
En el amor como en la vida tomamos decisiones y dependiendo de estas, es el resultado de lo que estamos viviendo. En el matrimonio pasan los años y se acaba la pasión desbordada y toda esa energía, pasa el enamoramiento, … pero si tomas la decisión, nos queda el amor más importante que es el amor verdadero, el que además de sexo nos da paz, seguridad, y muchas alegrías.
Seguramente tú, querida lectora, ya sabes el secreto o los secretos para tener un matrimonio exitoso. Yo no soy experta ni profesional en relaciones matrimoniales. No soy consejera, pero quiero compartir lo que yo he aprendido y sigo aprendiendo. Así que este pensamiento y reflexión es para ti que eres joven, recién casada o que tengas una crisis en tu matrimonio.
Hace tiempo una amiga me dijo que yo tenía suerte en mi matrimonio porque siempre se nos veía felices, que los dos nos entendíamos muy bien, y que le dijera mi secreto. Ella nunca se imaginó mi respuesta.
Nosotros estamos muy lejos de ser el matrimonio perfecto, tenemos muchas diferencias, a veces discutimos, otras nos enojamos, a veces tengo sentimiento negativo hacia él cuando me hace enojar y seguramente el siente exactamente lo mismo por mí. Pero tenemos un secreto: no dejamos que este enojo supere más de un día, y sobre todo, nunca nos faltamos al respeto, porque hemos decidido amarnos aún con nuestros defectos. Nadie es perfecto, sólo Dios es perfecto. Esta es nuestra primera decisión. Ya sabes lo que se dice «Amar es una decisión y después un sentimiento».
Nosotros decidimos construir un matrimonio sólido, decidimos tener fidelidad, decidimos tener respeto, cuidado mutuo y confianza. No olvides que un buen día tu decidiste amarlo y respetarlo todos los días de tu vida, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, así que si ya decidiste pasar tu vida juntos, entonces haz agradable este viaje!
Amiga, por favor decídete; decídete a perdonar y a pedir perdón cuando te equivoques, a perdonar los conflictos que muchas veces son malos entendidos o mal interpretados porque él no lo dijo en el tono correcto o porque fue en un día que tu no estabas para aguantar nada, perdona siempre que puedas.
Nunca debemos confundir perdonar con humillarse porque eso no es amor, no debemos soportar abusos, el amor no rompe la integridad moral ni física, ni la dignidad, el amor no humilla, el amor honra.
Decide honrar a tu esposo, admíralo, respétalo. Fundamenta tu relación en principios sólidos. Nacimos para amar y ser amados porque el amor te da vida. Dejemos el egoísmo, tengamos más paciencia y tolerancia, acéptalo tal como es, admíralo concentrándote en sus virtudes y minimizando sus defectos.
Yo podría darte varios ejemplos de mi vida pero te digo uno muy simple: A mi no me gusta nada dedicarme a lo que tenga que ver con mi coche, yo lo uso pero mi esposo es el que se encarga de tenerlo a punto en todo, de lavarlo, llenarle de gasolina, de llevarlo a la ITV, del cambio de aceite etc. Él sabe que a mí no me gusta dedicarme a ello y él lo hace por mí, es una cosa tan simple pero que yo valoro mucho. Él es generoso conmigo como en tantas cosas y así mismo yo intento agradarle haciendo cosas por él, y las hago con amor.
El matrimonio es un compromiso, decídete y haz el esfuerzo constante por mantener una buena relación para disfrutarla plenamente. Fortalece el amor compartiendo tiempo, alimentándolo de los recuerdos, de generosidad, ten empatía, y nunca decidas que tu felicidad depende de tu esposo porque él sólo contribuye a tu felicidad pero no es el responsable. Tu felicidad la decides tú y nadie más que tú! Nadie está para llenar vacíos, tu felicidad es una elección personal, Yo llevo mi felicidad a mi matrimonio y contribuyo a la felicidad de mi esposo.
El amor es diferente a el enamoramiento, el amor es un acto voluntario y debemos luchar para que no se apague cuando pasa el enamoramiento, para que se convierta en un amor maduro, con respeto y aceptación mutua. Amar es más que sentir, el amor no es obligado, es un acto de la voluntad, es un compromiso que asumimos y disfrutamos día a día.
En el matrimonio siempre habrá días buenos y malos, … y muy malos. Habrá problemas y discusiones pero si entendemos esto del amor verdadero prevaleceremos sobre las circunstancias que estemos pasando. Hay una frase de una canción que dice: «Amar no es sentir sino actuar». Amar es un verbo el cual requiere acción, pero no es un sacrificio. Es un esfuerzo agradable porque sabes que tiene recompensa, si requiere renunciar a los deseos egoístas, requiere de dedicación, de lealtad, de fidelidad, de invertir tiempo, pero no es sacrificio porque es voluntario. El matrimonio es un proceso educativo donde crecemos mutuamente. Si decides amarlo…todo lo demás será más fácil!
Existen muchos consejos para mejorar tu vida en pareja, aquí en este blog las profesionales de Dulce Fragancia, Goyi, Wendy y Mara nos dan unos consejos buenísimos. Por mi parte te recomiendo unos libros buenísimos de los que yo he aprendido mucho y sigo aprendiendo cada día. Deseo con todo mi corazón que también te sirvan a ti.
Siempre que tengo que tomar una decisión ya sea en algo que influye en mi matrimonio o en cualquier aspecto de mi vida le pido dirección a Dios que Él es el único que me puede guiar sin error, te animo a que también lo hagas!
Con sabiduría se edifica la casa,
Con prudencia se ponen los cimientos,
El que es sabio tiene gran poder,
Y el que es entendido aumenta su fuerza.
Proverbios 24: 3,4.
Sonia
Ahora os dejo mis recomendaciones de libros:




