«La crianza cria al hijo pero forma al padre”
Pr Héctor Salcedo
Algo que me ha quedado claro es que he el trabajo de la crianza se inicia en uno mismo. Es un trabajo arduo especialmente porque pone en evidencia una cosa que sabemos, pero que se vuelve muy real cuando estamos criando a nuestros hijos: Nos equivocamos.
La biblia dice que “todos fallamos mucho” (Santiago 3:2)
Con estos ojos, podemos ver a nuestros hijos y a nosotros mismos como una obra en construcción que necesita de gracia y perdón continuo.
Una cosa que solemos pasar por alto es que el entrenamiento en la crianza es diferente a la corrección.
Al enseñar y entrenar, nos aseguramos que nuestros hijos no fallan por motivos de ignorancia sobre un aspecto en particular. Esto hace que muchos malos ratos se puedan evitar al estar ya capacitados para actuar en determinarlas circunstancias. Minimizamos la tensión en ellos y en nosotros y optimizamos las probabilidades de que actúen de acuerdo a lo que han aprendido.
La Biblia nos enseña a enseñar a nuestros hijos en todo momento.
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Deuteronomio 6:5-7
Esto es, no solo cuando estén haciendo algo inapropiado o indebido. De hecho, el entrenamiento es básicamente inefectivo cuando se hace durante un momento de tensión. Esto es porque, mientras se desarrolla el lóbulo frontal del cerebro, los niños responden a los estímulos con las partes del cerebro más primarias (el sistema limbico) con muy baja o nula modulación.
¿Cómo puedo entrenar a mi hijo?
- Observar en que circunstancias o situaciones típicamente sucede el mal comportamiento.
- Preparar al niño antes de enfrentarse a la situación enfatizando el comportamiento deseado. Recordar mientras menos palabras usemos, más efectivo.
- Pedir que repitan la instrucción recibida para verificar que ha llegado el mensaje adecuadamente.
- Tomar algunos minutos al día para practicar las destrezas básicas, estrategias en un momento de baja tensión. Esto debe verse como un ensayo.
- Leer juntos un libro que trate este tema
- Mientras ellos ganan la destreza en el comportamiento deseado es posible que necesiten asistencia del un adulto. Las instrucciones verbales deben ir acompañadas de asistencia física.
- APROVECHAR el momento antes de ir a la cama. Haz un esfuerzo por pensar en cómo conectar con tu hijo cuando las luces están apagadas y los ánimos están calmados.
- En última instancia, es importante recordar que nuestros hijos al igual que nosotros, tienen un corazón que tiende a la desobediencia. Por esto, extendemos hacia ellos la misma gracia que Dios nos muestra a nosotros en nuestro pecado, esperando que con nuestro ejemplo ellos puedan también conocer al Dios de toda gracia.