Hoy quiero hablar contigo sobre el equilibrio. En todo en la vida, lo ideal es tener equilibrio, es decir, no mucho, pero tampoco tan poco. Proverbios nos deja una instrucción increíble sobre esto:
Hijo mío, guárdalo contigo. Sensibilidad y equilibrio, nunca los pierdas de vista; Te traerán vida y serán un adorno para tu cuello. Entonces seguirás tu camino sin peligro y no tropezarás; Cuando te acuestes, no tendrás miedo, y tu sueño será tranquilo.
Proverbios 3:21-24
Estos son algunos de los beneficios de vivir en equilibrio: ¡nos da vida, nos quita el miedo, nos da un sueño tranquilo y nos da seguridad!
En maquillaje no es diferente, tenemos que saber hasta dónde podemos llegar cuando se trata de prepararnos, además de no usar absolutamente nada, tampoco es lo ideal. Esto también nos traerá seguridad y tranquilidad en los desafíos a los que nos enfrentamos a diario.
Hoy quiero darte un consejo sobre cómo deberíamos maquillarnos en los días soleados, para la piscina, la playa… con mucho equilibrio y elegancia.
El primer paso es elegir un protector solar con color, es decir, uno que tenga el mismo tono que tu piel.
Luego, una buena máscara de pestañas impermeable, da preferencia al color marrón… traerá más ligereza,
También se permite un rubor para dar un aspecto saludable
Para terminar de usar un lápiz labial con protector solar.
Espero que los consejos sean útiles para cada una de vosotras. ¡Nos vemos la próxima vez!
Este mes estamos homenajeando una madre mencionada en la Biblia que tuvo gran influencia en la historia de todo un pueblo a través de sus hijos. Si quieres saber más sobre ella, leer nuestra publicación: Jocabed
Tengo tres hijos; una de ellas es una joven adulta (22-26 años). A lo largo de los años he aprendido mucho de lo que he hecho correctamente, pero mucho más por mis errores corregidos. Quisiera compartir algo desde una posición de humildad de quien todavía sigue aprendiendo, pues ser madre dura toda la vida.
1) Cuídate
No puedes cuidar a tus familia si no te cuidas a ti mismo. El «cuidarse» tiene varios ámbitos y todos importantes. Para mí, personalmente, mi bienestar espiritual me impulsiona a ser mejor en las otras áreas. Es importante llenarte para tener suficiente para todos. Es importante cuidar tu salud para que puedas vivir con más calidad y más energía para todos los retos familiares. Eso, sin dejar de considerar, el ejemplo que dejas a tus hijos. También tu vida emocional y mental es importante. Es importante cuidar de cómo «alimentas» tu mente. La Biblia dice que la boca habla de lo que el corazón, está lleno. ¿De qué llenas tu corazón? ¿Qué cuidados tienes con lo que alimentas tu mente? ¿Cómo estás cuidando tu salud?
2) Cuida tu relación en pareja
Muchas mujeres al tener hijos, ponen inmediatamente a su marido en según lugar. Es cierto que hay momentos de crisis quen los que los niños necesitan nuestra total atención, a cualquier edad; sin embargo, ¡qué importante es ser padres juntos, llegar a un acuerdo en cuanto a normas familiares de respeto y consideración! Mi marido ha sido mi apoyo incondicional, incluso diciéndome la verdad cuando me he equivocado. Esto es amor, ayudarse mutuamente, pues no existen personas perfectas. Este es un trabajo en equipo y sois, juntos, padres. Aparta tiempo para charlar, hablar y estar solos. Haz planes sin los hijos cuando sea posible. Tomad decisiones juntos.
3) Sé ejemplo
«Haz lo que te digo, pero no hagas lo que hago» no funciona con nuestros hijos. Nuestro ejemplo, aún sin palabras habla mucho más alto que nuestros sermones llenos de buenos conceptos. Debemos actuar como queremos que nuestros hijos actúen. Si le decimos que no mientan, pero lo hacemos de vez en cuando, ellos aprenderán que está bien mentir en algunas situaciones. Esto es cierto en todas las áreas. Mira cómo te comportas, pues hay dos ojitos aprendiendo de cada acción tuya, sea buena o mala.
4) Sé transparente
La comunicación es muy importante en la familia y ser transparente, o sea, ser real con mis aciertos y errores me han ayudado a recibir el respeto de mis hijos. Hoy puedo decir que saben que no soy perfecta pero que les quiero y trabajo para el bienestar de ellos. Muchos nos escondemos detrás de una fachada y no nos damos cuenta que ellos pueden vernos como somos claramente. Nos engañamos a nosotros mismos. Ser yo misma me ha ayudado a tener una comunicación fluída con mis hijos cuando eran adolescentes, cuando pasaban por la fase de «que nadie les entiende». Creo que vieron que podían confiar pues no les iba a juzgar, pues no me veía perfecta.
5) Sé humilde
Quizás este tema va en conjunto con el anterior. Yo nunca pensé dos veces en pedir perdón cuando me he equivocado. No digo que haya sido fácil llegar a la conclusión de estar equivocada, muchas veces he necesitado a mi marido para verlo. Sin embargo, una vez llegada a tal conclusión, les llamaba a un lugar privado y les pedía perdón. Esto también ha ayudado mucho a que el rencor no estuviera presente en nuestra relación. Estos sentimientos negativos son barreras en las relaciones de padres e hijos.
6) Sé autoridad
«Tus hijos no necesitan a una amiga, necesitan a una madre». Este refrán tiene cierta verdad. No quiere decir que la relación no pueda ser amistosa con momentos de complicidad, pero los hijos necesitan parámetros. Mientras van creciendo las libertades van aumentando pero no les estamos beneficiando en nada cuando les dejamos dar riendas sueltas a comportamientos inaceptables. Tienen que saber quien «manda» y quien tiene la última palabra. Al contrario de lo que muchos pueden pensar, esto les da seguridad. Saben que en la vida hay límites y que hay que respetarlos en todos los ámbitos. Es importante que aprendan a tener respeto a las autoridades, para cuando sean adultos y profesionales. Así es el mundo y nuestro hogar es el taller en el cual forjamos su carácter.
7) Sé buena oyente
Para las mamás más parlanchinas como yo, eso puede ser un gran problema. Es importante que aprendamos a escuchar, en especial cuando ellos quieren hablar. Dependiendo del carácter del niño, sea más exclusivo en lo que quiere compartir. Así que, en estos momentos de oro en los que quieren hablar, deja todo lo que estés haciendo y escucha. Es importante no dar opiniones precipitadas sino solo escuchar. Quizás tu opinión puede esperar otro momento más oportuno. No desperdicies estos momentos en los que tu hijo quiere hablar y entra poco a poco en su mundo escuchando y aprendiendo todo lo que pasa en su mente.
8) Refrena tu lengua
Eso va en conjunto con el anterior. Las mamás tenemos muchas opiniones sobre todo. Muchas veces juzgamos todo a luz de nuestra propia experiencia. Cuando hay algo que nos parece que no está bien, sería bueno contar hasta 10. A mi, personalmente, me sirve mucho escuchar, hablar con mi marido sobre el asunto y sobre todo, hablar con Dios. Hay muchas veces que no sé lo que decir o hacer. Aplico muy seriamente lo que dice la Biblia: «Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.» Santiago 1:5. Dios nos puede ayudar en este difícil trabajo de orientar a nuestros hijos.
9) Acuérdate que fuiste joven
Nuestros hijos van creciendo pero carecen de experiencia de vida. A mi me ayuda a pensar en ello, recordando cuando yo era joven para tratar de no cometer los mismos errores de mis padres. Por más buenos que hayn sido nuestros padres, seguramente no han sido perfectos. Es importante pensar en nuestra experiencia de vida, recordarnos cómo nos sentíamos y cómo se portaron nuestros padres, como buenos o malos ejemplos. Siempre tuve mucha gratitud por mis padres, y aunque he cometido mis propios errores, he tratado de no reproducir los suyos.
10) Ama sin condiciones
En la Biblia, el sabio Rey Salomón dice que para todo hay un momento oportuno. En ocasiones, todo lo que nuestros hijos necesitan es ser amados. Habrá momentos cuando se hayan equivocado, o hecho malas elecciones, o tomado rumbos destructores. No necesitan ser juzgados pues el mundo ya lo hace y a veces tienen que vivir con las consecuencias de sus equivocaciones. De nosotros, necesitan el amor incondicional, el amor que ignora el error. No estaremos apoyando o amando sus errores, pero amándolos. Así hace Dios con nosotros. Os invito a leer 1 Corintios 13.
Espero que estas sugerencias desde mi propia experiencia os pueda inspirar a hacer algunos cambios positivos y que os puedan ayudar a ser las madres que deseáis ser.
No te olvides que tu hijo es un regalo que Dios te ha encargado:
3 Son los hijos herencia que da el Señor, son los descendientes una recompensa. 4 Como flechas en la mano del guerrero, son los hijos que en la juventud se tienen. 5 ¡Feliz quien llena con ellas su aljaba! No será humillado si se enfrenta al adversario en la puerta de la ciudad.
La mujer inspiradora de este mes es Lidia, sin duda una mujer multitarea que le encantaba servir al prójimo. Yo misma me identifico con su perfil, siempre quiero hacer muchas cosas y aceptar nuevos desafíos, ¡aunque todavía tengo mucho que mejorar! Una cosa que me ha ayudado en los últimos años, fue tener implementado en mi vida una herramienta llamada GTD, que significa “Getting Things Done” (Resolviendo las cosas). En el español el título del libro fue adaptado para “Organízate con eficacia”. Dejo aquí la imagen de la portada del libro, que se encuentra fácilmente en Amazon u otras librerías:
Os recomiendo muchísimo este libro, y puedo decir, me ha cambiado la vida en lo que se refiere a organización y administración del tiempo. A continuación os cuento de una manera muy resumida cómo funciona esta metodología, que tiene 5 pasos:
Recopilar
Tomar nota de todo lo que te acuerdas que tienes que hacer o de lo que está preocupándote, desde las tareas más sencillas hasta las más complejas. Coge también papeles de tu bolso, de tu mesa de trabajo, mensajes en el móvil, correos electrónicos, correspondencias, todo lo que pueda requerir alguna acción.
Procesar
Analiza cada tarea, una por una. Si es una tarea sencilla que puedes hacerla en menos de 2 minutos, hágala ahora y líbrate de esta preocupación. Si no es el caso, haga preguntas a cada tarea, como: ¿Yo misma tengo que hacerla, o puedo delegar a alguien? ¿Esto demanda alguna acción? ¿Hasta cuándo tengo que hacerla? ¿Esto es una información útil para mí?
Organizar
Organiza cada tarea en listas como: casa, trabajo, calle, etc. La idea de cada una de estas listas es aprovechar el tiempo cuando estás en estos lugares o situaciones y hacer todo lo que se pueda. Por ejemplo: en tu lista “calle”, puedes poner todo lo que puedes hacer cuando salgas de tu casa, como comprar algo en el supermercado o farmacia. Puedes tener una lista también de “próximas acciones”, que son las cosas que se pueden hacer en cualquier lugar o por tu móvil. Las tareas con fecha determinada deben ser puestas en tu calendario. Hay tareas que muchas veces hacen parte de un proyecto, entonces puedes tener una lista de proyectos para mirar para acordarte del próximo paso que tienes que tomar para cada uno de ellos.
Un punto importante al poner tus tareas en las listas, es simplificarlas lo máximo posible. Por ejemplo: “Tengo que organizar la fiesta de cumpleaños de mi hijo”, organizar un fiesta tiene muchos detalles y cosas que hacer, entonces haga la pregunta: “¿cuál es la próxima acción para tener la fiesta organizada?” La próxima acción podría ser por ejemplo “definir la lista de invitados”, porque con esta lista en manos serás capaz de determinar el menú, las cantidades, el lugar, etc.
Muchas cosas también que no necesitan acción en el momento, pero es una información que puede servir para el futuro, guárdalas en carpetas de acuerdo con el tema para que las consulte cuando necesario.
Revisar
Tus listas deben estar a tu mano fácilmente, sea en un cuaderno, agenda o aplicación de móvil. Diariamente debes mirarlas y una vez a la semana revisar todo lo que tengas apuntado.
Hacer
Con todas tus ideas organizadas y nada más para preocuparte de momento, puedes dar inicio a tus tareas una por una, de acuerdo con tus listas que llevan en cuenta el lugar donde estás y tus posibilidades de hacerlo.
Es importante decir que la implementación del sistema GTD en tu vida lleva tiempo y dedicación al inicio, pero después de un tiempo te acostumbras y ya hace parte de la manera de organizarte, ¡es fenomenal! En la Biblia hay un versículo que habla de organización, de planificar las cosas antes de hacerlas:
“Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?” Lucas 14:28
Para mi este principio es divino, aunque muchas cosas en nuestras vidas no se pueden prever y muchas veces nuestros planes son cambiados, está en nuestras manos la organización de nuestro tiempo y tareas, para vivir mejor y servir al prójimo con salud y menos estrés.
¡Hola amigas! Este mes estamos aprendiendo sobre la juez o la jueza Débora (dependerá del país de donde nos leas, uno u otro término está más generalizado en su uso; ambos son correctos). Esta mujer aparece en el Antiguo Testamento, más específicamente en los capítulos 4 y 5 de libro de Jueces. Se menciona que era mujer de Lapidot y con dos rasgos profundamente marcados por su dependencia de Dios; profetisa y juez de la mano de Dios. Lo primero que nos llama la atención “¡Fue la única jueza en la antigua nación de Israel!”. Por lo cual, sus principales labores consistían en Impartir justicia, juicio, consejo de parte de Dios. Todos estos actos los desarrolló durante cuarenta años; en los cuales la paz de Israel con los otros pueblos fue evidente.
El acto más relevante que se nos describe se enmarca dentro de su determinación de prometer la victoria ante el enemigo Sísara; ya que vivían en una época de guerras entre diferentes pueblos.. Débora solicita la presencia de Barac; pero éste pide a Débora que le acompañase al frente. Y ¿sabes qué? Débora accede por la salvación del pueblo de Israel (Jueces 4:8-10). Tras la batalla, el pueblo de Israel resulta victorioso y en tributo, agradecimiento por las bendiciones recibidas; alabanza y honor a Dios, Débora y Barac escriben un cántico (Jueces 5).
De estos relatos, podemos extraer las siguientes características de Débora:
Como portadora del don de Dios de ser su profetisa de Dios, amaba invertir tiempo en intimidad con Dios para oírle claramente y poder obedecer en fe..
Como juez, debía aportar consejo y soluciones en toma de decisiones correctas que agradaran a Dios, lo cual provenía de su dependencia de la voluntad de Dios.
Como intercesora, aconsejaba y dirigía al pueblo para que cumplieran con Dios.
Como líder, su liderazgo estaba centrado y basado en glorificar y honrar el nombre de Dios.
El reto que recibió fue muy grande porque quizás no tenía entrenamiento para la guerra; lo que demostró su fe inquebrantable, su valentía y fortaleza en Dios.
Compuso un cántico triunfal y esplendoroso como recordatorio de su victoria en la batalla bajo la dirección de Dios.
Por lo tanto, algunas de las reflexiones sobre Débora y que podemos tomar en consideración para ponerlas en práctica en nuestra vida diaria, podrían ser que:
Si alguna de nosotras pensáramos en este tipo de situaciones por decidir, quizás nos veríamos bloqueadas, no veríamos la oportunidad clara; pero la inconmensurable fe de Débora la hacía depender totalmente de Dios para esa toma de decisiones y esas resoluciones que debía proporcionar al pueblo de Israel.
El trabajo en equipo nos puede proporcionar mejores resultados; ya que trabajó en equipo junto con Barac, quien debía gobernar las tropas.
Una mujer valiente, decidida, de empuje, ejemplo de cómo funciona la fe.
Así que amigas, el mayor ejemplo o virtud que podemos aprender de Débora es su relación de intimidad y dependencia de Dios para cumplir sus propósitos y desear con vehemencia querer honrar a Dios con nuestras vidas y pensamientos.
No sabemos mucho sobre su vida, pero su testimonio nos dejó un gran ejemplo y legado que perdura en el tiempo.
En la Biblia, encontramos su historia en el libro de los Hechos 9: 36-42. El relato es muy corto, pero su testimonio fue muy impactante y poderoso para toda la comunidad.
Su nombre «Tabita” en hebreo, significa “gacela” que es símbolo de belleza. Vivía en Jope lo que hoy conocemos como Tel-Aviv, una ciudad portuaria.
Lo más destacado de Dorcas, es que se le llamó “discípula”. Ella conoció a Jesús y su vida fue transformada- Su corazón derramaba misericordia y compasión; su misión era sobre abundar en buenas obras.
En la sociedad hebrea del primer siglo, tenemos que destacar que las mujeres viudas necesitaban ser ayudadas y sostenidas porque estaban completamente desprotegidas. Las mujeres no trabajaban fuera del hogar, sino dependían completamente del hombre para su sustento. Dorcas vio la necesidad de estas mujeres, y buscó la forma de ayudarlas con lo que ella sabía hacer.
De profesión costurera, usó su talento para hacer túnicas y vestidos a estas mujeres; a las más necesitadas, por un lado, les proporcionaba dignidad y por otro atendía su necesidad espiritual.
Dorcas fue una mujer de firmes convicciones, se centró en lo que ella podía aportar y tuvo como objetivo, ayudar a estas mujeres en su difícil situación y darles un motivo para seguir adelante. Por medio de la costura, puso su tiempo en las manos de Dios y a través de su labor de hilar, confeccionar, coser… les hablaba de lo que para ella era lo más importante JESUS.
Quizá estemos acostumbradas en nuestra época a pensar que las cosas se hacen bastante rápido, pero en el tiempo de Dorcas, confeccionar un vestido podía llevar mucho tiempo, horas trabajando, y en este tiempo Dorcas consiguió tener un ambiente íntimo, de consuelo derramando compasión, escuchando sus dificultades, y puedo imaginar intercediendo las unas por las otras, llorando cuando sentían tristeza y riendo cuando estaban alegres.
De igual manera en nuestra sociedad, podemos encontrar maneras de llegar a otras personas a través distintas formas, según los dones que Dios nos da a cada una; siempre podemos encontrar oportunidades de ayudar a los demás. Dios no demanda de nosotros lo que no somos, solo nos pide un corazón humilde y amor hacia los demás, el resultado es obra del Espíritu Santo.
La Palabra nos dice que Dorcas enfermó y murió. Este hecho impactó a toda la comunidad y a tantas mujeres que ella había ayudado que acudieron a su despedida con gran dolor y tristeza. La muerte de Dorcas fue una pérdida muy grande para estas mujeres. La Palabra dice que todas mostraron a Pedro (que asistió a su funeral) sus túnicas como símbolo de agradecimiento. ¡Cuánto bien hizo a todas ellas! ¡Cuán agradecidas estaban!
Dios hizo un milagro a través de Pedro, el oró y Dorcas resucitó. Me toca el corazón pensar que Dios quiere usarnos a todos por igual. El testimonio de una humilde costurera llevó a los pies de Jesús a muchas personas y el milagro de su resurrección fue un testimonio de poder impactante para la ciudad de Jope. Todas podemos ser Dorcas allí donde estamos; no importan nuestros talentos, Dios tiene un lugar para cada una de nosotras.
¡Qué gran impacto tuvo Dorcas en su comunidad solo compartiendo la gracia que Dios se le había dado a ella!
¡Qué gran ejemplo para nosotras de obediencia, amor y misericordia hacia los demás!
Doy gracias a Dios por tantas Dorcas que Dios pone en mi camino, y le pido que nos ayude a contagiarnos de ese corazón de amor y misericordia que sólo Jesús puede darnos.
Gloria
Mi nombre es Gloria Bayo, nací en Barcelona hace ya unos cuantos añitos…
Desde muy pequeña sentí el cuidado de Dios en mi vida. Mis padres me enseñaron el amor de Dios y temprano le conocí de forma personal, y hasta el día de hoy que me acompaña siempre.
En el transcurso de mi vida, junto con mi esposo Daniel y mis dos hijos Laura y Roger hemos tenido que afrontar retos, cambios de ciudad donde vivir… pero siempre hemos podido ver y experimentar la guía de Dios y su fidelidad hacia nosotros.
Asistimos a la iglesia El Shaday y colaboramos en Misión Urbana.
Doy gracias a Dios por el privilegio de servirle en este proyecto de amor hacia los demás y en especial ayudando a mujeres y niños con necesidades. Cuando veo el ejemplo de mujeres como Dorcas, en servicio, misericordia, humildad y amor me inspira a seguir adelante ayudando junto con mis compañeros a llevar el mensaje, la buena nueva de Jesús a otras personas.
En mi tiempo libre, me gusta al igual que Dorcas, coser. Soy una aficionada al Patchwork, pero me gusta preparar proyectos pensando en las personas a quien se lo voy a regalar, sencillos, imperfectos pero hechos con amor.
Doy gracias a Dios porque es El que me impulsa a servirle.
Artículo publicado por Iva en caminandojuntoael.com
¡Hola hola!
Estamos en pleno estreno del 2022 y qué mejor que hacerlo con un regalo. Hoy os traigo un descargable gratuito para que lo imprimáis y lo utilicéis para cultivar vuestra relación con Dios a través de una vida de oración diaria. Y es que el año nuevo siempre nos habla de nuevos comienzos y de retomar aquello que tal vez teníamos un poco dejado. Pero entre todas las cosas, no hay mejor resolución y objetivo que profundizar en nuestra relación con Dios a través de la lectura diaria de la Palabra y la oración, por nosotros y por los demás.
Hay misterios bíblicos, por decirlo de alguna manera, que nunca podremos entender a cabalidad. Y el versículo 23, del capítulo uno de Mateo, es uno de ellos: «¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel, que significa “Dios está con nosotros”».
Aunque la mayor parte de las noticias que llegan a las primeras planas de los periódicos son historias tristes, horrendas o por lo menos sensacionales, en el plano personal no nos gusta recibir noticias malas, ni tristes.
En junio di a luz a nuestro cuarto hijo. Cada vez que tengo un bebé, es como si hubiera pulsado un gran botón rojo de "restablecer", o “reset”, en mi vida.
Todo debe empezar de nuevo y debo aceptar que las limitaciones de mi pequeño recién nacido son ahora mis limitaciones. Esto es frustrante, pero no necesariamente malo. Una de las cosas maravillosas de estar sentada amamantando a un recién nacido es que puede darle mucho tiempo para leer y reevaluar cómo está tratando a tu hogar, tu matrimonio y a sus hijos mayores. En resumen, la etapa del recién nacido puede ser un buen momento para el crecimiento personal.
Leí un libro sobre el desorden y la organización del hogar esta semana mientras amamantaba al bebé. Me dio la inspiración para limpiar toda la ropa en mis armarios y cajones (cuando el bebé esté durmiendo, por supuesto). Tirar las cosas fue doloroso. No me gustó tener que revisar todas las cosas viejas que solía usar y para las cuales ya no tengo utilidad. Pero después, cuando reorganicé la ropa de mi armario, se veía tan bonita y limpia que sentí como si me hubieran quitado un peso de cinco kilos de la mente.
No fue tan difícil para mí tirar la ropa que ya no utilizo en mi armario, pero hay otras cosas inútiles en mi vida que no tengo el poder de tirar por mí mismo. Oro una oración especial cuando empiezo a preguntarme si mi corazón necesita ser ordenado. Es del libro de los Salmos en la Biblia. El Salmo 51:10 dice: "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu firme dentro de mí".
No puedo deshacerme de mis viejos enojos, viejos pensamientos pecaminosos o viejas amarguras por mí mismo. Pero cuando oro, Jesús me ayuda a ordenar mi corazón. Él me ayuda a dejar ir las cosas viejas, y cuando finalmente se me quitan las cargas, me siento alegre y en paz, como un niño que finalmente logra quitarse una mochila pesada llena de libros de texto.
Estoy agradecida por mi nuevo bebé y por la nueva temporada de crecimiento personal que estoy atravesando en este momento. ¿Cómo estás creciendo y adaptándote a la temporada que atraviesas?
Esta frase que aparece en “Kelly’s Treehouse” significa en español: ¿No es irónico…? Ignoramos a aquellos que nos quieren o que nos necesitan, queremos a aquellos que nos ignoran; amamos a aquellos que nos hacen daño y hacemos daño a aquellos a los que amamos.
Empecé a reflexionar sobre los hábitos o actitudes que a veces tomamos y lo expresamos con un sinnúmero de excusas. Entre las cuales están: “no tengo tiempo”, “él/ella sabe que le quiero”, “es que no hay derecho que me haga esto o aquello”, “ya no le quiero más; ahora he encontrado el verdadero amor”, “ ha sido un malentendido”, “lo está /lo estoy pasando mal, por eso reacciona así”, etc. Cuántas más excusas nos pueden venir a la cabeza en estos momentos…
Por supuesto, en cualquier momento, nos puede acontecer un suceso o experiencia que no esperábamos o deseábamos y pasa por nuestra cabeza alguna de esas frases y hasta la llegamos a expresar en voz alta. Somos humanos. No somos perfectas. No obstante, cada día estamos en nuestro camino de renovación para que seamos un testigo fiel de la obra del Señor Jesucristo en nuestras vidas.
Quizás muchas veces el primer paso para restaurar ese daño, esa contradicción en nuestro pensamiento o reacción, esa costumbre que nos está resultando difícil erradicar, sea dar pequeños pasos de cambio en nuestra mente. Que no nos de miedo dar el primer paso. Por ejemplo, busquemos sentir y tener paz cada vez que vayamos a reaccionar ante cualquier situación. Busquemos poder trasmitir seguridad, tranquilidad y paz a las personas con las que nos relacionamos cada día. Aunque podemos pensar ¿Dónde voy a encontrar paz? ¿A quién debo acudir para buscar paz? Puede parecer difícil o simple, pero las palabras del Señor Jesucristo en el Evangelio de San Juan 14: 27 nos ofrecen la invitación total para encontrar la paz que necesitamos. Aquí pueden ver una imagen que encontré en Internet con ese versículo.
También San Pablo en su primera carta a los Tesalonicenses 5: 15 nos insta a actuar de una manera que puede parecernos un sacrificio. Revisemos esta imagen de DailyVerses.Net
Amigas, demos el primer paso. Marquemos la diferencia para que este mundo que nos rodea sea cada vez mejor. Podemos pensar que mi pequeño cambio, no va a contribuir demasiado. Pero ¿quién ha dicho que sea fácil? Mi pequeño granito de arena en un futuro cercano o lejano será recompensado; de ese modo, el respeto y amor mutuos dejarán de ser utopía y el amor al prójimo sea una verdadera realidad.