Crecimiento Espiritual, Crecimiento Personal, Familia

Edurne Mencia: ser antes que hacer

Mi esposo salió ayer a un viaje a la selva con un grupo de hermanos. Algunos de ellos llegaron desde Argentina para ver “en directo” el ministerio que se está haciendo entre los indígenas de la selva de Venezuela. Y uno de ellos compartió algo que me ha dado que pensar:

Ser antes que hacer.

Los cristianos comprometidos con la obra de Cristo estamos siempre ocupados en hacer. Soñamos y oramos por hacer cosas grandes para Dios, en hacer un impacto a nuestro alrededor, en conseguir las metas que nos hemos trazado en nuestro servicio al Señor.
Ministerio. Servicio. Hacer.

Pero, muchas veces, nos olvidamos del ser. Nos olvidamos de que antes de hacer cosas para Dios tenemos que ser discípulos. Tenemos que ser adoradores. Tenemos que ser estudiosos de la Palabra. Tenemos que ser parte de una relación entre nosotras y Dios.

Comunión. Adoración. Ser.

La única manera de tener un ministerio efectivo es siendo. Ser antes que hacer.
Mis hijos están acostumbrados a vernos hacer muchas cosas, a servir a Dios de muchas maneras y de hacer ministerio hasta el agotamiento. Tienen en casa un ejemplo continuo de trabajo para el Reino y estoy muy contenta por eso. Creo que es algo que está forjando su carácter y les está dando una idea clara y práctica de cómo ser adultos que aman y sirven a Dios.

Pero me puse a pensar si también están recibiendo de nosotros la instrucción en el “ser”. ¿Estamos siendo ejemplos en comunión? ¿Estamos siendo ejemplos en nuestro tiempo de oración, de alabanza y de estudio de la Palabra de Dios? ¿Estamos enseñándoles a ser discípulos como lo más importante de todo?

No siempre. No de manera constante ni intencional al menos.

¿Cómo ayudarlos a entender que “ser” siempre tiene que venir antes que “hacer”? ¿Qué disciplinas espirituales necesitamos enseñarles y, sobre todo, en qué aspectos de nuestra relación con Dios debemos ser ejemplo a nuestros hijos? ¿De qué manera lo hacemos?

Oración

Desarrollar la disciplina de la oración lleva tiempo y esfuerzo. Lo primero que tienes que enseñarles es que no hay oraciones “correctas” o “incorrectas”. Orar no es nada más que hablar con Dios. Ayúdalos a entender que pueden hablar con Él de cualquier cosa: preocupaciones, cosas que les gustan, cosas que no les gustan, peticiones, acciones de gracias… Enséñales a orar versículos de la Biblia, ayúdales a perder el miedo de orar en público, ora por ellos y con ellos. Anota las peticiones de oración de los miembros de la familia y amigos para que puedan estar todos orando por eso.Lectura de la Palabra
Enseñemos a nuestros hijos a leer una porción de la Biblia todos los días. No solamente a leerla, sino también a pensar en ella, en qué dice, y, sobre todo, a buscar cómo aplicar a su vida diaria lo que han leído. Anímalos también a memorizar la Palabra de Dios. Puedes encontrar planes de lectura para ti y para tus hijos (con devocionales y actividades específicas para ellos) en Ama a Dios Grandemente.

Alabanza y adoración

Asociamos la alabanza al “tiempo de canto en la iglesia” y poco más. Pero esto no debe ser así. Seamos ejemplo de adoración para nuestros hijos. Enseñémosles que cualquier momento y lugar es bueno para adorarle, que no se trata de las canciones que cantas, del tono que usas o de que haya instrumentos o no. Que la alabanza y la adoración a Dios son una actitud del corazón.

Ayudemos a nuestros hijos (y a nosotras mismas en el proceso) a ser antes que hacer.

Contenta en Su servicio,

Edurne

Familia, Feliz Año Nuevo

Edurne Mencia: ideas para festejar el día 31 con los niños

Nota de Mara: en este tiempo especial, echamos de menos a nuestra compañera Edurne, oramos por su familia y aprendemos, una vez más, de su gran sabiduría y creatividad:

Los días ente el 26 y el 31 de diciembre suelo echar la vista atrás para repasar el año que ha pasado y dejar que el comienzo del año siguiente me llene de expectativas y haga volar mi imaginación con cientos de ideas para llenar las páginas en blanco que trae con él.

Es por eso que el 31 suele convertirse en un simple puente entre lo que dejo atrás y lo que está por llegar. Y, en realidad, es un día maravilloso y especial para crear tradiciones, buenos recuerdos y momentos memorables en familia. 

Pero con 3 niños en casa y unas cuantas horas entre la cena de Nochevieja y el 1 de enero, esa entrada en el nuevo año ha estado rodeada de “tengo sueño”, “¿qué tiene esto de especial?” o “aburridooooo”. Así que  crear recuerdos y disfrutar juntos ha requerido que seamos intencionales en pasar ese rato hasta las 12 (¡¡muy pocos años llegamos hasta las 12!!) y tener una entrada de año agradable para todos.

Somos una familia cristiana evangélica, una familia misionera, de manera que nuestra relación con Dios define nuestra vida. Es por eso que, a la hora de terminar el año, intentamos hablar de lo que hicimos, los logros que conseguimos, las cosas que fueron bien, las que no salieron tan bien y cómo la mano de Dios estuvo presente en cada momento también. Hablamos de lo que deseamos para el nuevo año, retos, sueños y objetivos y tomamos un tiempo para orar por el nuevo año, cantar y compartir un par de versículos.

Pero también somos una familia a la que le gusta reír y divertirse, así que, dentro de nuestras muchas limitaciones, también hacemos algunas cosas por la simple razón de pasar un tiempo agradable todos juntos. 

Te comparto algunas ideas que he encontrado online y que hemos realizado con mayor o menor éxito. No hemos hecho todas en la misma noche, ni mucho menos, y hemos tenido que ajustar algunas a nuestros gustos y posibilidades. Pero espero que las ideas te sirvan para planificar la noche del 31 con los niños o te den ideas para hacer otras cosas.

Ideas para festejar el 31 con niños:

JUEGOS – los clásicos, no te pongas a inventar la rueda. Se trata de divertirse, no de estresarse. Entre nuestros favoritos están dos que trajimos de España el año pasado: el Jenga y el Brainbox. Pero también echamos mano de los más conocidos: tabú, pictionary (no tenemos ninguno de los dos juegos, hacemos la versión “casera”), las cartas de uno… o los que no necesitan nada, como charadas, palabras encadenadas, 3 palabras un cuento… La cuestión es adecuar los juegos al gusto y a la edad de tus hijos. 

TEATRO MUSICAL – bueno, quizás “teatro musical” es mucho decir, lo reconozco, pero ¡ese es el espíritu de esta noche especial! ¿Saben alguna canción, alguna poesía? ¿Quieren inventar un pequeño drama? ¿Leer algo? Hay espacio para todo. 

(mi hija Nahiara)
SNACKS – quedarse despierto da hambre… lo sabes tan bien como yo. Preparen algo fácil y rápido como unas palomitas, algo de fruta/frutos secos, o hagan unas galletitas especiales para esa noche. El tiempo de preparar un snack fácil con los niños también cuenta como “actividad” 😉 

PHOTO BOOTH – hace un par de años hicimos con los niños cosas sencillas con cartulina y foami para hacer una sesión de fotos improvisada. Unos sombreritos de fiesta, bigotes y corbatines sirven para la ocasión. También pueden hacer uno de esos marcos para “meterse” que se hacen tanto ahora, sombreros, coronas, máscaras… Si participan todos la diversión es mayor. 

Esto es lo que hicimos nosotros en 2015

MARCANDO LAS HORAS – Puedes tener unas bolsas preparadas con cosas para hacer a distintas horas. Cuando llega la hora marcada en la bolsa, tienen que abrirla para descubrir lo que tienen que hacer (un juego, una búsqueda, cantar una canción, una actividad…). También puede hacerse con globos o, simplemente, con papel. 

RUIDO – Otra cosa que pueden hacer (en la noche, como una de esas actividades de la bolsa o durante el día) es “instrumentos” que añadan un poco de ruido a la noche. Desde algo tan sencillo como meter unas alubias (frijol, caraota) en un vaso plástico y taparlo con papel y cinta o en un plato de cartón engrapado o pegado en los bordes para hacer unas maracas hasta decorar cajitas con cascabeles, si hace ruido…¡sirve! 

CUENTA ATRÁS – la cuenta atrás hasta las 12 es el momento más emocionante de toda la noche. En España se preparan las uvas para comerlas una a una al ritmo de las campanadas de la Puerta del Sol (y atragantarte más o menos a la quinta). En otros países, como aquí en Venezuela, se hace una cuenta atrás de los últimos 10 segundos del año. Sea como sea, hazlo emocionante y divertido.
Si tienes niños pequeños que, obviamente, no van a llegar a las 12 de la noche, ¿por qué no hacer una fiesta de cuenta atrás antes de que se acuesten…aunque sean las 8:45pm? Deja que se emocionen con la cuenta atrás del año nuevo, con felicitar el año y toda la parafernalia aunque no sea exactamente la hora. 

Sea como sea tu noche del 31, procura que sea relajada, divertida y memorable. Porque, al final, de eso se trata, de hacer recuerdos que perduren en la mente y en el corazón de nuestra familia. 

¿De qué manera recibes el año en tu casa? ¿Te gustaría compartir? ¡Deja un comentario!

¡Feliz año nuevo!

Contenta en Su servicio, 

Edurne

Crecimiento Espiritual, Día de Reyes, Espiritualidad, La Biblia, Navidad

Edurne Mencia: Un Rey inesperado



Para leer – Mateo 2:3-6
Oyendo esto,  el rey Herodes se turbó,  y toda Jerusalén con él.  Y convocados todos los principales sacerdotes,  y los escribas del pueblo,  les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea;  porque así está escrito por el profeta: Y tú,  Belén, de la tierra de Judá, No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador,  Que apacentará a mi pueblo Israel.

Para meditar – Ayer vimos como los sabios de Persia llegaron al palacio de Herodes a preguntar por el Rey de los judíos que había nacido. Ellos pensaban que los dirigentes políticos de Israel estarían contentos y serían conscientes de la importancia de este hecho, pero Herodes, en realidad, se turbó ante la noticia pensando que habría alguien que le arrebataría el trono.

Herodes el Grande era un rey cruel, un edomita que inspiraba a partes iguales miedo por su proceder y admiración por las grandes obras arquitectónicas que realizaba. Motivado por su paranoia incesante, asesinó a los miembros del Sanedrín, a su esposa, su suegra y sus tres hijos. Y enviaría también a matar a todos los niños menores de 2 años nacidos en Judá al no poder encontrar a Jesús.

Y es que una de las equivocaciones más grandes de los judíos fue esperar a un Mesías guerrero, líder militar que los liberaría de las injusticias de Herodes y del yugo romano. Esperaban un “superman” que los liderara hacia la victoria sobre todos aquellos que los gobernaban. 

Nada más lejos de la realidad. El Mesías llegó, sí. Pero no como un líder militar, sino como un niño envuelto en pañales que apacentaría a Su Pueblo de una forma que nadie esperaba: con amor, poniendo a los demás por delante de uno mismo, ofreciendo gracia y misericordia al que falla, poniendo a Dios en primer lugar para que todo lo demás se coloque en el lugar correcto.

El Mesías, el Cristo, el Rey de los judíos, llegó. Fue un rey inesperado, sí, pero sin duda era el rey que tu corazón y el mío necesitaba.
Celebremos nuestra Navidad Simple, celebremos una Navidad centrada en Cristo y en las personas a nuestro alrededor. Celebremos con un corazón agradecido por ese Rey en pañales que nació para un día morir en una cruz y darnos vida eterna.

Para hacer –
Hagamos nuestro al amor de Cristo. Piensa hoy en las personas de autoridad en tu vida: tus jefes, tu pastor, los ancianos y líderes de tu iglesia o de ministerio… ¿Qué puedes hacer por ellos hoy? Piensa en una forma sencilla de reconocerlos en el día de hoy. Puede ser algo simple como una tarjeta, algo recién salido de tu horno, una nota de agradecimiento o una simple llamada telefónica agradeciéndoles por su labor y diciéndoles que oras por ellos.  

Edurne

Crecimiento Espiritual, Espiritualidad, Navidad

Edurne Mencia: NUESTRA JUSTICIA

Para leer –Jeremías 33.14-16
He aquí vienen días,  dice Jehová, en que yo confirmaré la buena palabra que he hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia,  y hará juicio y justicia en la tierra. En aquellos días Judá será salvo,  y Jerusalén habitará segura,  y se le llamará: Jehová,  justicia nuestra.

Para meditar –
Jehová justicia nuestra, Jehová Tsidkenu, el Dios que nos hace justos, sin culpa, que nos declara inocentes, el Dios que nos justifica…
….a través de Jesucristo.

Es a través del sacrificio de Cristo en la cruz, a través de Su sangre derramada para limpiar nuestro pecado que somos hechas justas a los ojos de Dios.

¿Te das cuenta como decía ayer de la trascendencia y la importancia suprema del nacimiento de Jesús? ¿Te das cuenta de que esto es más, mucho más que un arbolito, unas luces, regalos y cenas? ¡Celebramos que Dios ya no ve nuestro pecado gracias al sacrificio de Jesús!
Sin pesebre no hay cruz.

A través de Jeremías, Dios promete a Su pueblo que va a enviar al Mesías y proveer una solución definitiva para el pecado y la separación de Dios. Esa promesa ya se cumplió. El Salvador nació. El Puente entre los hombres y Dios ya fue tendido.
Romanos 5:18-19

Así que,  como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres,  de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores,  así también por la obediencia de uno,  los muchos serán constituidos justos.

2 Corintios 5:21Al que no conoció pecado,  por nosotros lo hizo pecado,  para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Esta Navidad celebremos con gozo inefable que Dios es nuestra justicia, que Jesús tomó nuestro pecado en su totalidad y que somos justificadas a través de Él.

Para hacer –¿Por qué no decorar nuestras casas, nuestras puertas, nuestros árboles también con la cruz? Hagamos la cruz de Cristo parte de nuestra celebración navideña. No dejemos de hablar con nuestros hijos de que nuestro gozo por el nacimiento de Jesús es, en el fondo, la celebración de nuestra salvación, algo que se hizo posible gracias a Su sacrificio en la cruz.
Te dejo hoy algunas ideas con cruces:

Contenta en Su servicio,

Edurne

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Edurne Mencia: ¿Qué es para ti la Navidad?

¿Qué es para ti la Navidad? ¿Qué representa para ti este tiempo de celebración del nacimiento de Jesús? ¿Qué supone para ti esta fecha? No hace falta que lo compartas conmigo ni con nadie más, pero, por favor, sé sincera contigo misma y toma un rato para pensar y analizar qué significa la Navidad para ti, en qué pones tus mayores esfuerzos en esta época, qué ocupa la mayor parte de tu tiempo o qué desearías añadir a tu celebración.

Navidad para mí es…

Tiempo

Para descansar, para reflexionar, para agradecer, para parar del frenesí diario y olvidar por un momento las obligaciones para centrarme en las personas.

Familia

Es un tiempo para extrañar con todo mi corazón a mi familia de sangre, a mi madre, a mi padre y mis hermanas y también para disfrutar de mi pequeña familia, mi esposo y mis tres hijos.

Compartir

Celebrar el “más bienaventurado es dar que recibir”, compartir cosas materiales y otras intangibles como el tiempo, el gozo, el amor, el cariño. 

Amigos

Dicen que los amigos son la familia que uno elige. Sin duda, son las personas que Dios va poniendo en tu vida en determinados momentos, personas amadas con las que compartir partes (largas o cortas) de nuestra existencia.

Celebrar

Celebrar a Jesús, celebrar la esperanza de vida eterna para la humanidad. Celebrar el amor de Dios y Su misericordia.

Recordar

Épocas felices y épocas no tan felices. Todo lo que Dios me ha permitido vivir me ha convertido en la persona que soy

Risas

Las de mis hijos decorando la casa, haciendo cosas juntos, abriendo regalos, hablando sobre Jesús, cantando.

Jesús

Salvación. Esperanza. Paz. Eternidad. El centro y la razón de la celebración.

¿Qué es para ti la Navidad? 

Contenta en Su servicio,

Edurne Mencia

(Publicado originalmente en El Viaje de una Mujer)

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Edurne Mencia: Navidad Simple

Para leer – Lucas 2:8-12

Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.  Y he aquí,  se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor;  y tuvieron gran temor.  Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo,  que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy,  en la ciudad de David,  un Salvador,  que es CRISTO el Señor.  Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales,  acostado en un pesebre.

Para meditar – 
Los versículos de hoy son el resumen de nuestra Navidad simple, de la razón de la celebración…

…Os ha nacido un Salvador que es Cristo el Señor.

Más allá de las luces, las decoraciones, las cenas, las actividades, las celebraciones extra en las que podamos envolvernos durante las navidades, recordemos que celebramos al Salvador.
Al Cristo.
Al Mesías.
Quizás no sepamos cuándo nació Jesús, pero sí sabemos por qué. Que no haya nada que opaque el hecho de a quién celebramos. Que no haya nada más importante que el niño en el pesebre. Que cada cosa que hagamos estos días nos lleve a exaltar el nacimiento de Jesús y su importancia en nuestras vidas.

Para hacer – Lean juntos hoy como familia Lucas 2:1-20 y gócense en estas nuevas de redención.

Contenta en Su servicio,

Edurne Mencia

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Edurne Mencia: Y será Su nombre

Isaías 9:6
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

UN NIÑO NOS ES NACIDO
El Mesías que salvaría al pueblo de Israel, quien traería la victoria y la libertad al pueblo, sería un hombre, un humano, nacido de una mujer. Teóricamente, el Mesías podría haber sido un ángel. O podría haber sido Dios sin humanidad. Pero en la realidad, ninguna de esas dos opciones hubiera calificado al Mesías para ser nuestro salvador y sumo sacerdote como Jesús lo es. El niño tenía que ser nacido.
No hay nada más débil, más incapaz, ni más dependiente que un niño. Teóricamente, el Mesías pudo haber llegado como un hombre adulto, creado como un adulto tal y como Adán fue creado. Pero para que Jesús se identificara completamente con la humanidad, y para demostrar en su vida la naturaleza de servicio que está en Dios, nació como un bebé identificándose plenamente con nosotros.
Hebreos 4:15 – Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

HIJO NOS ES DADO
Este niño sería un hombre, pero más que un hombre. Él también es el eterno hijo de Dios, la segunda persona de la trinidad. Pero en realidad, ninguna de esas dos opciones hubiera calificado al Mesías para ser nuestro salvador y sumo sacerdote como Jesús lo es.
El hijo tenía que ser dado como pago de nuestros pecados –
Juan 3:16 – Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Y EL PRINCIPADO SOBE SU HOMBRO
Ultimadamente, esto será cumplido en el milenio, cuando Jesucristo gobernará la tierra como Rey de Reyes y Señor de Señores (Apocalipsis 20:4-6, Salmo 72, Isaías 2:1-4, Isaías 11, Isaías 65:17-25, Zacarías 14:6-21).
Este último cumplimiento aún está por llegar. Pero aún podemos ver El principado… sobre su hombro en muchas formas.
Los políticos de hoy en día buscan que pueden obtener de ti. Jesús busca que puede hacer por ti.
Los líderes de hoy en día se rodean de sirvientes. Jesús nos rodea a todos con su servicio.
Los líderes de hoy en día buscan construir sus propios imperios. Jesús usa su poder para lavar nuestros pies y limpiarnos y hacernos sentir cómodos.
Los generales de hoy en día requieren de guerras regularmente para mantener sus armas y habilidades y asegurar su propio desarrollo. Jesús trae paz y descanso a los corazones.
Los líderes de hoy en día están desesperados por ser vistos y escuchados. Jesús escogió el anonimato para que Él pudiera ser de utilidad.

Y SE LLAMARÁ SU NOMBRE…
La idea es que estos no serán literalmente nombres del Mesías. En su lugar, estos son aspectos de su carácter, describen quien es Él y que es lo que vino a hacer. En semántica, un nombre no solo identifica o distingue a una persona, expresa la verdadera naturaleza de su ser.
ADMIRABLE
El Mesías es admirable: La gloria de quien es él y lo que ha hecho por nosotros nos debería de llenar de admiración. Tú nunca vas a poder mirar realmente a Jesús tal cual es, conocerlo completamente, y estar aburrido. ¡Él es admirable, y llenara tu mente y corazón con admiración!
Salmo 8:3-4 – Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,¿Y el hijo del hombre, para que lo visites?

CONSEJERO
El Mesías es nuestro consejero: Jesús es el único apropiado para guiar nuestras vidas, y debería ser el recurso inmediato de todo cristiano como consejero. Jesús puede ayudarte con tus problemas. Él puede usar las palabras y la presencia de otros cristianos, pero Jesús es nuestro consejero.
El consejo de Jesús es un consejo necesario. El consejo de Jesús es un consejo Fiel, sin ningún interés propio. El consejo de Jesús es un consejo sincero. No es aislado ni sin emociones. El consejo de Jesús es un consejo dulce.
Salmo 16:7 – Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia.
Sin embargo, en muchas ocasiones, Dios es el último a quien recurrimos a la hora de pedir consejo.
Isaías 30:1 – ¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado!

DIOS FUERTE
El Dios de toda creación y gloria, el Señor que reina en los cielos, el único digno de toda adoración y alabanza. No hay distinción entre el Dios fuerte y el Dios todo poderoso. Ambos títulos son usados para Jesús y Jehová (Apocalipsis 1:8, Isaías 10:21).
Salmo 135:6 – Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
Lucas 1:37 – porque nada hay imposible para Dios.

PADRE ETERNO
La idea en estas palabras hebreas es que Jesús es la fuente o el autor de toda la eternidad, que Él es el Creador mismo.

Colosenses 1:16 – Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Y, por supuesto, no solo es eterno, también es Padre. Ese padre amoroso, preocupado y que se ocupa de todas y cada una de nosotras.

PRÍNCIPE DE PAZ
La paz es la armonía espiritual producida por una restauración de una persona con Dios. Y es Jesús quien hace la paz entre Dios y los hombres.
Romanos 5:1 – Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Podemos gozar de paz a causa de la obra de Cristo en la cruz. Esta es la paz profunda y verdadera que viene de una unión con Jesús.

Hace más de 2000 años Dios nos dio a Su Hijo envuelto en humildad, amor y esperanza. Él se convirtió en el regalo perfecto a nuestro mundo herido.
Para las que buscan sabiduría, Él es el consejero admirable.Para aquellas que llevan pesadas cargas y dolor, Él es el Dios fuerte.Para aquellas que sufren de rechazo, abuso o se sienten abandonadas, Él es el Padre Eterno.Para aquellas que viven en miedo e incertidumbre, Él es el Príncipe de Paz.

Dios nos ha dado el mayor regalo y ese es Jesús. Él es lo que necesitas. Ese es el regalo de la Navidad. Él es el sentido de la Navidad, la razón de la celebración.

¡Feliz Navidad!

Contenta en Su servicio,

Edurne

Crecimiento Personal, Espiritualidad

Edurne Mencia: cuando crecer duele

En los años que han transcurrido desde que tomé decisión por Cristo, ha habido muchas y variadas situaciones en las que me he visto obligada a crecer. Especialmente desde que Dios me llamó a servirle como misionera en la selva de Venezuela.

En estos años ha habido momentos de soledad, de duda, de miedo. Ha habido mudanzas, cambios, robos. Hemos vivido en toda la gama desde la abundancia hasta la escasez más absoluta. En resumen… un poco de todo.

Todas estas situaciones que uno vive, le hacen, sí o sí, crecer como persona y crecer en la fe. 

Pero ha habido una situación en especial que me ha hecho crecer y crecer mucho…

…soportar el daño que otros creyentes me han hecho.

 Y es que, a veces, crecer duele. 

No puedo precisar cuántas veces he podido llorar sobre estos versículos:

Lucas 6:27-36

Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.

Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.

Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis?

Porque también los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. 

Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.

Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

Durante mucho tiempo no podía creer que fueran mis propios hermanos en la fe los que más daño me hicieran. Calumnias, mentiras, tergiversaciones, malas intenciones…

Se supone que eso no pasa en una iglesia ¿no?

Error.

Pasa. Y pasa mucho.

¿Qué es una iglesia al fin y al cabo? Es un conjunto de pecadores redimidos. Algunos más, algunos menos. Algunos se esfuerzan por no pecar, otros no tanto. Algunos que no reconocen sus errores, otros que se equivocan, los confiesan y los superan. Pero, al final, una iglesia no deja de ser un grupo de pecadores.

Comprender esto e intentar vivir Lucas 6:27-36 ha sido mi secreto para crecer a pasos agigantados.

Te confieso que ha sido un recorrido durísimo, con altos y bajos, mucho dolor y muchas lágrimas. Pero un proceso también liberador que me ha ayudado a acercarme más a Dios y a que Él pueda trabajar en mi vida de manera que solo puede hacerse a través del sufrimiento.

Hoy quiero compartirte algunas lecciones que he aprendido por el camino y que han sido de gran utilidad para mi vida:

Dios me perdonó a mí más de lo que cualquiera pueda hacerme

Cuando Jesús entregó Su vida en la cruz, cargó sobre Sus hombros mi pecado. Todo. El pasado, el presente y el futuro. Él escogió perdonar y me perdonó más, mucho más, que cualquier ofensa que algunas personas me puedan hacer. ¿Quién soy yo para no perdonar a alguien después de todo lo que se me ha perdonado a mí? ¿Acaso yo no ofendo a Dios y a otras personas y espero perdón para mis fallas?

No puedo controlar lo que otros piensan y dicen, pero sí puedo controlar lo que yo pienso y digo.

Hay gente a la que nunca le vas a caer bien. Hay personas que nunca van a entenderte, que no te va a tomar en cuenta, que va a malinterpretar todo lo que dices y que va a criticarte hagas lo que hagas. Yo no tengo ningún control sobre eso. No puedo meterme en la cabeza de otras personas y cambiar su opinión sobre mí. Pero sí puedo controlar lo que yo pienso, digo y hago. Sí puedo controlar no tomar la ofensa y poner la otra mejilla. Sí puedo controlar mi actitud ante esa persona que me está haciendo daño. Puedo y debo.

El amor es una decisión

Dios decidió amarme a pesar de mi pecado (Romanos 5:8), a pesar de mis ofensas, de mis transgresiones. Yo decido amar a pesar de. Amar sobre todas las cosas, sabiendo que el amor ferviente, el amor intenso, el amor no condicionado por lo que recibe de vuelta, sino por el Espíritu Santo que mora en nosotras, cubrirá multitud de pecados (1 Pedro 4:8)

El perdón libera

El perdón nos hace libres. ¿Te das cuenta de que, muchas veces, te sientes ofendida por algo que te han hecho y la otra persona está tan tranquila porque ni siquiera sabe que te ha ofendido? Tú estás fatal, te sientes mal, herida, maltratada… y la otra persona vive su vida sin mayor problema. Otras veces, la persona que te hiere sabe que te ha herido. Y busca tu reacción… escoger perdonar nos libera de comportarnos tal y como los demás pretenden que lo hagamos y nos da la oportunidad de comportarnos de la manera que Dios espera de nosotras.

Mi enemigo no es mi hermano

No, no lo es. El creyente que te hace daño está manejado por el enemigo de nuestra alma. A Satanás le encanta crear conflicto dentro de la iglesia. Él sigue como, Julio César, la máxima de “divide y vencerás”. Cuanto más divididos estemos en el cuerpo de Cristo, mejor podrá atacarnos y destruirnos. Saber en todo momento quién es nuestro enemigo real, nos ayuda a tomar las cosas con una perspectiva distinta.

¿Estás luchando con el trato que otras personas te dispensan, especialmente con el trato displicente de otros creyentes? Utiliza esta temporada en tu vida como un aliciente para crecer, como una herramienta para fortalecerte en el Señor.

Contenta en Su servicio,

Edurne

Cosas de Casa, Crecimiento Personal, Familia

Edurne Mencia: Familias Felices

Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada”. 

Así comienza Anna Karenina, de León Tolstoi. 

En el caso de esta novela es la infidelidad y el deterioro del matrimonio lo que les hace infelices. En el caso de otras familias puede ser la enfermedad, las malas decisiones, los hijos que se meten en problemas, las adicciones, los problemas financieros… 

Cada familia tiene problemas distintos, luchas distintas, razones distintas para sentirse infelices. 

No podría contarte la cantidad de emails y mensajes que me llegan de mujeres que se desahogan conmigo o que me piden un consejo para alguna situación determinada. Cientos de historias de hogares rotos, de familias destrozadas, de mujeres que no dan más y que recurren a una extraña para dejar salir lo que hay en su corazón. 

En esos momentos de incertidumbre, de dolor, en el que nos sentimos tan desgraciadas, nos damos cuenta del vacío inmenso en nuestro corazón. 

Algunas confiamos en nosotras mismas, en nuestra propia capacidad para llenarnos a través de nuestra propia habilidad y capacidad… y terminamos dándonos cuenta de que no somos suficiente. 

Otras confiamos en otros, en las personas que nos rodean, tratando de llenarnos de aprobación y afirmación, de expectativas… y terminamos desalentadas y desanimadas al comprobar que nadie es perfecto y que también los demás se equivocan. 

Otras más confiamos en nuestras posesiones, en lo material, para hallar seguridad… y terminamos comprendiendo que el dinero no da calor por la noche ni alimenta el alma. 

Nada de esto funciona. ¿Qué hace, en última instancia, que una familia sea “feliz”? ¿Que un matrimonio funcione? ¿Qué nos sintamos “llenas”? ¿Es la ausencia de problemas? 

No, no lo es. 

Es la presencia de Cristo. 

Romanos 15:13

“ Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.”

Lo único que nos puede ayudar a superar nuestros motivos especiales para sentirnos desdichadas es Cristo. El único que nos puede llenar es Cristo. 

Y, una vez que comprendemos esto, una vez que somos plenamente conscientes de que todo lo que vivimos cambia radicalmente de perspectiva cuando lo vivimos en el Hijo de Dios, somos capaces de levantar la cabeza y volver a respirar. 

Quizás nuestra situación familiar no cambie cuando dejamos que Dios lleve el timón y sea Él quien nos guíe. Pero nosotras sí habremos cambiado. Ya no seremos las mismas. Ya no veremos nuestros problemas de la misma manera. 

¿Te estás ahogando hoy en tu necesidad? ¿En tu problema familiar? ¿En tu desdicha particular? Deja que Cristo te transforme hoy, que transforme tu perspectiva y que te lleve de la mano en la situación que estés viviendo, sea la que sea. 

Isaías 41:13

Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo”.

Contenta en Su servicio, 

Edurne

Espiritualidad, Familia

Nuestra responsabilidad

Todos los sábados por la mañana tenemos un club de niños en la iglesia. Cuando comenzó el año y pensamos en qué temas enseñar a los niños, automáticamente pensamos en que algo que hacía mucha falta enseñar son valores, valores cristianos.
Creyente o no, te habrás dado cuenta de que vivimos en una sociedad en la que valores como el respeto, la honestidad, la paciencia, la obediencia, se están perdiendo… y así nos va.
Así que cada sábado preparo una clasecita sobre un valor y un personaje de la Biblia que representa ese valor. Y charlo con los niños sobre maneras en las que pueden aplicar ese valor en su día a día.
Y eso está muy bien, para eso estamos en la iglesia, para poner nuestro granito de arena. Pero no podemos hacer mucho más. Mis hijos aprenden sobre valores no en el ratito en el que vemos clase el sábado. Allí quizás aprenden lo que significa el valor o la historia bíblica que lo ilustra. Pero, a vivirlo, lo aprenden durante el resto de la semana…

conmigo
Los padres cometemos el error muchas veces de dejar la responsabilidad de la enseñanza de nuestros hijos a otros: a sus maestros en la escuela, entrenadores, maestros de escuela dominical, club de niños o jóvenes… Y, sin embargo, en nuestras manos está que nuestras sociedades recuperen los valores perdidos.
En nuestras manos y en las de nadie más.
Porque es en el hogar en el que tenemos que enseñar y, sobre todo, modelar, esos valores que estamos perdiendo a pasos agigantados.
Y debemos tomar en serio la responsabilidad de enseñar a nuestros hijos estas lecciones. No es la responsabilidad del gobierno, ni de la escuela, ni de la iglesia. Dios nos confió a cada una de nosotras a nuestros hijos y es nuestro deber – y nuestro privilegio – impartirles estos valores en el hogar. Así tus hijos ya sean mayores, tu responsabilidad sigue siendo la misma. Nunca es tarde.
¿Qué es lo que más falta le hace a tu familia? ¿Qué valores crees que son más importantes para tus hijos? ¿Cuáles debes fortalecer? Haz una lista y busca versículos bíblicos que puedan ayudarte a inculcarles esos valores.
Si no sabes por dónde comenzar, te dejo algunos de manera muy general –
– Honestidad (3 Juan 1:4)
– Respeto (Éxodo 20:12; Lucas 6:31)
– Amor (1 Pedro 4:8)
– Esfuerzo (Colosenses 3:23)
– Gratitud y contentamiento (1 Tesalonicenses 5:18)

Para educar a nuestros hijos en valores es imprescindible que nosotros seamos de ejemplo y sirvamos de modelo. Yo no puedo pedirles que sean honestos si me ven mentir día sí y día también. Utiliza la conversación de todos los días, los ejemplos cotidianos para ilustrar esos valores que estás enseñándoles a través de la Palabra. Y ayúdales a realmente vivir lo que están aprendiendo.

Dejemos de tomar a la ligera nuestra responsabilidad como padres. Las siguientes generaciones se desarrollarán a partir de los cimientos que nosotras pongamos.

¿Qué valores crees que es importante enseñar a nuestros hijos? ¡Compártelos!

Notael material en el que me estoy basando para las enseñanzas de la Biblia está creado por Ana Capurro y puedes encontrarlo en www.delostales.blogspot.com Te va a servir para trabajar con los más pequeños. Ana tiene, además, cientos de materiales para ayudarnos a abrir la Biblia con nuestros hijos de manera amena y fácil para que ellos aprendan.

Contenta en Su servicio,

Edurne