
¿Cuándo escucháis la palabra “comunicación,” que imagináis? Quizás, una persona que sea elocuente o hábil con sus palabras, un buen orador. Sin embargo, en las relaciones, especialmente en las relaciones de pareja, hay un componente de comunicación casi oculto; la habilidad de escuchar. Es importantísimo para nosotros mejorar nuestra comunicación, no solo con las palabras que usamos con los demás, sino también en la forma en que escuchamos a nuestras parejas. Solemos conversar sin escuchar, aunque pensamos que realmente lo hacemos, o ¿no te has dado cuenta de que mientras la otra persona esta hablando, tu estas pensando en que vas a decirle luego? Cuando la otra persona se dé cuenta que no estamos escudándole, no se va a sentir comprendido y validado por nosotros. Hay que practicar una escuchar activa, mejorará nuestra relación como pareja.
Mi marido y yo tememos casi 15 años de casados y tenemos cuatro hijos pequeños. Nunca estamos aburridos. Ambos somos activos en nuestros trabajos, comunidades, pasatiempos y amistades. Incluso antes de tener hijos, nuestros días siempre estaban llenos. Sabíamos desde el principio que teníamos que hacer espacio en nuestro día y en nuestra vida para conversaciones significativas y honestas entre nosotros. Tenemos que priorizar la buena comunicación en nuestra relación.
Pudimos contar con una pareja muy sabia que se reunió con nosotros antes de casarnos y nos equiparon con herramientas para ayudarnos con nuestra capacidad para comunicarnos juntos. Con gran alegría vamos a compartir una de ellas con vosotras. Es sencillo. Casi demasiado simple. Esto es una buena manera de comunicar con claridad, se trata de comunicar cómo te sientes usando una escala del 1 al 10. 1 indica lo más negativo y 10 cien por cien positivos.
Este es un escenario donde recientemente usamos la escala. “¿Le gustaría cenar comida hindú?” Yo respondí con un 5, pero mi marido me dijo, “yo le doy un 9.” Entonces, obviamente, él quiere comer comida hindú, mientras que a mí no me importa tanto. Pero en otra ocasión, él quiere comer hindú otra vez pero yo no tengo ganas de comer hindú, entonces digo “bueno, estoy un 3.” Entonces buscamos otras opciones.
Aquí hay otros ejemplos de preguntas cuando usamos la escala para hacer decisiones.
¿Cómo te sientes físicamente entre 1 al 10?
¿Cómo te sientes espiritualmente entre 1 al 10?
En una escala del 1 al 10, ¿le gustaría tener otro bebé? ¿Y por qué ese número?
¿Deberíamos mudarnos a una nueva ciudad? ¿Quiere comprar ese coche?
Dar un significado numérico a la situación o sentimiento nos permite abrir y clarificar la comunicación entre nosotros. También nos ayuda negociar cuando sea necesario y evitar suponer lo que el otro piensa, siente o cree. Ambos buscamos lo mejor para el otro. Esta herramienta nos ha ayudado a comenzar las conversiones en una manera que ambos nos sentimos escuchados y comprendidos por el otro. Ciertamente ha ayudado a aclarar tantos errores de comunicación y ha creado una manera en la que podemos ser asertivos en nuestras preferencias sin ser ofensivos y evaluar cómo se siente el otro en cualquier tema.
Espero que esta pequeña herramienta de comunicación pueda ayudar a vuestra relación, tanto como ha ayudado a la mía a lo largo de los años.
Krystal