
Este mes, nos centramos en la vida de María Magdalena. Una de las cosas que la Biblia nos cuenta acerca de su vida es que ella, junto con otras mujeres, fueron al sepulcro de Jesús para llevar esencias aromáticas.
“Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle.” Marcos 16:1
Los judíos de aquella época solían envolver a sus muertos en telas y depositaban grandes cantidades de perfumes y especias para neutralizar los olores de descomposición. Este cuidado del cuerpo era una demostración de cariño y amor. Como recompensa de esta actitud, María Magdalena tuvo el gran privilegio de ser una de las primeras personas en ver al Cristo resucitado.
Como María Magdalena, busquemos amar a Jesús a punto de querer ser los primeros a entregarle lo mejor que tenemos.
Hablando de perfumes y especias, quiero dejar aquí 3 ejemplos de esencias o aceites esenciales que tienen efectos muy beneficiosos para nuestra salud y bienestar:
Lavanda – relajante, reduce ansiedad y estrese, mejora el sueño, alivia picores y alergias en la piel.

Limón (así como otros aromas cítricos) – aumenta concentración, mejora el estado de ánimo y energiza. Détox natural y limpieza del organismo.

Menta – refrescante, ayuda a promover una función respiratoria saludable, anima los sentidos y promueve una sensación de energía.

Estos son solo algunos ejemplos, hay muchos más tipos de aceites esenciales que sirven para diversas funciones. Es importante acordar que debemos buscar aceites que sean puros y de buena calidad, por ejemplo, recomiendo dōTerra. Ya he tenido la oportunidad de probarlos y me gustaron muchísimo.
“Más él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron.” Marcos 16:6
Marília