En estos días de confinamiento en casa, he tenido la posibilidad de meditar más en la Palabra de Dios. Ha sido una calma en la cual las prisas se han detenido y he podido parar. Uno de estos días leyendo, me detuve en el Salmo 92 y vi que tenia algunos textos marcados entre ellos el versículo 12
El justo florecerá como la palmera; Crecerá como cedro el Líbano,
Salmo 92:12
Posteriormente leí un comentario al respecto. Pensando en lo que Dios quiere para mi vida, pude ver algunas cosas. La Palmera es el árbol nacional de mi país (Cuba). Es precioso ver como abundan a lo largo de toda la isla. La Palma es un árbol que crece desde 25 a 40 metros. Crece muy erguida y dentro de ella nace un tejido vivo protegido por una corteza que puede ser arrancada, herida, golpeada pero sigue creciendo y puede vivir hasta 200 años. Aunque el viento la doble, jamás se quiebra.
Tiene múltiplos usos desde medicinales, para comer, para hacer casas, algo muy común en los campos de Cuba. La Palma no se marchita fácilmente, ni le entran insectos. Su fruto (el coco) es más dulce cuando ha alcanzado los 80 años, dando sus mejores frutos en la vejez.
Dios, en su Palabra, la Biblia, nos compara con muchas cosas y aquí vemos que dice «El justo florecerá como la palmera».
¿Quién es el justo? Según el diccionario, es el íntegro, perfecto y recto. De ello podemos aprender, como la palmera que crece con su tejido vivo dentro y aunque su corteza pueda ser estropeada o golpeada ella sigue creciendo.
Nosotros aunque seamos maltratados, probados, zarandeados externamente, si nuestro interior está sano nada podrá detener nuestro crecimiento espiritual. Como todo lo de la palma se usa, también nosotros debemos desear ser usados todos los días del año para hacer grandes o pequeñas cosas. Aunque nos llegue a faltar algo o llegue la escasez, no nos debilitemos para no caer.
Sus frutos son más dulces cuando tiene 80 años. Me hace pensar que cuanto más avanzamos en nuestra vida, más dulzura podemos dar. Como mujeres cristianas, qué bendición será ver que las personas disfrutan de nuestra compañía por el sabor que damos.
Mi Oración: Señor Jesús, permite que pueda crecer bien alto y saludable espiritualmente, servirte como una palmera, que lo pueda hacer de muchas y variadas maneras, y sea mi vida tan dulce en mi vivir diario, que pueda derramar esa dulzura que me das por donde quiera que pase.
Me gustaría hablar un poco sobre cómo ser Asertivo en nuestra vida personal y en nuestras relaciones personales, ya que la falta de asertividad ha llevado a mucha falta de comprensión y rupturas de relaciones.
La persona de estilo Asertivo habitualmente actúa de forma que respeta a los demás y a sí mismo cualquier forma de pensar, sentir y actuar. O sea respetar al prójimo y a sí mismo.
La Persona de estilo Pasivo habitualmente actúa de forma que no respeta sus propios derechos. O sea, permite que los demás le pisen, no defiende sus intereses y hace lo que le dicen sin importar lo que sienta o piense a respecto. La ventaja de ser una persona pasiva es que raramente es rechazada directamente por los demás; la desventaja es que los demás se aprovechan de ella y se acaba por acumular una pesada carga de resentimiento, irritación y hasta ira. La forma de pensar de una persona pasiva es la de víctima indefensa.
La persona de estilo Agresivo habitualmente actúa de forma que no respeta los derechos de los demás. En general las personas agresivas piensan que siempre sufren la injusticia de los demás, la culpa siempre la tienen los otros que le irritan y que le sacan de quicio. En eso se parece a los pasivos/as, pero los pasivos suelen guardarse lo que piensan y sienten y no reaccionar. A la persona agresiva no le avergüenza lo más mínimo insultar, pelear, acusar, amenazar y todas aquellas actitudes de falta de respeto a los demás, no teniendo en cuenta lo que piense o sienta al respecto. La ventaja de este comportamiento es que nadie pisa al agresivo/a, la desventaja es que nadie lo quiere cerca.
El entrenamiento asertivo ha demostrado ser efectivo en el tratamiento de la depresión (70%), del resentimiento y de la ansiedad derivados de las relaciones personales, especialmente cuando tales síntomas han sido provocados por situaciones injustas. A medida que el individuo vaya volviéndose más asertivo, empezará a reclamar el derecho a sentirse más relajado y a ser capaz de dedicar tiempo sólo para sí mismo.
Antes de empezar a desarrollar una conducta asertiva, hay que tener bien claro el hecho de que tanto el estilo de conducta agresivo como el pasivo, generalmente no sirven para lograr lo que se desea. Por esto, el estilo asertivo nos ayuda a mejorar nuestra relación con uno mismo y con los demás.
No te dejes vencer por el mal; al contrario vence el mal con el bien.
Romanos 12:21
Os dejo una receta, servida en la boda de Paty, mi hija, y Martín:
Pastelitos de leche condensada:
1 Lata de leche condensada pequeña
2 Cucharas sopera de margarina
2 Cucharas soperas de chocolate
Colorantes alimenticios en pasta de colores, rosa, azul u otro color de su preferencia
Fideos de chocolate
Preparación:
En un cazo poner la margarina y llevar al fuego medio, cuando se derrita añadir el chocolate, la leche condensada y mezclar. Seguir removiendo hasta que se despegue de la olla. Verter en un plato previamente untado con margarina.
Si eliges hacerlos de color rosa, no uses chocolate. Poner con un palillo poquita cantidad de colorante rosa cuando ya esté apareciendo las burbujitas, remover, dejar hasta que se despegarue y verte en un plato untado con margarina.
Esperar enfriar y untar las manos con margarina. Hacer las bolitas. Pasar por los fideos de chocolate o azúcar glas y poner en los moldes de papel!
Hola mi amiga, soy Nataly. Soy brasileña, casada, madre de dos niñas, una de 6 años y otra de 3 años. Como profesión, elegí el camino de la belleza: he sido maquilladora profesional durante 10 años. Sin embargo, desde el nacimiento de mi primera hija, he optado por darle a mi carrera un poco de tiempo para aplicarme plenamente al cuidado de mi familia.
Confieso que no ha sido un viaje fácil. Es un viaje aparentemente solitario, en la mayoría de las veces. Podemos parecer prácticamente inútiles a los ojos de los extraños. Ser una madre a tiempo completo es dedicarte a una ocupación que no muestra resultados inmediatos. Sin embargo, veo cuánto he aprendido sobre el ser humano, sobre mí y sobre Dios mismo, mientras observo el crecimiento físico, emocional y espiritual de mis hijas.
Siempre he sido realista sobre los grandes desafíos que la maternidad impone. El más grande fue el descubrimiento de una infección asmática de mi hija mayor a principios de 2018, lo que llevó a un ingreso en el hospital durante 4 días. Entró en una crisis grave y llegó al hospital sin poder respirar sola, y fue hospitalizada allí durante 4 días.
Creo que fue uno de los momentos más difíciles de mi vida donde me sentí tan sola. Eso fue al principio, porque poco a poco vi a Dios a mi lado dándome la fuerza que necesitaba y protegiendo a mi hija de lo peor. Ella tenía cuatro años y medio, y yo estaba aterrorizada, llena de incertidumbre, no tenía respuestas a muchas de las preguntas que le hice a los médicos. Todo lo que dijeron fue: no sabemos cuándo podrá volver a casa. Me destrozó el corazón.
Creo que hoy, en todo el mundo, frente a esta pandemia que se ha desatado, estamos buscando respuestas, estamos buscando explicaciones, estamos buscando algo que nos dé paz. Sin embargo, parece que nadie tiene la respuesta, de hecho, parece que nadie puede calmar nuestros corazones.
Así que me gustaría decirles que en ese hospital, en medio del caos encontré paz en la palabra de Dios: la Biblia. Encontré paz cuando cerré los ojos y le pedí que se quedara allí conmigo, que me diera sabiduría, protegiera a mi hija y nos diera fuerzas para vivir lo que teníamos que vivir.
En este momento donde todo el mundo enfrenta el caos, tú y yo podemos volvernos a Dios nuevamente. Habla con El … pongamos nuestros miedos, ansiedades, incertidumbres ante Él, y sepamos que hay un Dios que nos ama, y que está dispuesto a comunicarse con nosotras.
Quiero dejar aquí un texto bíblico que me alienta en tiempos difíciles como la hospitalización de mi hija, como la que estamos viviendo en todo el mundo, o en cualquier otro momento difícil que se presente en nuestra vida.
3 Mientras callaba, envejecían mis huesos de tanto gemir todo el día, 4 pues noche y día me abrumaba tu mano, se extinguía mi vigor entre intensos calores. [ Pausa] 5 Pero yo reconocí mi pecado, no te oculté mi culpa; me dije: “Confesaré mi culpa ante el Señor”. Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. [ Pausa] 6 Por eso todo fiel te implora en los momentos de angustia; y aunque a raudales se desborde el agua, no les podrá dar alcance. 7 Tú eres para mí un refugio, tú me proteges de la angustia y me rodeas de cantos de salvación. [ Pausa] 8 Yo te instruiré y te enseñaré el camino que debes seguir, te aconsejaré y pondré mis ojos en ti. 9 No seáis como caballos o mulos que nada entienden: con el freno y las riendas hay que dominar su brío, pues de otro modo no se acercarán a ti. 10 Muchos son los sufrimientos del malvado, pero el amor rodea al que confía en el Señor. 11 Alegraos en el Señor los justos, regocijaos, gritad de gozo los de corazón recto.
Una de las experiencia más desoladora en mi vida ha sido experimentar: “El Silencio de Dios”
A menudo los salmistas protestaron porque Dios parecía darles la espalda ¿Por qué, entonces a veces siento que Dios calla y que Dios no actúa cuando más le necesito?
San Juan de la Cruz describió esta sensación llamándola “la oscura noche del alma”.
Me puedo identificar con Jesús, cuando sintió una gran soledad diciendo: “Padre, porque me has abandonado”.
Job me enseña que es posible desilusionarse de Dios y ver el poder de Él en mi vida .Y me enseña el modo más elevado de responder ante lo “irreparable”. El Señor lo dio. Cuando Dios le privó de todo, lo primero que dijo Job fue: “el Señor lo dio”. Job pudo recordar en medio de la desolación que todo lo que había tenido y disfrutado no fueron derechos que podía exigir, sino regalos que Dios en Su bondad le había obsequiado por un tiempo. Eligió dirigirse a Dios en términos de reconocimiento.“La gratitud llenaba su alma con tranquila tristeza, y se despidió de todo con amistad y mansedumbre”. El Señor lo quitó. Responsabiliza a Dios. El Dios de la Biblia es todopoderoso y soberano. “¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?”. Precisamente porque Dios es soberano Job no teme la furia de la tormenta o la violencia de los hombres: “No eres tú, tú nada puedes; es el Señor quien lo ha quitado.”[1] Ante mi desgracia pienso : “Dios podía (guardarme), pero en su soberanía decidió no hacerlo”
¿Pero qué pensar entonces de este Dios? Sea el nombre del Señor bendito. Es cuando Job dice: ‘Bendito sea Dios’, quiere decir que acepta lo que Dios le manda.” Job “no le echó la culpa a Dios”.
Job demostró que es posible adorar a Dios y confiar en Él, aún sintiéndose en la noche más oscura del alma.
Mayo 2013, Basado en un artículo de Emmanuel Buch
Doctor en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, y diplomado en Magisterio por la Universidad de Valencia. Se graduó en el Seminario Teológico Bautista Español, donde actualmente es profesor de Ética Cristiana, y pastor evangélico.
Si comparas realidades, es difícil de saber. Hay fragmentos caóticos y hay fragmentos estables. Hay movimientos y hay esperas. Hay destrucción y hay creatividad. Hay duelo y hay esperanza.
Salí por primera vez esta semana para hacer algo más aparte de la compra. Contando con un permiso oficial, un grupo de voluntarios pudimos juntarnos para repartir bolsas de comida a 130 familias. La semana que viene ayudaremos a 130 familias más. En total, serían 260 familias a las que esta crisis afectará mucho mas que con un simple confinamiento. Me cuesta aceptarlo.
La calle está vacía. Los parque sin niños y risas. La biblioteca y la churrería del final de la calle están cerradas. Se dice que muchas empresas locales no podrán reabrir. Me pregunto quiénes serán los afortunados que lo logren.
Pronto saldremos, pero no saldremos a la realidad de antes. Más de 20 000 personas ya no están. Es una cifra tan grande que ni se cómo tragármelo. Por ahora, esa realidad no ha llegado a mi fragmento.
En mi fragmento de realidad saldré a una calle llena de mascarillas. Veré miradas que se preguntan: ¿Y tú? ¿Cómo has vivido esto?
Mi fragmento de realidad incluirá viajes cancelados, comidas con mis padres, pero sin abrazos, quedadas dispersas y a distancia con mis amigos y con mi comunidad de fe, trozos de tiempo en los cuales debo decidir qué hacer.
En otros fragmentos de realidad el privilegio resalta. Se reincorporarán a una incertidumbre grave, algunos con pérdida de seres queridos, otros con pérdida de trabajo, ansiedad, depresión, miedo, hambre…
Vivimos en un fragmento de tiempo raro. Hay caos mental, emocional y hasta espiritual. No importa en qué lado del espectro social te encuentres. ¿Realmente podremos encontrar belleza en esto?
Hoy escuché a alguien decir que en chino, la palabra crisis significa peligro y oportunidad. A veces nos tienen que pasar cosas graves para sacudirnos, para movernos hacia el cambio. Me pregunto si esta es nuestra oportunidad.
Nota de la editora: este texto fue enviando antes de esta pandemia. Interesante es que puede ser totalmente adaptado para este momento, mientras afrontamos este gran reto:
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. –Salmo 46:10
Soy la peor en «estar quieta». No solo soy una mujer normal que tiene un millón de cosas en mente en un momento dado, sino que también tengo TDAH de adultos, soy una pensadora extrovertida y apenas puedo terminar un pensamiento una vez que lo comienzo.
Me preocupo y pienso demasiado en casi todo lo que podrías poner delante de mí. En un día típico, me pierdo cien veces, y al final de cada día me encuentro con una lista completa de cosas por la mitad, porque en medio de cada nueva tarea me distraigo y empiezo una tarea diferente.
Últimamente, me encuentro agotada, sintiéndome improductiva, cobarde e inútil. En lugar de mantenerme firme y pelear la buena batalla, recurro a un estado paralizante, escondiéndome detrás de cualquier razón que se me ocurra para no ser audaz. Es asqueroso. Parece que el diablo y el ángel, uno en cada uno mis hombros, están constantemente luchando para salirse con la suya.
Esto me hace sentir culpable y no importa cuántas veces mi marido (tan majo) me recuerde que no hay condenación en Cristo y que la próxima vez que vea una oportunidad necesito aprovecharla. Cada una de esas oportunidades perdidas parece dejar una cicatriz.
En los meses más recientes, me encuentro delante del Señor desesperada por saber de Él lo que pretende hacer conmigo. Me he encontrado gritando: “¡Señor! ¡Soy un desastre! ¿Qué puedo hacer para complacerte cuando mi corazón está agotado? No tengo nada y me encuentro vacía. No sé a dónde ir desde aquí y no sabría cómo llegar incluso si lo supiera. ¿Cual es tu propósito? Porque siento que me estoy equivocando «. Me pongo muy nerviosa teniendo esta conversación con Dios una y otra vez. No es de extrañar que esté agotada. Entonces … alivio.
Es cuando oigo este susurro:
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. –Salmo 46:10
Escuchar este recordatorio generalmente me deja sin palabras, en un estado de plena humildad … Mientras estoy tan ocupada, todo lo que Él quiere que haga es estar quieta ante Él. Este versículo me sorprende porque no se limita a que Él me pida que «esté quieta» ante Él, sino que sigue con la esperanza de que Él sea exaltado entre la tierra. Él se dará a conocer. Recibirá toda la gloria que se le debe y cumplirá su propósito global. Sobre todo, Él lo hará con o sin mí. Esto me da esperanza porque me recuerda que realmente solo tengo que tomar una decisión, y es, «¿Estoy en su equipo o no?».
Deseo desesperadamente ser parte de su propósito y de lo que está haciendo, sea lo que sea que eso signifique. Entonces, cuando se trata de tomar decisiones, ¿realmente importa lo que elijo? Porque si confío en que Él me está guiando, entonces todas, o al menos la mayoría de las cosas que se me presentan pueden ser filtradas por esa pregunta: «¿Es esto para su gloria o la mía?» Si es para su gloria, la respuesta es «sí», y si es para la mía, la respuesta es «no». Al menos, DEBE ser tan simple como eso. ¿Cierto?
En los próximos meses, estaré segura de «estar quieta» y elegir las cosas que le traen gloria. Nuestra familia ha estado enfrentando una agitación a la que no podemos dar palabras y en cada esquina hay más decisiones que tomar. Afortunadamente, Dios es Soberano y cuento con que intervenga.
Pase lo que pase, a través de todos mis éxitos y fracasos como madre y como esposa, rezo/oro para que mi familia esté firme en la verdad de que nuestro Creador se deleita en nosotros y tiene un plan para nosotros. Él ya conoce el final desde el principio; y al final es glorificado. Entonces, con fe en el Señor, continuamos en este viaje hacia la quietud. Nos convertiremos en mejores padres al tratar de proteger, enseñar, consolar y amar a nuestros hijos. Nos convertiremos en mejores cónyuges al tratar de protegernos, enseñarnos, consolarnos y amarnos. Nos volveremos terriblemente conscientes de lo humanos que somos y seremos desafiados profundamente por los deseos de nuestra carne.
Sobre todo, seguiremos necesitando desesperadamente de nuestro Salvador para satisfacer todas nuestras necesidades. El caos adquirirá un significado completamente nuevo. Tendremos que esforzarnos aún más para elegir ser pacientes los unos con los otros, amarnos, respetarnos y luchar por los demás. Comenzaremos un capítulo completamente nuevo en nuestro viaje hacia «estar quietas», y continuaremos preguntándonos, «¿es esto para Su gloria o la nuestra?».
Mi oración por cada una de vosotras mientras buscáis hacer crecer a vuestra familia en la paz, el amor, el conocimiento y la verdad del Señor es la siguiente: que sean maleables con sus enseñanzas, una esponja al recibir su gracia y un vaso para su gloria. Rezo/oro para que intentéis ser de la misma opinión con vuestro cónyuge para que juntos puedan criar hijos que sepan realmente “estar quietos” ante el Señor Todopoderoso y confiar en Él para satisfacer todas sus necesidades. La verdad que todos podemos sacar es que Dios será exaltado. Así que empieza con Él siendo exaltado en cada uno de nuestros hogares y continúa cuando aprendemos, a pesar de todo, sencillamente «estar quietas».
Parece ser que algo invisible ha llegado a remover al mundo entero. No lo vemos, ni siquiera ha sido experimentado por la gran mayoría de la población, pero muy dentro de la sociedad ha conseguido despertar el miedo. Miedo a lo desconocido, miedo a no saber cómo ni cuándo me puede alcanzar, a no saber si mis precauciones son suficientes o si me atacará y no podré defenderme.
Nos hemos rodeado de armas nucleares, de estrategias militares, somos la sociedad más avanzada en tecnología, tenemos grandes investigadores, científicos, gobiernos de todos los gustos y colores, sin embargo, nada de esto nos es útil ahora mismo, el mundo tiembla ante esta pandemia.
Esta crisis ha destapado nuestro miedo, sin embargo, es casi seguro que saldremos de esta como hemos salido de muchas otras, unidos y codo a codo, cuidándonos responsablemente saldremos adelante.
Pero la fragilidad de la vida está aquí, delante de nuestros ojos, diciéndonos que invertimos nuestro tiempo y nuestras fuerzas en cosas perecederas, hoy estamos y mañana quién sabe. Por otro lado, hay ciertas cosas, también invisibles, que pueden dar un vuelco al miedo: la paz, la serenidad, el sosiego, cosas que solo se sienten en el espíritu de una persona que ha entendido el sentido de su vida.
Si la vida es tan frágil que un virus nos la puede quitar, entonces es tiempo de reflexionar ¿qué hay después de la vida? Solo los que han encontrado eternidad en su corazón, son los que pueden permanecer en paz en medio de la crisis.
La Biblia dice que Dios puso eternidad en el corazón humano y Jesús dijo: yo soy la resurrección y la vida; por eso el hombre y la mujer que han decidido caminar con Jesús viven con la esperanza de la vida eterna, con la seguridad de que estamos de paso por esta vida y en cualquier momento puede terminar, pero ese final, solo es el comienzo de la eternidad.
Por lo tanto, como dijo Jesús, no temamos a lo que mata el cuerpo, temamos más bien a lo que mata el alma, a lo que la aprisiona y la mantiene con los ojos puestos en el presente y ciegos a la eternidad.
Deja hoy que el Dios invisible, llene de paz y seguridad tu corazón.
Nota de la editora: Angela comparte este excelente texto. Pensamos que en estos días que los niños se encuentran en casa por las circunstancias relacionadas con el Coronavirus, podréis utilizar estos recursos presentados.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE AYUDAR A NUESTROS HIJOS A PENSAR, VISUALIZAR Y APUNTAR HACIA SUS PROPIAS METAS Y OBJETIVOS?
Tomar un tiempo con cada uno de nuestros hijos por separado para hablar con calma y naturalidad de su futuro, de sus metas y sueños, puede aumentar la productividad, la motivación y la actitud de nuestros hijos en el colegio y en casa.
Proponte un tiempo donde serás positivo y hablarás con ilusión, aún si tu hijo te sugiere ideas poco prácticas o lógicas. Busca un lugar idóneo para poder escuchar las ideas, ilusiones y sueños de tus hijos. Este será un momento para escuchar más de lo que sueles hablar y demostrar que tu intención desde el principio es y será apoyarles en todo lo que se propongan en sus vidas.
No tienes que terminar este proyecto en un día. Toma tu tiempo y deja que tus hijos decidan cuando esté terminado y listo para colgar en un lugar que puedan verlo todos los días.
3 FORMAS DE HACERLO
REUNIENDO IMÁGENES, FRASES, E IDEAS QUE AYUDEN A PROGRESAR HACIA LA
META EN:
Cartulina
Tablero de corcho
Digitalemte por Pinterest
Elige una forma de expresarlo visualmente haciendo un mural en cartulina o sobre corcho con fotos de revistas o con vuestros propios dibujos y fotografías.
Pueden incluir personas a quienes admiran, científicos, deportistas que demuestren buenos valores o fotografías con modelos de quien les gustaría ser de mayor como pueda ser un profesor o un bombero, por ejemplo. Toma esta oportunidad para hablarles de alguna persona, idea o influencias que hayan marcado tu propio camino sin esperar que ellos adopten esos mismos para ellos.
También puedes leerles frases que hablen de valores que compartís en la familia y dejar que ellos te digan si se sienten identificados con algunas de ellas. Limítate a compartirles ideas y recursos y dejar que ellos elijan lo que más les llama la atención.
Metas más concretas también pueden representarse en su tablero con frases escritas que les motiven para esforzarse en los estudios, las relaciones con los amigos y el desánimo que sin duda enfrentaremos todos. Recuerda, que si en un momento de estabilidad emocional y tranquilidad les hablas de cómo pueden enfrentar las dificultades como las riñas entre amigos o el fracaso en alguna área de los estudios, tendrán muchas más probabilidades de enfrentarlas con valor y seguridad y así empezar a resolver sus propios desafíos.
Esta jóven de 14 años colgó en su blog sus metas y objetivos reflejando su ilusión por convertirse en una joyera como su madre. Incluye metas pero también sueños, lugares que le gustaría visitar y palabras que la animan a conseguir sus metas académicas.
¡PERO OJO! DEBES TENER CUIDADO CON ALGUNAS EXPRESIONES DE ESTE TIPO DE VISION BOARDS O TABLEROS DE VISUALIZACIÓN DE METAS.
Durante varias décadas los emprendedores han usado un tipo de tablero de visión para “atraer” el éxito. La idea consiste en reunir visualmente objetivos, metas y visión del futuro. Hay quienes dicen haber logrado todo tipo de éxito con afirmaciones diarias y viendo sus metas de forma visual. Algunos lo llaman incluso “la ley de atracción”, pero muchos expertos han escrito acerca de una motivación más centrada que no se base en el mero hecho de soñarlo o visualizarlo, si no enfocarse en el esfuerzo y el compromiso de lograr metas alcanzables.
¿CÓMO ENFOCARLO DE MANERA POSITIVA?
Pregunta a tus hijos si hay alguna mejor manera de enfocar lo que están intentando lograr, especialmente si ves que eligen ideales, que por falta de madurez, no son los más saludables para ellos.
Si ves que están poniendo mucho énfasis en la apariencia física, el derroche o cualquier otro concepto que sea dañino para ellos, esta es una oportunidad para hablar sobre ello.
Deja que este tablero vaya cambiando durante el año, y cada cierto tiempo comenzad de nuevo.
Algunas de las ideas que solemos comentar en casa se convierten en puntos de fuerza para nuestros hijos cuando ellos las hacen suyas a su tiempo. ¡Estos principios y valores pueden ser el mejor legado que les puedas dejar!
SUGERENCIAS PRÁCTICAS
Proponte una meta como padre: Renunciar a tus propias expectativas para apoyar las metas y objetivos que puedan nacer de tus hijos. No quiere decir que no les encaminemos, asesoremos o sugiramos, pero no es igual que ellos sientan que sus padres esperan que estudien periodismo, por ejemplo, a que ellos se sientan apoyados por sus padres para estudiar algo que realmente han expresado que les gusta y que tienen deseo de hacer.
Este ejercicio puede ser muy positivo con niños y niñas de todas las edades. Si el joven se siente motivado y libre para soñar e imaginar podrá expresar toda clase de ilusiones y deseos. Evita palabras negativas o comentarios que quiten valor a sus ideas. Recuerda que nosotros aprendimos muchas lecciones en la vida cometiendo errores primero y cambiando de parecer y de dirección en varias ocasiones.
Por último, haz preguntas en vez de comentarios negativos. Tus palabras marcan.
Por ejemplo si tu hijo decide que tiene como meta ser astronauta, la conversación puede que te lleve a decir, “¡Qué interesante! ¿quieres ser astronauta? ¿cómo conseguirías eso?” Si te responde con algo como “… pues me haré amigo de un astronauta para que me invite a ir con él a la luna” puedes contestar con una sonrisa y sugerir que veáis algún vídeo de la NASA para niños explicando cómo los astronautas se preparan para ir a la luna.
Ellos mismos se darán cuenta de lo que implica y podrán llegar a sus propias conclusiones. Qué fácil y desalentador para el niño hubiera sido decir, “¡Anda pero si tú no puedes ser astronauta porque eso es muy difícil y aquí no se puede estudiar eso y además hay que ser muy inteligente…!” Son pequeños matices que nos hacen influenciar a nuestros hijos de dos maneras completamente distintas.
Podemos aumentar o disminuir la ilusión que todo niño tiene de descubrir y alcanzar nuevas metas y conocimientos. ¡Escucha, corrige con amor, brinda apoyo y comparte la vida con tus hijos!
En un mundo de tanto estrés e inestabilidad, es muy fácil ir con la corriente y convertirnos en un manojo de mujeres nerviosas y temerosas. Sin embargo, nada más lejos del diseño de Dios. Eso no es lo que nuestro Padre amoroso quiere para ti y para mí. El caos seguirá rodeándonos por todas partes, nuestra manera de reaccionar marcará toda la diferencia.
¿Qué hacer entonces? Hoy quiero compartir contigo algunas lecciones que he aprendido en mi caminar con Jesús.
Nuestra paz no viene por un cambio de circunstancias, nuestra paz es una persona, Jesús, y por tanto viene al conocerle. Cultiva cada día tu relación con él.
Sé selectiva al escuchar. Las malas noticias son lo que produce el sustento a la mayoría de las cadenas noticiosas pero no son el alimento para una mujer de Dios. Si les seguimos la rima, acabaremos escondidas debajo de las sábanas.
Cuando el temor saque la cabeza, acude a tu arsenal de promesas de Dios. Si dejas que asome más que la cabeza, le darás oportunidad de apoderarse de ti; si lo atacas desde el principio, la batalla estará ganada.
Pon tus reacciones bajo el control del Espíritu Santo. No podemos controlar lo que sucede, en la mayoría de los casos, pero sí cómo reaccionamos.
El negativismo es muy contagioso, rodéate de personas que te hagan reír y recordar que Dios te ama, sea lo que sea.
Camina, contempla la creación, respira profundo y da gracias por la belleza que nos rodea. Este simple acto nos hace recordar que estamos vivas y eso por sí solo es un regalo de Dios.
Canta, alaba. No importa si eres afinada o no, ni si tu voz es digna de una compañía de óperas. Cuando alabamos a Dios dejamos de pensar en las circunstancias y nos enfocamos en aquel que controla toda circunstancia.
Dedica tiempo a las relaciones humanas. No hay nada que las pueda sustituir. Dios nos hizo para vivir en comunidad.
Memoriza la Palabra de Dios. Aquello que llene tu mente, llenará tu corazón.
Lee un buen libro. La lectura nos enriquece, nos permite viajar con la imaginación y nos da la oportunidad de aprender sin mucho esfuerzo.
Usa la creatividad. Hay algo en este acto que produce una sensación de bienestar. No importa qué sea, desde un rico plato de comida, una manualidad, hasta algo para el hogar, el jardín o algún miembro de la familia.
Descansa. El cansancio es el peor enemigo de un buen estado de ánimo, tal es así que Dios nos mandó a descansar. Sé intencional en disfrutar el descanso. Tú no eres una máquina, eres una persona.
Espero que estos consejos sean de bendición para tu vida, y si así es, ¡compártelos con tus amigas!
¿Sabías que en el siglo XXI estamos padeciendo de un problema general? Se llama falta de atención. Y no me refiero a la enfermedad desde el punto de vista clínico. No, me refiero al fenómeno que cada vez se expande más por la sociedad aplastada por el peso de la tecnología.
Varios estudios han demostrado cuánto ha disminuido la productividad de las personas porque sus cerebros están cambiando constantemente de actividad: correo electrónicos, alerta de mensajería instantánea, mensajes de texto, varias ventanas abiertas en el navegador de internet y un ratón que hace clic aquí y clic allá, actualizaciones en Facebook, llamadas telefónicas… solo de pensarlo me agota pero sé que así vivo yo también.
El resultado de todo esto es primero, como dije, poca productividad. El famoso mito de la multitarea quita más de lo que da. Muchas tareas comenzadas, pocas terminadas. Agotamiento físico y mental.
Y últimamente Dios ha estado llamando mi atención al respecto. Aparentemente estamos en muchas cosas y lugares a la vez, pero nuestra mente no está en ninguno. No de manera completa.
Esa no es la vida abundante que Dios quiere para ti y para mí. Una vida de torbellino, agotada, con la mente corriendo de aquí para allá, ese no es el plan de Dios. El plan de Dios es una vida con prioridades, una vida con paz en medio del caos, una vida en la que aprovechemos el tiempo. Pero aprovechar el tiempo no es hacer varias cosas a la vez durante el mismo período de tiempo sino vivir a plenitud cada período de tiempo…porque nuestros días son muy cortos en esta Tierra. El plan de Dios es que vivamos con intención.
intención.(Del lat. intentĭo, -ōnis).f. Determinación de la voluntad en orden a un fin.
¿Qué vamos a determinar? Bueno, empecemos por hacer lo que leí una vez (lamento no recordar el libro): donde estemos, estemos allí 100%. Y no me refiero solamente a un lugar físico, me refiero a la tarea que estemos haciendo, a la conversación que entablemos, etc.
Así que hoy te propongo otra lista de “7”, para vivir con intención la semana y ver qué tal nos va.
Aparta al menos 30 minutos para darle tu atención completa a Dios. {Si esta meta es muy alta para empezar, dedica menos tiempo, pero con toda intención.} Ese será sin duda el momento más importante de tu día.
Cuando tu esposo llegue a casa en la tarde, o los niños regresen de la escuela, conversa con ellos mirándoles a los ojos, escuchando de veras. No trates de combinar ese momento con otro para ganar tiempo. Estas son las personas más importantes en tu vida. Lo demás puede esperar.
Besa y abraza. En la vorágine del siglo XXI hasta esto se ha vuelto escaso. Dicen los que saben que los matrimonios que se besan y abrazan todos los días, son más felices. Y los niños que reciben besos y abrazos de sus padres se sienten más seguros y queridos.
Usa un reloj o temporizador. Dividir las tareas por tiempo ayuda a concentrarnos mejor. Veinticinco minutos es un buen número. Y al terminar los 25, toma agua, camina un poco, haz algo que implique cambio de actividad. Y vuelve a empezar con otros 25 minutos.
Alimenta tu alma. Cambia un poco de televisión por un buen libro. Y si no eres de las que gusta mucho de la lectura {gracias de paso por dedicar unos minutos a esta}, entonces “escucha” un libro. Esta era de tecnología nos da esa ventaja. Leer, o escuchar, un buen libro nos desafía a pensar, y así ejercitamos el cerebro, que a fin de cuentas también es un músculo.
Cuida de tu cuerpo. El templo del Espíritu. Sé que nos cuesta…a mí me cuesta. Pero somos responsables de él. ¿Media hora de ejercicios cada día es mucho? Comienza por menos, quizá tres veces por semana. El asunto es ser intencionales con los ejercicios, con lo que comemos.
Cena en familia. Este es otro de los hábitos casi extintos de nuestra era post-moderna. Pero, ¿sabías que las familias que cenan juntas son más saludables emocionalmente? ¿Y que los hijos que cenan con sus padres son más abiertos y menos propensos a conductas dañinas? Los horarios a veces chocan, el tráfico nos demora, etc. Pero no es imposible. Si no todos los días, busca que sea la mayoría.
Podríamos añadir otras cosas, pero voy a empezar por estas siete. Sí, para mí misma. Tal vez tú las quieras hacer tuyas.
Quiero vivir con intención mis días y así traer al corazón sabiduría.