiente. No tengas, pues, miedo ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.
Josué 1:8-9
Me gusta mucho este texto que nos ayuda a confiar en Jesús. Él nos dice: “nunca te dejaré”, “tengas siempre esta palabra en tus labios para experimentar éxito”, “seas fuerte y valiente”, “Dios está contigo por dondequiera que vayas” …
Quedaos con una de mis recetas, ideal para el otoño e invierno, acompañada de un té o infusión de hierbas. TARTA DE MANZANA CON COBERTURA CRUJIENTE
Ingredientes para la Masa:
15 gr de levadura biológica
1 cucharita de postre de azúcar
75 ml de leche tibia
1 yema
1 pellizco de sal
250 grs de harina de trigo
125 grs de margarina en trocitos
60 grs de azúcar
Ralladuras de 1 limón
Cómo preparar:
Disolver la levadura en el azúcar, juntar la leche y los demás ingredientes. Trabajar la masa homogénea, dejar reposar por 15 minutos. Abrir en el grosor de 0,5 cm y forrar la fuente de tarta. Reservar.
Relleno:
4 manzanas en cubitos
2 cuchuradas de zumo de limón
1 cucharita de canela en polvo
1 cucharada de ralladura de limón
1 cucharada grande de fécula de maíz
250 grs de azúcar
2 cucharadas grandes de agua (para disolver la fécula de maiz)
Llevar a cocer las manzanas con el azúcar, zumo de limón y canela, mezclando bien todos los ingredientes con una cuchara de madera, hasta que forme una mezcla húmeda. Añadir la fécula y cocer hasta que se forme una masa. Juntar las ralladuras de limón y dejar enfriar.
Cobertura Crujiente:
90 gr de harina de trigo
60 gr de azúcar
70 gr de margarina fría
1 cucharada grande de vainilla
1 cucharada grande de canela en polvo.
Mezclar todo hasta hacer un polvo granulado.
Montar Tarta:
Poner el relleno sobre la base de la tarta, espolvorear con el polvo de cobertura. Llevar al horno pre-calentado hasta que esté dorada. Para servir, puedes espolvorear con un poco de azúcar fino.
Este pan ha sido hecho por Ileana, una de las chicas solidarias que cada viernes viene a Tarjetería Solidaria en Getafe. Estaba ¡rico, rico! Además es sano ¡Hay que probarlo!
Pre calentar el horno a 180°C; engrasar y espolvorear con harina un molde para bizcocho.
Ingredientes secos: mezclaros en un bol grande
1 taza de harina
1 taza de harina integral de trigo
3/4 taza de azúcar moreno
3/4 cucharadita de bicarbonato de sodio
1/2 cucharadita de sal
1 taza de semillas de sésamo (negros y blancos tostados un poco en una sartén sin aceite)
En otro bol mezclar los siguientes ingredientes húmedos:
3 plátanos hechos puré (o 1 1/2 taza)
2 huevos
1/3 taza de aceite de oliva
1/4 taza de yogur natural (o 1/4 taza de kefir)
1 cucharadita de ralladura de limón (o naranja)
Poner los ingredientes húmedos en el bol de los ingredientes secos y mezclar con cuchara de madera hasta combinarlos bien. Poner la mezcla anterior en el molde y cocinar en el horno unos 45 minutos (o hasta que esté dorado y si pinchamos con un cuchillo éste salga limpio). Enfriar 10 minutos y desmoldar sobre la rejilla hasta enfriar completamente. Para el glaseado, solo mezcle azúcar glas con zumo de limón, no use cantidades, lo hace a ojo hasta que quede con una consistencia semi espesa, ir poniendo el zumo poco a poco.
¡A probar!
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Me encanta este risotto. El sabor de la fruta mezclado con el queso de sabor fuerte queda de maravilla.
¡Rico, rico!
No voy a poner medidas pues es el arroz caldoso de toda la vida que solemos hacer a menudo y a nuestra manera, solo que con un toque diferente.
Risotto con Pera y Gorgonzola
Aceite de Oliva
Ajo
Cebolla
Arroz grano redondo
Vino blanco
Caldo de verdura
1 pizca de sal
200gr. de queso gorgonzola cortado en dados pequeños
1 pera cortada en dados
Nata para cocinar (opcional)
2 cucharas de mantequilla
Echamos el aceite en la olla, freímos el ajo y la cebolla, agregamos el arroz y rehogamos un poquitin. Vertemos el vino blanco y esperamos que se evapore el alcohol.
Añade la sal y poco a poco se va agregando el caldo y vamos dándole vueltas siempre sin parar por unos 12 a 15 minutos dependiendo de la cantidad y de su cocina.
Cuando esté al dente, añade la pera y el queso. Si te gusta, añade también un poco de nata para cocinar, dale unas vueltas más y agrega la mantequilla. Mezcla suavemente con la espátula, dándole un par de vueltas.
Vertemos en una fuente y ¡a la mesa!
A mi me gusta espolvorear un poco de queso rallado parmesano por encima.
¡Animaros a probarlo, os sorprenderá!
Hoy he leído un texto de la Biblia que me hizo pensar en el momento de crisis que vivimos nosotros por aquí.
«Tarde o temprano, el malo no quedará impune, pero la descendencia de los justos se salvará… Uno da generosamente y acrecienta su haber, otro ahorra más de la cuenta y acaba en la indigencia… El hombre generoso prosperará, y al que da de beber la saciarán le sed…El que busca ardientemente el bien se gana el favor, pero al que busca el mal, el mal lo alcanzará… El que confía en su riqueza se marchita, pero los justos crecerán como el follaje.»
Proverbios 11:24-27
No hay que preocuparse cuando se tiene un Dios que nos cuida al mínimo detalle en nuestra vida, que nos da promesas de prosperidad en medio a la crisis. Con solo obedecerlo, temerlo y amarlo de todo corazón, nos colma de bendiciones. Así podemos también bendecir a otros que están en dificultad a nuestro alrededor.
¿Lo has probado alguna vez? ¡Es muy rico, lo he hecho varias veces y siempre les encanta a todos! Para que salga bien tienes que formar una capa fina de bizcocho, tocas con el dedo, si está líquido dejas un minuto más en el horno, pero no te pases sino se espesa demasiado y no tendrá el chocolate derretido por dentro. También puedes probar el Coulant de Dr. Oekter. Me sale muy bien, sólo hay que añadir 2 huevos y seguir estrictamente las instrucciones.
Ingredientes:
200 g. de chocolate negro
2 cucharas de mantequilla sin sal
¼ de taza de azúcar
2 cucharas de harina de trigo
2 huevos enteros (quitar la piel de la yema)
2 yemas
4 bolas de helado, fresas o frutos rojos y hojas de menta (opcional)
Preparación:
Precalienta el horno a 180ºC. Funde el chocolate con la mantequilla (al baño María o en el microondas).
Monta los huevos y las yemas con el azúcar hasta duplicar su volumen (se puede mezclar bien sin las varillas, no es imprescindible) y agrega la harina tamizada. Vierte el chocolate fundido y mezcla bien moviendo despacio. Unta con mantequilla 4 moldes individuales (o los de magdalena) y espolvorea con harina. Viertae la mezcla en los moldes, llenándolos hasta la mitad porque van a crecer. Hornea a 180ºC por 7 minutos.
Desmolda caliente, espolvorea con azúcar glas, y ábrelos por la mitad pon la bola de helado y sirve caliente. Yo cuando lo hago, dejo los platos decorados y dejo a los invitados esperar un poquito en la mesa mientras lo preparo, son 10 minutos y se puede oler el delicioso aroma de chocolate caliente, nadie se queja y todos encantados de esperar!
El origen del árbol de Cacao se remonta a 4000 años en las cuencas del Amazonas y del Orinoco. Los Aztecas le atribuían múltiples virtudes como calmar el hambre y la sed, proporcionar sabiduría y curar enfermedades. Para los Mayas simbolizaba vigor físico y longevidad.
El chocolate, aun hoy, es visto como un superalimento, pero solo es un alimento. Pero nosotros somos seres espirituales y necesitamos de alimento espiritual. Jesús se refiere a sí mismo como el verdadero alimento espiritual: “no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4.4), “Yo soy el pan de vida, el que a mí viene nunca pasará hambre y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed” (Juan 6.35).
2 cucharadas soperas de tomate frito (o 10 tomatitos cherry partidos por la mitad)
250 ml de leche de coco (o nata para cocinar)
1 tarrina de queso Filadelfia (250 g)
1 ramita de cilantro
Sal y pimienta rosa de molinillo
MODO DE HACER
1. Con un cuchillo separar la parte superior de la calabaza para que quede en forma de una tapa. Con una cuchara retirar las semillas. Untarla por fuera con aceite. Envolver la calabaza con su tapa en papel aluminio y asar en horno pre calentado a 180º por 1 hora. Pinchar la calabaza con un palillo para verificar si está asada. Horno Microondas: poner la calabaza con su tapa en un plato, cubrir con la tapa de microondas y asar a potencia alta por 20 minutos y con un palillo verificar su cocción. Dejar enfriar.
2. En una sartén con el aceite pochar la cebolla. Añadir las gambas y rehogar por 3 minutos, añadir el zumo de limón, los tomatitos y rehogar por 1 minuto. Añadir la leche de coco, remover, salpimentar y añadir el cilantro picadito. Apagar el fuego
3. Untar la calabaza por dentro con el queso, añadir la crema de gambas, tapar y llevar al horno pre calentado durante 15 minutos para que se caliente. Servir con arroz blanco.
Una virtud especial
El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza… —Gálatas 5:22-23
En su libro Food in Medieval Times [Comidas en la Edad Media], Melitta Adamson escribe sobre los deleites culinarios en la Europa de aquella época. Carne de animales salvajes, pasteles, budines y otras comidas exóticas ilustran el placer creativo de preparar alimentos. Pero con todos estos manjares maravillosos hay un problema: (continuar leyendo)