Día de la Madre, dia de la madre

Los Diez Mandamientos para la Madre

Este mes estamos homenajeando una madre mencionada en la Biblia que tuvo gran influencia en la historia de todo un pueblo a través de sus hijos. Si quieres saber más sobre ella, leer nuestra publicación: Jocabed

Tengo tres hijos; una de ellas es una joven adulta (22-26 años). A lo largo de los años he aprendido mucho de lo que he hecho correctamente, pero mucho más por mis errores corregidos. Quisiera compartir algo desde una posición de humildad de quien todavía sigue aprendiendo, pues ser madre dura toda la vida.

1) Cuídate

No puedes cuidar a tus familia si no te cuidas a ti mismo. El «cuidarse» tiene varios ámbitos y todos importantes. Para mí, personalmente, mi bienestar espiritual me impulsiona a ser mejor en las otras áreas. Es importante llenarte para tener suficiente para todos. Es importante cuidar tu salud para que puedas vivir con más calidad y más energía para todos los retos familiares. Eso, sin dejar de considerar, el ejemplo que dejas a tus hijos. También tu vida emocional y mental es importante. Es importante cuidar de cómo «alimentas» tu mente. La Biblia dice que la boca habla de lo que el corazón, está lleno. ¿De qué llenas tu corazón? ¿Qué cuidados tienes con lo que alimentas tu mente? ¿Cómo estás cuidando tu salud?

2) Cuida tu relación en pareja

Muchas mujeres al tener hijos, ponen inmediatamente a su marido en según lugar. Es cierto que hay momentos de crisis quen los que los niños necesitan nuestra total atención, a cualquier edad; sin embargo, ¡qué importante es ser padres juntos, llegar a un acuerdo en cuanto a normas familiares de respeto y consideración! Mi marido ha sido mi apoyo incondicional, incluso diciéndome la verdad cuando me he equivocado. Esto es amor, ayudarse mutuamente, pues no existen personas perfectas. Este es un trabajo en equipo y sois, juntos, padres. Aparta tiempo para charlar, hablar y estar solos. Haz planes sin los hijos cuando sea posible. Tomad decisiones juntos.

3) Sé ejemplo

«Haz lo que te digo, pero no hagas lo que hago» no funciona con nuestros hijos. Nuestro ejemplo, aún sin palabras habla mucho más alto que nuestros sermones llenos de buenos conceptos. Debemos actuar como queremos que nuestros hijos actúen. Si le decimos que no mientan, pero lo hacemos de vez en cuando, ellos aprenderán que está bien mentir en algunas situaciones. Esto es cierto en todas las áreas. Mira cómo te comportas, pues hay dos ojitos aprendiendo de cada acción tuya, sea buena o mala.

4) Sé transparente

La comunicación es muy importante en la familia y ser transparente, o sea, ser real con mis aciertos y errores me han ayudado a recibir el respeto de mis hijos. Hoy puedo decir que saben que no soy perfecta pero que les quiero y trabajo para el bienestar de ellos. Muchos nos escondemos detrás de una fachada y no nos damos cuenta que ellos pueden vernos como somos claramente. Nos engañamos a nosotros mismos. Ser yo misma me ha ayudado a tener una comunicación fluída con mis hijos cuando eran adolescentes, cuando pasaban por la fase de «que nadie les entiende». Creo que vieron que podían confiar pues no les iba a juzgar, pues no me veía perfecta.

5) Sé humilde

Quizás este tema va en conjunto con el anterior. Yo nunca pensé dos veces en pedir perdón cuando me he equivocado. No digo que haya sido fácil llegar a la conclusión de estar equivocada, muchas veces he necesitado a mi marido para verlo. Sin embargo, una vez llegada a tal conclusión, les llamaba a un lugar privado y les pedía perdón. Esto también ha ayudado mucho a que el rencor no estuviera presente en nuestra relación. Estos sentimientos negativos son barreras en las relaciones de padres e hijos.

6) Sé autoridad

«Tus hijos no necesitan a una amiga, necesitan a una madre». Este refrán tiene cierta verdad. No quiere decir que la relación no pueda ser amistosa con momentos de complicidad, pero los hijos necesitan parámetros. Mientras van creciendo las libertades van aumentando pero no les estamos beneficiando en nada cuando les dejamos dar riendas sueltas a comportamientos inaceptables. Tienen que saber quien «manda» y quien tiene la última palabra. Al contrario de lo que muchos pueden pensar, esto les da seguridad. Saben que en la vida hay límites y que hay que respetarlos en todos los ámbitos. Es importante que aprendan a tener respeto a las autoridades, para cuando sean adultos y profesionales. Así es el mundo y nuestro hogar es el taller en el cual forjamos su carácter.

7) Sé buena oyente

Para las mamás más parlanchinas como yo, eso puede ser un gran problema. Es importante que aprendamos a escuchar, en especial cuando ellos quieren hablar. Dependiendo del carácter del niño, sea más exclusivo en lo que quiere compartir. Así que, en estos momentos de oro en los que quieren hablar, deja todo lo que estés haciendo y escucha. Es importante no dar opiniones precipitadas sino solo escuchar. Quizás tu opinión puede esperar otro momento más oportuno. No desperdicies estos momentos en los que tu hijo quiere hablar y entra poco a poco en su mundo escuchando y aprendiendo todo lo que pasa en su mente.

8) Refrena tu lengua

Eso va en conjunto con el anterior. Las mamás tenemos muchas opiniones sobre todo. Muchas veces juzgamos todo a luz de nuestra propia experiencia. Cuando hay algo que nos parece que no está bien, sería bueno contar hasta 10. A mi, personalmente, me sirve mucho escuchar, hablar con mi marido sobre el asunto y sobre todo, hablar con Dios. Hay muchas veces que no sé lo que decir o hacer. Aplico muy seriamente lo que dice la Biblia: «Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.» Santiago 1:5. Dios nos puede ayudar en este difícil trabajo de orientar a nuestros hijos.

9) Acuérdate que fuiste joven

Nuestros hijos van creciendo pero carecen de experiencia de vida. A mi me ayuda a pensar en ello, recordando cuando yo era joven para tratar de no cometer los mismos errores de mis padres. Por más buenos que hayn sido nuestros padres, seguramente no han sido perfectos. Es importante pensar en nuestra experiencia de vida, recordarnos cómo nos sentíamos y cómo se portaron nuestros padres, como buenos o malos ejemplos. Siempre tuve mucha gratitud por mis padres, y aunque he cometido mis propios errores, he tratado de no reproducir los suyos.

10) Ama sin condiciones

En la Biblia, el sabio Rey Salomón dice que para todo hay un momento oportuno. En ocasiones, todo lo que nuestros hijos necesitan es ser amados. Habrá momentos cuando se hayan equivocado, o hecho malas elecciones, o tomado rumbos destructores. No necesitan ser juzgados pues el mundo ya lo hace y a veces tienen que vivir con las consecuencias de sus equivocaciones. De nosotros, necesitan el amor incondicional, el amor que ignora el error. No estaremos apoyando o amando sus errores, pero amándolos. Así hace Dios con nosotros. Os invito a leer 1 Corintios 13.

Espero que estas sugerencias desde mi propia experiencia os pueda inspirar a hacer algunos cambios positivos y que os puedan ayudar a ser las madres que deseáis ser.

No te olvides que tu hijo es un regalo que Dios te ha encargado:

Son los hijos herencia que da el Señor,
son los descendientes una recompensa.
Como flechas en la mano del guerrero,
son los hijos que en la juventud se tienen.
¡Feliz quien llena con ellas su aljaba!
No será humillado si se enfrenta
al adversario en la puerta de la ciudad.

Salmo 127:3-5

Mara

Mujeres que Inspiran

Lecciones de la vida de Jocabed

Mujeres valientes en un mundo lleno de maldad.

Jocabed hizo todo por salvar la vida de su hijo. Sin saberlo, por sus pasos de fe, por la providencia y la voluntad de Dios, nos dejó el más precioso legado; ver en la vida de su familia la poderosa historia de la liberación de todo un pueblo.

Las peores circunstancias suelen estar fuera de nuestro control

Nos conmueve tanto ver el dolor en este mundo cuando leemos las noticias y vemos las imágenes de lo que sucede a nuestro alrededor. La verdad es que desde que soy niña me ha impactado ver que siempre hay pueblos, y en especial niños, que están sufriendo en alguna parte del mundo por las guerras y las injusticias.

Las muertes de personas inocentes son atrocidades para la humanidad, mientras que algunos gobiernan mirando sólo por sus intereses, otros directamente ejercen su autoridad de forma malvada justificando el terror, la esclavitud y el genocidio. Así eran los tiempos de Jocabed.

Cuando los tiempos se tornan malos, solo queda la esperanza que da las fuerzas para luchar

En el capítulo 1 de Éxodo se recoge esta desgarradora historia cuando “se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros”.  Viendo que este pueblo hebreo se multiplicaba, este hombre malvado recurre al infanticidio, ordenado a las parteras diciendo, “Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo matadlo; y si es hija, entonces que viva” (Éxodo 1:16).

Las mujeres, frente a esta atrocidad actúan a favor de la vida en la medida de lo posible, y dice la Biblia que Dios las bendice.

“Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños.  Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños? Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas. Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera”.  Éxodo 1:17-20

En medio del peligro una madre se arma de valor

Así era el mundo de Jocabed, madre de Miriam, Aarón y Moisés. Ella y su marido Amram de la descendencia de Leví­ enfrentarían lo indecible, su hijo Moisés naciendo durante la orden del Faraón de matar a los varones recién nacidos.

Dice la Biblia que Jocabed le tuvo escondido tres meses y cuando no pudo ocultarle más hizo una arquilla de juncos, la preparó con asfalto y brea y puso en ella al niño en el rí­o Nilo, y la hija de Faraón lo encontró y quiso salvarlo, y contrató a la misma, sin saber que era la madre del niño, para que lo criara (Éxodo 2:3-9).

Detrás de un gran testimonio, están las historias de personas que muchas veces pasan desapercibidas, pero no por Dios.

No se habla mucho de esta valiente pareja en el antiguo testamento más allá de unos cortos versículos. Es Moisés, su bebé protegido por Dios, quién será usado para liberar al pueblo de Israel quién destacará en la historia. Moisés es tal vez una de las personas más importantes de la Biblia, personaje central tanto para judíos como cristianos. Para los cristianos, su historia y su vida serán las que apuntarán a la Gran Historia del Gran Libertador de toda la humanidad, ¡Jesús! Aún así, pocos podrán nombrar el nombre de la madre de Moisés, aunque sabemos que no es necesario recordar su nombre para poder admirar el valor y la fe de esta sabia y valiente mujer.

Cuando tu fe es más fuerte que tu temor 

Es especialmente significativo que a pesar de lo poco que se sabe de ellos, Jocabed y su esposo serían contados como héroes de la fe en el renombrado capítulo 11 de Hebreos, versículo 23,  “Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey”.

En tiempos de extrema presión, aprendemos de aquellos que son capaces de confiar en la mano de Dios, actuando con fe en medio de adversidad, arriesgándose para hacer lo justo y correcto, oponiéndose a la maldad, por amor y a favor de la vida y la justicia.

Cuando nuestras acciones tienen repercusiones duraderas en nuestros hijos

Desde siempre, nuestros padres nos enseñan a obedecer las normas y las leyes, pero el momento en que estas van en contra de lo correcto, sabemos que tenemos que tomar cartas en el asunto. Jocabed pone en acción a toda su familia, su hija Miriam se encarga de vigilar al bebé y ella es la responsable de volver a reunir a madre e hijo después de que Moisés es adoptado por la hija del Faraón en el río.

En tiempos difíciles, la familia unida es más fuerte. No significa que todo será color de rosa, pero juntos es más difícil perder la fuerza de la Esperanza.

Ayer y hoy, Dios es nuestra esperanza

Acabamos de celebrar la Pascua, fechas importantísimas tanto para judíos como para cristianos. Tradiciones que se entrelazan en un tema central, la liberación.

Para los judios, el relato de Pésaj se recoge en el Éxodo y cuenta cómo los hijos de Israel, liderados por Moisés, escapan de la esclavitud en Egipto y se refugian en el desierto donde sobreviven durante 40 años hasta llegar a Canaán, la tierra prometida.

Generaciones más tarde, en los Evangelios, se recogerá el relato de los primeros cristianos, que durante estas mismas festividades de la pascua judía, reconocerían a Jesús mismo como su Gran Libertador. Ellos entenderían que Dios, su Padre, envió a Su propio Hijo Jesús para rescatar a muchos, que como Moisés también había sido rescatado como bebé de la mano de Herodes.

Dios cambia nuestro lamento en victoria

En el caso de esta preciosa madre, ella tuvo que entregar a su hijo y dejarlo ir, para salvarlo. Puede que hoy te encuentres en una situación injusta y difícil, ten fe y vence tu miedo confiando en la milagrosa mano de Dios en tu vida. Pase lo que pase, Él está a tu lado y te dará las fuerzas para llevar a cabo Sus propósitos en tu vida.

Dios te da las fuerzas para enfrentar los tiempos malos en tu vida, y si es la voluntad de Dios obrar un milagro para cumplir Sus propósitos como lo hizo guardando la vida de Moisés, tenlo por seguro que Él lo hará en tu vida también. Pase lo que pase, la victoria ya es nuestra, porque aunque perdamos algo en esta vida, Dios está en control y siempre nos bendice con nuevas fuerzas.

Angela

Nota de Mara: os recomiendo una serie sobre Los Diez Mandamientos, donde, con algunas libertades artísticas (la Biblia no cuenta detalles) nos muestra la historia de Jocabed y sus 3 hijos. De la serie son las fotos presentadas en esta publicación:

Capítulo 1:

Todos los otros capítulos:

Crecimiento Espiritual, Crecimiento Personal, Familia

La fuerza en los momentos difíciles

Hola mi amiga, soy Nataly. Soy brasileña, casada, madre de dos niñas, una de 6 años y otra de 3 años. Como profesión, elegí el camino de la belleza: he sido maquilladora profesional durante 10 años. Sin embargo, desde el nacimiento de mi primera hija, he optado por darle a mi carrera un poco de tiempo para aplicarme plenamente al cuidado de mi familia.

Confieso que no ha sido un viaje fácil. Es un viaje aparentemente solitario, en la mayoría de las veces. Podemos parecer prácticamente inútiles a los ojos de los extraños. Ser una madre a tiempo completo es dedicarte a una ocupación que no muestra resultados inmediatos. Sin embargo, veo cuánto he aprendido sobre el ser humano, sobre mí y sobre Dios mismo, mientras observo el crecimiento físico, emocional y espiritual de mis hijas.

Siempre he sido realista sobre los grandes desafíos que la maternidad impone. El más grande fue el descubrimiento de una infección asmática de mi hija mayor a principios de 2018, lo que llevó a un ingreso en el hospital durante 4 días. Entró en una crisis grave y llegó al hospital sin poder respirar sola, y fue hospitalizada allí durante 4 días.

Creo que fue uno de los momentos más difíciles de mi vida donde me sentí tan sola. Eso fue al principio, porque poco a poco vi a Dios a mi lado dándome la fuerza que necesitaba y protegiendo a mi hija de lo peor. Ella tenía cuatro años y medio, y yo estaba aterrorizada, llena de incertidumbre, no tenía respuestas a muchas de las preguntas que le hice a los médicos. Todo lo que dijeron fue: no sabemos cuándo podrá volver a casa. Me destrozó el corazón.

Creo que hoy, en todo el mundo, frente a esta pandemia que se ha desatado, estamos buscando respuestas, estamos buscando explicaciones, estamos buscando algo que nos dé paz. Sin embargo, parece que nadie tiene la respuesta, de hecho, parece que nadie puede calmar nuestros corazones.

Así que me gustaría decirles que en ese hospital, en medio del caos encontré paz en la palabra de Dios: la Biblia. Encontré paz cuando cerré los ojos y le pedí que se quedara allí conmigo, que me diera sabiduría, protegiera a mi hija y nos diera fuerzas para vivir lo que teníamos que vivir.

En este momento donde todo el mundo enfrenta el caos, tú y yo podemos volvernos a Dios nuevamente. Habla con El … pongamos nuestros miedos, ansiedades, incertidumbres ante Él, y sepamos que hay un Dios que nos ama, y que está dispuesto a comunicarse con nosotras.

Quiero dejar aquí un texto bíblico que me alienta en tiempos difíciles como la hospitalización de mi hija, como la que estamos viviendo en todo el mundo, o en cualquier otro momento difícil que se presente en nuestra vida.

Mientras callaba, envejecían mis huesos
de tanto gemir todo el día,
pues noche y día me abrumaba tu mano,
se extinguía mi vigor entre intensos calores. [ Pausa]
Pero yo reconocí mi pecado, no te oculté mi culpa;
me dije: “Confesaré mi culpa ante el Señor”.
Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. [ Pausa]
Por eso todo fiel te implora
en los momentos de angustia;
y aunque a raudales se desborde el agua,
no les podrá dar alcance.
Tú eres para mí un refugio,
tú me proteges de la angustia
y me rodeas de cantos de salvación. [ Pausa]
Yo te instruiré y te enseñaré
el camino que debes seguir,
te aconsejaré y pondré mis ojos en ti.
No seáis como caballos o mulos que nada entienden:
con el freno y las riendas hay que dominar su brío,
pues de otro modo no se acercarán a ti.
10 Muchos son los sufrimientos del malvado,
pero el amor rodea al que confía en el Señor.
11 Alegraos en el Señor los justos, regocijaos,
gritad de gozo los de corazón recto.

Salmo 32:3-11

Nataly

manualidades

Tarjetas para el bebé

Hola chicas,

Os traigo hoy 2 modelitos de tarjetas para recién nacido.

¡Es que me encantan las ovejitas, las colecciono de todo tipo!

Esta otra de pollitos ¡a que son muy monos!!!

Podéis adaptarla conforme a los materiales y herramientas que tengáis. Usad estas como inspiración.

La llegada de un bebé es siempre motivo de gran alegría e ilusión.

¡Hay que celebrarlo!

La vida es una gran bendición que nos viene de parte de Dios y una señal de Su grande amor. 

Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestes, y que no cambia como los astros ni se mueve como las sombras.

Santiago 1:17

Sueli

Familia, La oración

Ocho maneras de orar por tus hijos

La vida definitivamente cambia el día en que nacen nuestros hijos o que nos convertimos en madres, como quieras ponerlo. A nuestra lista de “preocupaciones” se suma el educar, instruir, cuidar, velar y luchar por el futuro de estas personitas que Dios ha puesto bajo nuestras alas. Con razón las ancianas siempre dicen a las jóvenes: “a partir de ahora tu vida nunca será igual”. Y tienen razón, no lo es.

Sin embargo, a veces corremos el peligro de volvernos madres tan temerosas que no disfrutamos la bendición de criar a nuestros hijos porque el miedo a lo que pueda suceder nos roba el gozo. Y sí, sé que muchas veces tenemos motivos más que suficientes porque la salud les falla, las cosas en la escuela no van bien, toman malas decisiones, etc. Pero por otro lado, no podemos olvidar que antes de ser nuestros, le pertenecen a Dios. Él sabía de antemano todo lo que sucedería con estas vidas y que no está bajo nuestro control. Hace un tiempo hablé de ello en este video porque la realidad es que los hijos son de Dios.

Lo que sí tenemos bajo nuestro control es pelear la batalla por sus vidas. ¿Cómo? Orando. Después de haber hecho todo lo que nos corresponde, y me refiero a instrucción, disciplina, y demás, tenemos que descansar en que hasta ahí pudimos llegar. El resto lo tenemos que pelear orando.

Así que hoy voy a compartir contigo algunos pasajes para orar por nuestros hijos. Parte de esta guía la escribí hace algún tiempo pero hoy te regalo una versión aumentada que espero te ayude en esta batalla. Estas oraciones están basadas en los pasajes citados.

Por su crecimiento físico.

“…el niño crecía sano y fuerte”, (Lucas 2:40).

Que conozcan al Señor y tengan una relación personal con él.

“Todos los que crean en él y lo reciban, tienen derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, por medio de un nacimiento que proviene de Dios” (Juan 1:12-13).

Que el plan y propósito de Dios se cumplan en sus vidas.

“Señor, lleva a cabo los planes que tienes para su vida, pues tu fiel amor, oh Señor, permanece para siempre. No les abandones, porque tú les creaste”, (Salmos 138:8).

Que sus vidas glorifiquen a Dios.

“Ellos, en su justicia, serán como grandes robles que el Señor ha plantado para su propia gloria… que muestren su confianza en ti al obedecer tus leyes y que el deseo de su corazón sea glorificar tu nombre”, (Isaías 61:3, Isaías 26:8).

Que obedezcan a Dios y su Palabra

“Procura que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley. Medita en él de día y de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien…Los jóvenes se mantienen puros obedeciendo la Palabra de Dios”, (Josué 1:8 Salmos 119:9).

Que busquen siempre la sabiduría de Dios y aprendan a tomar buenas decisiones

El temor del Señor es la base de la sabiduría. Conocer al Santo da por resultado el buen juicio… el Señor concede sabiduría, de su boca provienen el saber y el entendimiento… La sabiduría les salvará de la gente mala, de los que hablan con palabras retorcidas y de la mujer inmoral… Adquirir sabiduría es amarse a uno mismo; los que atesoran el entendimiento prosperarán”, (Proverbios 9:10, 2:6, 2:12, 19:8)

Que vivan su juventud para Cristo.

“Que no dejen que la emoción de la juventud les lleve a olvidarse de su Creador. Que lo honren mientras sean jóvenes, antes de que llegue la vejez y digan: ‘La vida ya no es agradable’”, (Eclesiastés 12:1).

Que tengan definida su identidad se*ual, dada por Dios, y que huyan de toda inmoralidad.

“¿No se dan cuenta de que los que hacen lo malo no heredarán el reino de Dios? No se engañen a sí mismos. Los que se entregan al pecado se*ual… o cometen adulterio o son prostitutos o practican la homosexualidad… ninguno de esos heredará el reino de Dios. Porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo…” (1 Corintios 6:9-10).

Que sean un ejemplo para su generación

“Que no permitan que los subestimen por ser jóvenes sino que sean un ejemplo para todos los creyentes en lo que digan, en la forma en que viven, en su amor, su fe y su pureza” (1 Timoteo 4:12).

Que aprendan a huir de la tentación

“Señor que huyan de todo lo que estimule las pasiones juveniles. En cambio, sigan la vida recta, la fidelidad, el amor y la paz. Que mis hijos aprendan a disfrutar del compañerismo de los que invocan al Señor con un corazón puro” 2 Timoteo 2:22.

Que se guarden puros para el esposo o la esposa que tendrán y sean fieles.

“Que aprendan a honren el matrimonio, y mantenerse fieles el uno al otro. Con toda seguridad, Dios juzgará a los que cometen inmoralidades sexuales y a los que cometen adulterio…que entiendan que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ellos y les fue dado por Dios”, Hebreos 13:4, 1 Corintios 6:19.

Que siempre la bendición de Dios sobreabunde en su vida

“Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo.” Efesios 1:3

Como siempre te digo, esto es solo un punto de partida. Puedes agregar muchos otros pasajes. Orar con la Palabra de Dios nos ayuda a orar conforme a la voluntad de Dios y con un corazón alineado al suyo.

Te invito a dejar tu comentario con respecto a la serie y también a compartir los artículos si están siendo de bendición para tu vida.

Bendiciones,

Wendy

PUBLICADO ORIGINALMENTE EN WENDYBELLO.COM

manualidades

Tarjetas y marca-página para las mamás

Ya pensando en el día de la Madre, y esperando que la podamos ver, aquí van algunas ideas. Yo recomiendo, que aunque no la puedas ver para entonces, que le prepares algo especial. Puedes sacar fotos del proyecto y celebrarla por video-conferencia o Whatsapp. Ya llegará ese momento especial en el que podáis estar juntas, con besos y abrazos, y podrás dárselos en mano.

1) Una tarjeta «tri-fold» – doblada en 3 partes

La decoración puede ser totalmente a tu gusto con lo que tengas en casa.  Esto es lo bonito del scrapbooking: la posibilidad de añadir diferentes medios artísticos y diferentes materiales para crear algo único.  

Se cierra con velcro.  En cada espacio que ves, puedes añadir fotos o tarjetas con poemas o una dedicatoria. 

Cuando está abierta, se puede apreciar el espacio que hay para escribir, añadir una o más fotos, etc. 

En la última parte con retales sobrantes, se adiciona una etiqueta.

Ideas: 

1) utilizar papel de doble cara para poder «jugar» con los retales sobrantes como en el caso de la etiqueta y el bolsillo. 

2) envejecer toda la tarjeta con el mismo tono para unificar el diseño. 

3) poner varias etiquetas con mensajes de los diferentes hijos o nietos.  

2) Una tarjeta sencilla.  Necesitas una cartulina lisa base, un papel decorativo que coordine a tu gusto, un sello o impresión desde el ordenador y pegamento.  Sencillo ¿no?  Si tienes la big shot y un cortador parecido, pues utilízalo.  Se puede utilizar unas blondas también. 

Tenía un sobre y he puesto la misma decoración.  Ha quedado muy delicado y femenino.  

3) Esta última es solo para mostrar que si tienes un papel bonito, no hace falta mucho más.  En este caso, un papel pegado, una pegatina a juego (puede ser un recorte del propio papel) con ‘foam’ y una etiqueta.   

Siento que la foto no está muy enfocada. 

Y por último, una idea extra que nuestras amigas nos enseñaron. Es un sencillo marca página que puede ser un detalle especial para cualquier mamá.  Necesitarás una cinta, una goma de pelo y un botón grande, de preferencia decorativo.

Espero que os hayan gustado estas ideas.  Son muy sencillas pero muy bonitas.  Os dejo con este pasaje muy especial que habla de una mujer especial en la cual podemos inspirarnos como madres:

Abre su boca con sabiduría
y su lengua instruye con cariño.

Vigila la marcha de su casa
y no come el pan de balde.

Sus hijos se apresuran a felicitarla
y su marido entona su alabanza:

“Muchas mujeres han hecho proezas,
¡pero tú las superas a todas!”.

Engañoso es el encanto y fugaz la belleza;
la mujer que respeta al Señor es digna de alabanza.

Recompensadle el fruto de su trabajo
y que sus obras publiquen su alabanza.

Proverbios 31:26-31

Mara

Salud y Belleza

Maquillaje para niñas, ¿sí o no?

Quizás por influencias de la madre o la media, cada vez más temprano las niñas se están haciendo «mini-adultas».

El maquillaje para niñas debe ser solamente por diversión, por esta razón los envoltorios tan coloridos y alegres.

No es adecuado para el uso de lápices para ojos, sombras, mascarillas y lápices de labio de colores vibrantes. Ideales son los productos de brillo que revelan sencillamente un juego entre madre e hija. Además no quita la belleza natural de las niñas.

Como mamás, necesitamos mucho cuidado para no influir de forma negativa en este area de la vida de nuestras hijas, una vez que como niñas, en su mayoría, buscan seguir el modelo de las mamás, lo digan o no.


Que Dios as capacite para hacer el mejor trabajo posible como madres. Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,

 Y no desprecies la dirección de tu madre; Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello.
Proverbios 1: 8-9

Andréia

Familia

Carta de una mamá a otra

Querida mamá, compañera de batalla en esto de criar hijos:

Hoy quiero dejarte esta nota ya sea que te encuentres de un lado u otro de la situación. Imagina que estamos conversando frente a frente, con una taza de café, como amigas de hace muchos años. 

Cuando te encuentres con otra mamá, no cedas a la tentación de juzgar la manera en que cría a sus hijos. Tú solamente estás viendo un lado de la moneda, no conoces la historia completa. No compares su estilo de crianza con el tuyo, ni creas que porque tú haces las cosas de una manera necesariamente todo el mundo debe hacerlas así. Cada hijo es diferente, cada familia es diferente. 

Evita dar consejos no solicitados. Por lo general las personas, cuando quieren un consejo, lo piden. Y si no fuera así, si realmente crees que es necesario y existe la confianza suficiente, espera al momento más oportuno y ora por sabiduría y mucha gracia para tus palabras. 

Dice el libro de Proverbios: «El consejo oportuno es precioso, como manzanas de oro en canasta de plata» (25:11). ¿Palabra clave? Oportuno. Hay un momento para cada cosa, y no siempre es el momento ideal para dar consejos, especialmente si suena más a juicio que a consejo. No olvides que tú y yo, como hijas del Padre celestial, somos un producto de su gracia, infinita, inmerecida, cada día. 

Esa mamá a la que tan fácil juzgamos pudiera ser nueva en la tarea, puede que no haya tenido una familia que le sirviera de modelo, tal vez está luchando por hacer las cosas lo mejor que puede y, no obstante, siente que se le acaban las fuerzas. Si algo necesita de nosotros quizá es una palabra de ánimo, una sonrisa, una invitación a un café, un preguntarle cómo está, o simplemente tomar la decisión de orar por ella y su familia. 

Jesús es nuestro mejor modelo de otorgar gracia al que la necesita. ¡Tantos encuentros tuvo con personas que quizá tú y yo hubiéramos evitado hoy, o a quienes juzgaríamos implacablemente! Aprendamos del Maestro. 

Es mejor que nos sangre la lengua por morderla para no decir lo que no debemos y no que atravesemos el corazón de alguien con palabras hirientes, con miradas de juicio y falta de amor. 

¿Estoy defendiendo el no escuchar consejos o no darlos? ¡Claro que no! Lo que estoy proponiendo es quitarnos la toga de juez que a veces nos adjudicamos. Estoy proponiendo que en lugar de autoproclamarnos expertas en crianza asumamos el rol de compañeras de lucha. Estoy haciendo una invitación a toda mujer, incluso si no es mamá, a que practiquemos lo que nos enseña la Palabra de Dios en pasajes como este:

«No salga de la boca de ustedes ninguna palabra mala (corrompida), sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan» (Efesios 4:29). 

¿Lo viste? Palabras que edifiquen, es decir que sean buenas, útiles, y con gracia. 

Esta es una palabra de exhortación, no de crítica. Te la comparte alguien que ha estado de ambos lados. Alguien que ha sido herida por palabras de juicio, y que sin dudas también en algún momento las ha dicho o las ha pensado… porque así de malvado es nuestro corazón humano. Sin embargo, podemos vivir transformadas si tenemos a Cristo. 

Seamos mujeres diferentes, ¡a eso nos ha llamado Dios! 

Wendy

Publicado originalmente en wendybello.com

Cosas de Casa, Crecimiento Personal, Familia

Edurne Mencia: Familias Felices

Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada”. 

Así comienza Anna Karenina, de León Tolstoi. 

En el caso de esta novela es la infidelidad y el deterioro del matrimonio lo que les hace infelices. En el caso de otras familias puede ser la enfermedad, las malas decisiones, los hijos que se meten en problemas, las adicciones, los problemas financieros… 

Cada familia tiene problemas distintos, luchas distintas, razones distintas para sentirse infelices. 

No podría contarte la cantidad de emails y mensajes que me llegan de mujeres que se desahogan conmigo o que me piden un consejo para alguna situación determinada. Cientos de historias de hogares rotos, de familias destrozadas, de mujeres que no dan más y que recurren a una extraña para dejar salir lo que hay en su corazón. 

En esos momentos de incertidumbre, de dolor, en el que nos sentimos tan desgraciadas, nos damos cuenta del vacío inmenso en nuestro corazón. 

Algunas confiamos en nosotras mismas, en nuestra propia capacidad para llenarnos a través de nuestra propia habilidad y capacidad… y terminamos dándonos cuenta de que no somos suficiente. 

Otras confiamos en otros, en las personas que nos rodean, tratando de llenarnos de aprobación y afirmación, de expectativas… y terminamos desalentadas y desanimadas al comprobar que nadie es perfecto y que también los demás se equivocan. 

Otras más confiamos en nuestras posesiones, en lo material, para hallar seguridad… y terminamos comprendiendo que el dinero no da calor por la noche ni alimenta el alma. 

Nada de esto funciona. ¿Qué hace, en última instancia, que una familia sea “feliz”? ¿Que un matrimonio funcione? ¿Qué nos sintamos “llenas”? ¿Es la ausencia de problemas? 

No, no lo es. 

Es la presencia de Cristo. 

Romanos 15:13

“ Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.”

Lo único que nos puede ayudar a superar nuestros motivos especiales para sentirnos desdichadas es Cristo. El único que nos puede llenar es Cristo. 

Y, una vez que comprendemos esto, una vez que somos plenamente conscientes de que todo lo que vivimos cambia radicalmente de perspectiva cuando lo vivimos en el Hijo de Dios, somos capaces de levantar la cabeza y volver a respirar. 

Quizás nuestra situación familiar no cambie cuando dejamos que Dios lleve el timón y sea Él quien nos guíe. Pero nosotras sí habremos cambiado. Ya no seremos las mismas. Ya no veremos nuestros problemas de la misma manera. 

¿Te estás ahogando hoy en tu necesidad? ¿En tu problema familiar? ¿En tu desdicha particular? Deja que Cristo te transforme hoy, que transforme tu perspectiva y que te lleve de la mano en la situación que estés viviendo, sea la que sea. 

Isaías 41:13

Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo”.

Contenta en Su servicio, 

Edurne

Espiritualidad, Familia, La Biblia

Edurne Mencia: «Mi legado»

http://dulcefragancia-mujer.blogspot.com.es/2014/04/nueva-colaboradora-edurne-mencia.html

Hoy estamos tristes. Nuestro equipo pierde una colaboradora. Edurne Mencia se ha ido con el Señor. Queda nuestra confianza de que un día nos reencontraremos. Nosotros nos quedamos con sus escritos, sus enseñanzas y la inspiración que compartía.

Queremos continuar publicando los muchos artículos que ha dejado para que más y más mujeres podamos aprender y hacer cambios en nuestras vidas para alinearnos con el Señor. Este era su deseo.

Edurne, te extrañaremos pero sabemos que estás el los brazos de Aquél que siempre te ha inspirado, al que amabas y servías. Podemos imaginar el momento de este encuentro maravilloso.

Hoy compartimos uno de sus artículos que habla directamente a este momento. Ella ha dejado un legado. Mientras lo leemos, oremos por sus hijos.

Mi Legado por Edurne Mencia: El Viaje de una Mujer

Un legado es todo aquello que pasa de padres a hijos. Como mamá, quiero que mis hijos afronten su vida en las mejores condiciones posibles, trabajando para dejarles cosas materiales. Como mamá a la manera de Dios, es mi deber trabajar igual de duro (o más) para dejarles a mis hijos un legado espiritual.

Mi legado espiritual.

El impacto que mi vida tiene y va a tener no sólo sobre mis hijos, sino sobre las generaciones futuras después de ellos.

Hay cosas que nuestros hijos heredan de nosotras sobre las que no tenemos ningún tipo de control: la estatura, el color de ojos, el cabello liso o rizado, la piel blanca u oscura… pero hay otras sobre las que debemos ser totalmente intencionales. 
Jueces 2:10

Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel.”

Debemos ser intencionales no sólo en enseñar a nuestros hijos lo que la Biblia dice, sino también en ser un modelo positivo de lo que significa tener una relación personal con Cristo y vivir de acuerdo a la Palabra de Dios. Debemos ser intencionales en mostrarles cómo servir al Señor, cómo servir a otros, vivir de acuerdo a principios y valores, amar la iglesia… Pasar a la siguiente generación un legado con valor eterno es mucho más importante que dejarles uno material.

Si no enseñamos a nuestros hijos a seguir a Cristo, el mundo les enseñará a no hacerlo”.

Aunque no te des cuenta, ya estás formando tu propio legado, estás teniendo un impacto en la vida de tus hijos a través de la forma en la que……oras…alabas…demuestras tu amor por Dios…hablas…respondes a las dificultades…superas (o no)  tus malas actitudes y hábitos…manejas la decepción…tratas a tu familia…gastas tu tiempo cada día…

¿Qué clase de impacto estás teniendo en la vida de tus hijos? ¿Qué tipo de legado estás construyendo? Hay tres cosas que no se pueden recuperar: las palabras, una vez que salen de tu boca, los momentos, una vez que pasan y el tiempo, una vez que se va ¿Qué palabras estás usando con tus hijos? ¿Qué sale de tu boca cuando te diriges a ellos? ¿Estás aprovechando cada momento para hacer un impacto positivo en la vida de tus hijos? ¿De qué forma utilizas tu tiempo cada día?

Los cristianos de hoy debemos pelear la batalla por las almas y el destino eterno de nuestros hijos” Kathy Howard

No puedes decidir por tus hijos. No te toca a ti decidir cuál va a ser su destino eterno. Pero sí es tu responsabilidad equiparlos de la mejor manera posible para que por sí mismos y con la ayuda del Espíritu Santo puedan desarrollar una relación personal con Cristo y tener una vida espiritual activa, comprometida y productiva.

Mi legado comienza de rodillas, batallando por las almas de mis hijos.

Quiero dejarte algunas cosas que podemos hacer para comenzar a construir nuestro legado espiritual:
– Involucra a tus hijos en cada aspecto de tur elación con Jesús: ora con ellos, lee con ellos, memoriza con ellos, sirve con ellos.
– Crea recuerdos y tradiciones espirituales, no atesores solamente fotos de cumpleaños y logros académicos
– Muéstrales su nombre escrito en tu Biblia junto a los versículos con los que oras por ellos.
– Decide cuáles son los valores y las virtudes bíblicas que deseas inculcar en tus hijos y comienza a ser intencional en vivirlos para poder transmitírselos a ellos (puedes comenzar con nuestro calendario de oración “31 virtudes bíblicas para orar por nuestros hijos”)
– Regala a cada uno de tus hijos una Biblia especial y diles por qué es especial.
– Comparte con tus hijos tus experiencias como creyente: cómo llegaste a Cristo, cuáles son tus dones y cómo los descubriste, tus versículos favoritos, tus sueños para Dios, en qué te sientes mejor trabajando en la obra…
Deuteronomio 6:6-9, 12, 20-21

Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.Cuídate de no olvidarte de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos que Jehová nuestro Dios os mandó? entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de Egipto con mano poderosa.”

Comienza a edificar tu legado eterno… hoy.

Desafío para esta semana: Escribe una carta a cada uno de tus hijos. Cuéntales detalles de su vida, cómo fue su nacimiento, anécdotas y recuerdos que estén grabados en tu memoria. Háblales también de cómo te sentiste tú, tus emociones. Cuéntales cuáles son tus anhelos como madre, tus sueños, tus objetivos, lo que esperas para su futuro. Compárteles tus oraciones por ellos, versículos que guían tu visión como madre. Puedes darles la carta el día de su mayoría de edad, de su matrimonio, o incluso guardarla para cuando tú faltes. Tómate un tiempo para hacer de este ejercicio algo especial, algo que atesoren cuando tú no estés. Que sea parte de tu legado.