Crecimiento Personal, Espiritualidad

Edurne Mencia: cuando crecer duele

En los años que han transcurrido desde que tomé decisión por Cristo, ha habido muchas y variadas situaciones en las que me he visto obligada a crecer. Especialmente desde que Dios me llamó a servirle como misionera en la selva de Venezuela.

En estos años ha habido momentos de soledad, de duda, de miedo. Ha habido mudanzas, cambios, robos. Hemos vivido en toda la gama desde la abundancia hasta la escasez más absoluta. En resumen… un poco de todo.

Todas estas situaciones que uno vive, le hacen, sí o sí, crecer como persona y crecer en la fe. 

Pero ha habido una situación en especial que me ha hecho crecer y crecer mucho…

…soportar el daño que otros creyentes me han hecho.

 Y es que, a veces, crecer duele. 

No puedo precisar cuántas veces he podido llorar sobre estos versículos:

Lucas 6:27-36

Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.

Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.

Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis?

Porque también los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. 

Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.

Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

Durante mucho tiempo no podía creer que fueran mis propios hermanos en la fe los que más daño me hicieran. Calumnias, mentiras, tergiversaciones, malas intenciones…

Se supone que eso no pasa en una iglesia ¿no?

Error.

Pasa. Y pasa mucho.

¿Qué es una iglesia al fin y al cabo? Es un conjunto de pecadores redimidos. Algunos más, algunos menos. Algunos se esfuerzan por no pecar, otros no tanto. Algunos que no reconocen sus errores, otros que se equivocan, los confiesan y los superan. Pero, al final, una iglesia no deja de ser un grupo de pecadores.

Comprender esto e intentar vivir Lucas 6:27-36 ha sido mi secreto para crecer a pasos agigantados.

Te confieso que ha sido un recorrido durísimo, con altos y bajos, mucho dolor y muchas lágrimas. Pero un proceso también liberador que me ha ayudado a acercarme más a Dios y a que Él pueda trabajar en mi vida de manera que solo puede hacerse a través del sufrimiento.

Hoy quiero compartirte algunas lecciones que he aprendido por el camino y que han sido de gran utilidad para mi vida:

Dios me perdonó a mí más de lo que cualquiera pueda hacerme

Cuando Jesús entregó Su vida en la cruz, cargó sobre Sus hombros mi pecado. Todo. El pasado, el presente y el futuro. Él escogió perdonar y me perdonó más, mucho más, que cualquier ofensa que algunas personas me puedan hacer. ¿Quién soy yo para no perdonar a alguien después de todo lo que se me ha perdonado a mí? ¿Acaso yo no ofendo a Dios y a otras personas y espero perdón para mis fallas?

No puedo controlar lo que otros piensan y dicen, pero sí puedo controlar lo que yo pienso y digo.

Hay gente a la que nunca le vas a caer bien. Hay personas que nunca van a entenderte, que no te va a tomar en cuenta, que va a malinterpretar todo lo que dices y que va a criticarte hagas lo que hagas. Yo no tengo ningún control sobre eso. No puedo meterme en la cabeza de otras personas y cambiar su opinión sobre mí. Pero sí puedo controlar lo que yo pienso, digo y hago. Sí puedo controlar no tomar la ofensa y poner la otra mejilla. Sí puedo controlar mi actitud ante esa persona que me está haciendo daño. Puedo y debo.

El amor es una decisión

Dios decidió amarme a pesar de mi pecado (Romanos 5:8), a pesar de mis ofensas, de mis transgresiones. Yo decido amar a pesar de. Amar sobre todas las cosas, sabiendo que el amor ferviente, el amor intenso, el amor no condicionado por lo que recibe de vuelta, sino por el Espíritu Santo que mora en nosotras, cubrirá multitud de pecados (1 Pedro 4:8)

El perdón libera

El perdón nos hace libres. ¿Te das cuenta de que, muchas veces, te sientes ofendida por algo que te han hecho y la otra persona está tan tranquila porque ni siquiera sabe que te ha ofendido? Tú estás fatal, te sientes mal, herida, maltratada… y la otra persona vive su vida sin mayor problema. Otras veces, la persona que te hiere sabe que te ha herido. Y busca tu reacción… escoger perdonar nos libera de comportarnos tal y como los demás pretenden que lo hagamos y nos da la oportunidad de comportarnos de la manera que Dios espera de nosotras.

Mi enemigo no es mi hermano

No, no lo es. El creyente que te hace daño está manejado por el enemigo de nuestra alma. A Satanás le encanta crear conflicto dentro de la iglesia. Él sigue como, Julio César, la máxima de “divide y vencerás”. Cuanto más divididos estemos en el cuerpo de Cristo, mejor podrá atacarnos y destruirnos. Saber en todo momento quién es nuestro enemigo real, nos ayuda a tomar las cosas con una perspectiva distinta.

¿Estás luchando con el trato que otras personas te dispensan, especialmente con el trato displicente de otros creyentes? Utiliza esta temporada en tu vida como un aliciente para crecer, como una herramienta para fortalecerte en el Señor.

Contenta en Su servicio,

Edurne

Crecimiento Personal, Familia, Salud y Belleza

Día Internacional de la lucha contra el cáncer

19 de Octubre

Desde hace unas décadas, la fecha 19 de octubre ha quedado marcada en nuestros calendarios como el día en el que recordamos que el cáncer de mama es una realidad cercana y que no debemos bajar la guardia ni en la detección precoz ni en la prevención con además hábitos de vida saludable.

Desde Dulce Fragancia, queremos rendir homenaje a todas las mujeres que lo han padecido; algunas de ellas no lograron superarlo, pero otras tantas que pueden ser nuestras familiares, amigas o conocidas, han conseguido librar esa batalla a fuerza de tenacidad, constancia, dolores, dudas, incertidumbres. Pero con la convicción de que la recompensa sería algo mejor y diferente. Simplemente, el hecho de disfrutar de la nueva oportunidad de vida brindada para vivirla, disfrutando cada pequeño minuto con todos aquellos a quienes quieren y les rodean.

Como se suele decir, «baste un botón» para que podamos comprobar que estos testimonios amablemente compartidos por varias amigas , nos puedan servir de ánimo, aliento, brisa fresca.

Pilar
Año en que me detectaron el cáncer: 2016

Pilar nos comenta lo siguiente: “En mi familia ha estado y está muy presente el cáncer y es uno de mis mayores temores. Después de la operación, me dijeron que ya estaba curada, pero tengo que confesar que las revisiones semestrales me mantienen alerta, con confianza en que todo está controlado”

Susana

Año en que me detectaron el cáncer: 2010. Una noticia totalmente inesperada que no asimilas enseguida

Susana nos comenta: “empiezas con las preguntas por qué a mí; no lo entiendes, ni quieres hacerlo. Sentía que no era mi tiempo para irme con el Señor Jesús, pero supe que iba a ser un largo camino y han sido 6 largos años. Cuando ahora miro hacia atrás puedo decir, que fue muy difícil; sobre todo para mis hijos y mi marido. Pero nunca me sentí sola, ni abandonada y experimenté milagros diarios en el proceso. El Señor Jesús me acompaña, me protege, me va dando nuevas fuerzas cada día para sanarme de las secuelas emocionales y físicas; me regala un día lleno de retos y poder ser luz brindándome el privilegio de poder servir de acompañamiento a personas que han sufrido de cualquier tipo de cáncer, a las cuales poder consolar, abrazar, orar. Es una bendición para mí y poder estar a su lado, entenderles y llorar o reír con ellos. Doy gracias a Dios por mi vida, por mi familia, y por todos los amigos que me ha regalado a lo largo de esta historia, que ha sido llena de aventuras. Pero sobre todo ¡para acercarme más y más a mi Padre Celestial!”

Linda
Año en que me detectaron el cáncer: 2000

Linda nos comenta que ahora siendo ya bisabuela, da gracias a Dios cada día por cada momento que está disfrutando del amor de su familia , su guapo esposo (como ella misma le llama y con quien la vemos en la foto). Poder ver cómo sigue aumentando la familia, es un bien muy preciado. Las secuelas y dolencias también por la edad aparecen de vez en cuando, pero mayor es el amor para ofrecer a los tuyos y a todas mis queridas amigas en España a través del scrapbooking, con las cuales nos juntamos una vez al año.

Catalina
Año en que me detectaron el cáncer: 2004 

Catalina nos comenta: “Una de las frases que más me gusta, y que no es mía, la leí por ahí, es: Yo tuve cáncer, pero ¡él nunca me tuvo a mí!”“ Después del Cáncer, y de creer que no sería posible, la pequeña Sara llegó, sin más e hizo aún más válido aquello de que el Cáncer NO pudo conmigo. 

😍

¡Gracias a cada una por vuestra valentía, vuestro coraje, vuestras ganas de seguir vivas, haciendo historia y marcando la diferencia!

Cada una con su propia historia, con su propia experiencia.
Cada una nos ha brindado un trocito de su corazón y su vivencia. Todas coinciden, al fin y al cabo, en que el camino es largo en esta nueva esperanza, esperanza de vida, de vida eterna.

Proverbios 31:29 “Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas”. 

Nilda

Crecimiento Personal

5 maneras para hacer un detox en tu vida

¡Feliz septiembre (casi octubre) a todas!

Por menos que nos apetezca, es momento de volver de las vacaciones y a la rutina.  Así es la vida.  «Hay un tiempo para cada cosa bajo el sol», ya nos decía el gran sabio Rey Salomón en su libro Eclesiastes. 

Como no hay remedio tenemos que afrontarlo con una actitud positiva y con manos a la obra en vistas a nuestra salud mental, emocional y física.  

La depresión pos-vacacional es una realidad.  Así que os dejo algunos consejos que a mi me ayudan a afrontarla:

1) Haz una lista de todo lo que le ilusiona del año nuevo: rever a los amigos, celebrar alguna fecha especial, salir a comprar los materiales escolares – lo que a mi ¡siempre me ilusiona! – cosas grandes y pequeñas pues la vida está hecha de pequeños momentos. 

2) Organiza la cocina y planea probar un par de nuevas recetas saludables para servir a tu familia.  Hay algo especial en servir, y en especial, a tu familia.  Cuando vayas al super, busca comprar ingredientes frescos y saludables – cuando lo hago me siento muy bien conmigo misma.  

3) Cómprate una agenda nueva.  Eso sí que me ilusiona … en especial si puedo decorarla, escribir cosas importantes y guardar toda mi información y horario.  Siento que estoy más en control cuando lo tengo todo apuntado. 

4) Empieza a comer bien y a cuidarse con más disciplina. Puede que el verano haya sido un poco descontrolado con relación a eso. Es un buen momento de decidir cambiar y hacerlo bien. Puedes probar estas Aguas Detox que hemos publicado hace un tiempo. Puedes seguir un plan como el Plan Daniel. Hay también muchas maneras de cuidar tu piel naturalmente, después del sol. Para tanto seguir este enlace:  Cuidado de la Piel.

5) Por último y más importante: el detox espiritual. Puede que te sientas cansada de servir, dar atención a todos en tu familia, y necesitas descansar. Planea algo nuevo en esta area: empeza a leer la Biblia (seguid este enlace para Biblia online con diferentes planes de lectura), hablar con Dios más a menudo (este grupo de Facebook, Mujeres que oran, ofrece inspiración y este mes enfoca en orar por los hijos), etc. 

Nosotras somos seres complejos y todo en nosotros está relacionado. Tenemos que tener un plan que cubra todas las facetas de nuestra vida. No descuide ninguna, en especial la espiritual, esta te da las fuerzas para todo lo demás. Que liberador es encontrar el propósito de nuestra vida.  Os dejo con el fin del discurso de Salomón:

«El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.»

Eclesiastes: 12:13

Mara

Crecimiento Personal

Lo que sale de la boca … (con receta de pimientos rellenos)

En la vida diaria, cada uno tenemos nuestra forma de expresarnos y de reaccionar ante las diferentes situaciones que nos depara el día a día. Qué palabras salen de nuestra boca, qué actitudes reflejamos ante aquello que nos molesta, qué ambiente creamos en nuestro hogar con nuestras palabra … ¡Cuán fácil es quejarse, cuán fácil puede ser hablar mal del vecino, cuán fácil es hablar palabras de desconfianza y duda!

Jesús dijo que de la abundancia del corazón habla la boca. Así es, de lo que nos llenamos sacaremos.

Hoy es un buen momento para examinar nuestras palabras, y decidir hablar cosas que construyan y reforzar con nuestras palabras los valores cristianos que queremos inculcar a nuestros hijos. Hoy es un buen momento para decidir hablar palabras de esperanza y de confianza en Dios.

¿Cómo es esto posible?  Fallaremos muchas veces, sí, pero si pasamos tiempo con Dios, dejando que Él transforme nuestra mente y llene nuestro corazón de fe y confianza en sus promesas, poquito a poquito nuestro entorno irá notando que vivimos cerca de Dios.

Nuestros hijos necesitan tener referentes de personas que viven el cristianismo de verdad. Vivimos tiempos dificiles, en los que todo lo cristiano es cuestionado, en los que a lo bueno se le dice malo y a lo malo bueno.

El hogar es una oportunidad maravillosa de poner un fundamento firme para nuestros hijos, y de ser ejemplo de lo que es ser cristiano. ¡¡Dios nos ayudará!!

Os dejo una receta sencilla que he descubierto hace poco y es deliciosa y no muy calórica. 

Pimientos Rellenos
2 botes de pimientos enteros del piquillo 
3 latas de atún en aceite 
250 grs de surimi 
Un poco de pimienta negra 
Se les quita el caldo a los pimientos.

Se tritura con la batidora o la Thermomix el atún (sin aceite) y los palitos de surimi, y se le añade la pimienta.

Rellenar los pimientos con la mezcla y listo.

Puedes añadirle nata a la mezcla, o ponerles un poco de mayonesa por encima

¡DELICIOSOS!

Anneli

Crecimiento Personal, Espiritualidad, Familia, Uncategorized

¿Perder un hijo y vencer el dolor? Sí, se puede.

El 12 de Septiembre del año 2003, murió nuestro hijo mayor David, mientras practicaba submarinismo frente a la isla de Es Vedrá en Ibiza, a la edad de 29 años.

Él era el mayor de nuestros seis hijos y su muerte nos dejó como familia, completamente conmocionados, devastados y en estado de shock. Unas horas antes estábamos tranquilamente cenando cuando sonó el teléfono para anunciarnos que David no había vuelto a casa, que estaba pescando y que siempre llegaba antes de esa hora.

Entonces, recuerdo: el corazón empezó a latirme fuertemente pero procuré con todas mis fuerzas aferrarme a lo que estaba haciendo, intentando captar el sentido de la película que veía en la televisión, a pesar de que intuía que algo iba mal, muy mal.

Las horas que precedieron al hallazgo de su cuerpo fueron interminables. Mi hermana Patri estuvo conmigo durante estas horas angustiosas de búsqueda, y de incertidumbre, siendo para mí un bastión de incalculable valor. Me transmitió una serenidad y una paz extraordinarias que me permitieron afrontar los primeros momentos sin derrumbarme.

CUANDO EL MUNDO SE DESMORONA
El desenlace se produjo cuando recibí la llamada de mi esposo, al que acompañaban el resto de nuestros hijos, al comunicarme que habían hallado el cuerpo… Y entonces, en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, la vida que conoces se detiene. Tu mundo se desmorona y crees (Continuar leyendo en Protestante Digital)

Gina

Espiritualidad, La Biblia, Salud y Belleza

15 minutos diarios que pueden cambiar tu salud mental y física

†

Este es un reclamo bastante impresionante pero os puedo garantizar que funciona, esta ha sido mi experiencia.  
He tenido dolores en la espalda por casi un año, unos días mejores y otros peores, pero no se me iba.  Tengo que decir que todavía tengo algo de dolor pero ha mejorado muchísimo.  
Hace una semana también tuve una presión en el pecho que me llevó a urgencias.  Pensé que me pasaba algo con el corazón, pero después de algunas horas y muchos chequeos, todo estaba bien, y me comunicaron que era un episodio de ansiedad.  
Sin extenderme mucho, desde el año pasado he estado preocupada con mi hija que se va en un viaje humanitario cristiano de 11 meses por varios países subdesarrollados empezando en este mes de agosto.  A parte de esto mi hijo más pequeño se marcha para estudiar en la universidad por 4 años también este verano.  Mi hija mayor vuelve a casa después de 4 años y eso representa una adaptación a una hija más independiente y adulta.  Todas estas cosas son buenas pero pueden ser causa de mucha ansiedad si la perspectiva no es la correcta. 
Abro mi corazón para que entendáis lo que voy a decir ahora. 
Desde que me pasó esto he estado descansando mucho, he estado leyendo más la Biblia y dándome más tiempo para cosas tan pequeñas pero necesarias como leer más, ver alguna película o conversar tranquilamente con mi hijo y marido, sin nada que me necesite mi atención.  He estado leyendo también sobre cómo luchar en contra este mal y algunos recomiendan la meditación.  También el otro día pusieron la película Resucitado en la tele.  Me acuerdo de una escena en que el guardia romano pasa toda una noche mirando el mar, al lado de Jesús, y cómo Jesús demostró que conocía los dilemas más íntimos de su corazón.  Pensé:  ¡que bonito sería pasar una noche así al lado de Jesús!
Un versículo de la Biblia ha saltado de la página para mi esta semana.  Este es:  

» … echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.»  1 Pedro 5:7

Entre mis lecturas informativas, la relajación que hago en mi clase de Pilates y este versículo, se me ocurrió una idea.  He estado utilizando esta estrategia por 6 días y lo que ha ocurrido me impacta. 
Paso 15 minutos al día en relajación con Jesús.
Parece ser algo muy sencillo pero muchas, incluida yo, no encontramos 15 minutos enteramente dedicados a oír a Jesús.  La vida demanda nuestro tiempo y atención desde el momento que salimos de la cama.  Es difícil estar un tiempo totalmente aisladas de la vida.  Pero con este experimento, que espero haga parte de mi vida de hoy adelante, veo su vital importancia


Pasos prácticos:
1) Elijo un lugar aislado (la cama, el sofa, y otro lugar confortable).  Me gusta estar acostada por el relajamiento completo de mi cuerpo.  La posición es en la que más te puedas relajar. 

 
2) Asegurarse de la temperatura:  que sea la ideal para ti.  Aún que tengas que poner la calefacción o el aire por un momento.  Puedes utilizar una manta para abrigarte o un ventilador. 


3) Tener una selección de «música» en Spotify o YouTube.  Yo he buscado sonidos de la naturaleza pues mientras me relajo me transportan a lugares de mi niñez, la playa, el campo, los animales silvestres.  Hay muchas listas de sonidos naturales.  Además, la Biblia dice, que la creación habla del Creador.  Cuando oigo las olas del mar, o la lluvia que cae, los truenos de una tempestad, todo eso me arrima a Dios.  


4) Con un cronómetro, marco 15 minutos.  Pongo el sonido de la naturaleza, y empiezo a imaginar que Jesús está conmigo en este lugar al que me lleva mi imaginación.  En la verdad, creo que Él está conmigo allí, en mi interior, no es una alucinación … Jesús promete en la Biblia estar con nosotros todos los días. 


5) Hay días en que me imagino acostada en su regazo oyendo a unas cascadas.  En otras ocasiones caminamos tomados de la mano por la playa mientras oímos las olas.  Hubo momentos que me imaginaba oyendo las tormentas tropicales en el porche de mi casa en Brasil, sentados los dos en las tumbonas.  Tengo que decir que «hemos estado» en muchos lugares en estos últimos días. 🙂


6) Estos momentos, que empiezan con sencillamente «estar»,  pasan a ser de vez en cuando una conversación o un compartir de lo más profundo.  He abierto mi corazón a Él, y al hacerlo, me he dado cuenta de mis miedos, de mis preocupaciones, de mi estado de ansiedad …  Los he rendido a Sus pies, uno a uno … y hay mucho por rendir todavía. 


RESULTADO:  He notado un cambio en mi ánimo, la presión en el pecho casi se ha ido totalmente, ha cambiado la manera en que empiezo el día (siendo que lo hago por la mañana).  Hay días que noto que los 15 minutos no fueron suficiente y pongo 15 minutos más. 🙂  Si no puedes por la mañana, no dejes de hacerlo aún que sea antes de dormir.  Puede que sea de mucha ayuda para las que en alguna ocasión no podemos conciliar el sueño.   Lo más increíble es que mi espalda ha mejorado bastante esta semana:  ¡lo mejor que ha estado en estos últimos 10 meses!   Todavía siento algo de dolor pero no me impide para nada levantarme por la mañana o agacharme, como era el caso. 
Creo que mi problema con la espalda/ansiedad tiene que ver con momentos en que no puedo entregar todas mis preocupaciones a Dios.  Mi visión distorsionada de quién es Dios me impide de confiar plenamente.  Basta pasar tiempo íntegro con Jesús para ver las cosas desde Su perspectiva.  Hay tantos versículos que podría compartir a respecto … queda para la próxima publicación.  
No quiero dar la impresión que ya he llegado.  No, esto es un camino, pero que bueno es estar en este camino en tan buena compañía.  Lo recomiendo. 

Mara

Crecimiento Personal

Encontrando libertad…

Es hermosa la postal con el versículo ¿verdad?  Qué representación más gráfica, la mariposa volando con libertad…. Y mi pregunta es, ¿ya somos mariposas siendo las hijas del Gran Rey? O como me comentó una hermana de la iglesia hace varias semanas, “aún me queda mucho para convertirme en mariposa” y yo le decía, “no, no, ya lo somos en la libertad y la salvación que nos trajo Jesús con su sacrificio en la cruz….” 


Pero me hizo reflexionar…. ¿Realmente somos libres? ¿O nos lo queremos creer? Porque a veces de verdad no me siento libre para nada, y soy hija del gran Rey, pero entonces ¿qué falla?


Falla que estamos demasiado atadas a nuestras cadenas pecaminosas, cadenas que no queremos abandonar por miedo, por no confrontarnos al pasado, dolor, angustia, y si queremos vivir en la comodidad del día a día, sin examinarnos profundamente y confrontar temas como el perdón de situaciones donde hemos sido abusadas emocionalmente, físicamente, hasta sexualmente…. Pero me diréis, es que somos las víctimas de esas situaciones y nos duele demasiado, nos llena de ira y sentimos mucha frustración porque nadie nos entiende…. Sí, tenéis razón, ¿pero Jesús quiere que vivamos siendo víctimas con todo ese dolor? ¿Quiere Jesús que llevemos el lastre del saco de mentiras como: no puedo perdonar, le odio, no puedo confrontar, ya no puedo más, soy débil, no me van a oír o entender, etc..?


No, Jesús vino a darnos la libertad verdadera, a darnos las fuerzas para confrontarlo, el amor para sentirnos especiales y únicas y no permitir que nos sigan arrebatando lo mejor que Dios nos ha dado, el ser Mujer, con esencia femenina y todo el esplendor que conlleva reflejando Su Gloria!


Sí! Ya Somos MARIPOSAS! Pero depende de nosotras, si lo queremos creer y si le entregamos a Él nuestro dolor, nuestras heridas profundas, y nuestra confesión de pecado que nos hacía vivir en ese pozo de mentiras.

Porque el mismo David lo dijo “Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día. Mi fuerza se fue debilitando como el calor del verano, porque de día y noche tu mano pesaba sobre mí.” Salmo 32:3,4 y si seguís leyendo sabéis que al confesarlo, Dios en su gran misericordia nos perdona, pero también NOS RESTAURA de las heridas que provocaron esos pecados, que fueron consecuencias del dolor que nos infringieron….


Os animo a que luchemos para volar alto, con esos colores preciosos que Dios nos da, colores que son el fruto del Espíritu Santo, (todo lo contrario que antes mencionábamos), colores que llenan la creación de Dios, colores que reflejan el amor y el poder de Dios!

Somos Mujeres fuertes, somos mujeres llenas de pasión y amor, decidamos decir NO a la oruga y luchemos por vivir el propósito de Dios que tiene para nosotras!

Con amor

Susana

Espiritualidad

¿Qué quieres de mí?

En esta época de verano donde hay más descanso, podemos leer más, podemos ver lo que Dios quiere de nuestras vidas.

Una buena pregunta que nos propone nuestra colaboradora Edurne en su blog EL VIAJE DE UNA MUJER.

¿Qué quieres de mí?
¿Alguna vez has levantado los ojos al cielo y le has preguntado a Dios qué es lo que quiere de ti?
No entiendo. No aguanto. No sé por qué está sucediendo esto. No te siento cerca.
¿Qué quieres de mí? 

Yo le hago esa pregunta cada vez que sucede algo “extra” en nuestra vida. Señor, he renunciado a todo para servirte. Señor, mira todo lo que estamos sufriendo…y encima ¿esto? 
¿Qué más quieres de mí?  Esa misma pregunta se la hizo el pueblo de Israel a Dios en el libro de Miqueas. El capítulo 6 nos muestra un diálogo entre Dios y el pueblo de Israel. En ese diálogo, Dios les dice:
Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí.” (Miqueas 6:3)
Dios no había hecho más que bien a Israel, pero el pueblo le había pagado con rechazo y rebelión. ¿Te suena de algo? ¿No se parece a la época en la que estamos viviendo? Hoy en día incluso los creyentes en Cristo se rebelan contra Dios y lo rechazan.
Israel responde con gran amargura e ironía:
¿Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?” Miqueas 6:6-7

¿Qué quieres de mí? Le dice Israel. ¿Qué haga holocaustos? ¿Qué traiga ofrendas en un número imposible o que te dé mi primer hijo? ¿Qué más quieres de mí?
Es esta una pregunta hecha desde el resentimiento, desde la amargura. Israel está diciéndole a Dios: “pides demasiado de mí, es imposible satisfacerte”.
Y Dios, con Su infinita misericordia, se vuelve a Israel y le dice:
Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.” Miqueas 6:8
En otras palabras: no hace falta que inventes nada, que busques nada o que hagas nada.
Te quiero a ti. Quiero tu corazón.
Eso es lo que Dios quería de Israel. Eso es lo que Dios quiere de ti hoy.
El Señor quiere que le amemos y vivamos conforme a Su Palabra. Fíjate qué específico es en Su requerimiento a Israel:
1 – Quiero que hagas justicia
Actuar de manera justa con respecto a los demás o, lo que es lo mismo, tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros.Mateo 7:12“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos
2 – Quiero que ames misericordia
Que des a otros la medida de misericordia que esperas recibir de Dios y que ames hacerlo, que no lo hagas por compromiso o por obligación, sino con un corazón genuino.
Colosenses 3:12“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia
3 – Quiero que te humilles ante tu Dios
Que recuerdes quién es Dios y quién eres tú. Que tengas un corazón humilde que impregne toda tu vida y que surja de manera espontánea en cada aspecto de tu existencia.Solo cuando amamos a Dios y queremos agradarle y someternos a Su voluntad para nuestra vida podemos vivir con un corazón humilde y entregado.Filipenses 2:3-4“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros

Muchas veces vivimos frustradas haciendo una cosa y la otra y la de más allá intentando agradar a Dios cuando, en realidad, lo que Dios quiere es que permanezcamos cerca de Él, en comunión con Él.
Intentamos hacer la obra de Dios sin tener relación con el Dios de la obra. En nuestra fuerza, a nuestro criterio, según nuestra opinión.
Con un corazón lejos de Él.
Con una vida de oración vacía o inexistente. Leyendo la Biblia por obligación más que por el deleite de ver lo que Dios tiene para nosotras cada día.
Hoy te animo a que puedas hacer lo que Dios quiere de ti y que lo hagas de todo tu corazón. Él está más preocupado de Su relación contigo que del millón de cosas que puedas hacer en Su nombre.
Contenta en Su servicio,

Edurne

Espiritualidad

Ser antes que hacer

Mi esposo salió ayer a un viaje a la selva con un grupo de hermanos. Algunos de ellos llegaron desde Argentina para ver “en directo” el ministerio que se está haciendo entre los indígenas de la selva de Venezuela. Y uno de ellos compartió algo que me ha dado que pensar:

Ser antes que hacer.

Los cristianos comprometidos con la obra de Cristo estamos siempre ocupados en hacer. Soñamos y oramos por hacer cosas grandes para Dios, en hacer un impacto a nuestro alrededor, en conseguir las metas que nos hemos trazado en nuestro servicio al Señor.
Ministerio. Servicio. Hacer.

Pero, muchas veces, nos olvidamos del ser. Nos olvidamos de que antes de hacer cosas para Dios tenemos que ser discípulos. Tenemos que ser adoradores. Tenemos que ser estudiosos de la Palabra. Tenemos que ser parte de una relación entre nosotras y Dios.
Comunión. Adoración. Ser.

La única manera de tener un ministerio efectivo es siendo. Ser antes que hacer.
Mis hijos están acostumbrados a vernos hacer muchas cosas, a servir a Dios de muchas maneras y de hacer ministerio hasta el agotamiento. Tienen en casa un ejemplo continuo de trabajo para el Reino y estoy muy contenta por eso. Creo que es algo que está forjando su carácter y les está dando una idea clara y práctica de cómo ser adultos que aman y sirven a Dios.

Pero me puse a pensar si también están recibiendo de nosotros la instrucción en el “ser”. ¿Estamos siendo ejemplos en comunión? ¿Estamos siendo ejemplos en nuestro tiempo de oración, de alabanza y de estudio de la Palabra de Dios? ¿Estamos enseñándoles a ser discípulos como lo más importante de todo?

No siempre. No de manera constante ni intencional al menos.
¿Cómo ayudarlos a entender que “ser” siempre tiene que venir antes que “hacer”? ¿Qué disciplinas espirituales necesitamos enseñarles y, sobre todo, en qué aspectos de nuestra relación con Dios debemos ser ejemplo a nuestros hijos? ¿De qué manera lo hacemos?
Oración

Desarrollar la disciplina de la oración lleva tiempo y esfuerzo. Lo primero que tienes que enseñarles es que no hay oraciones “correctas” o “incorrectas”. Orar no es nada más que hablar con Dios. Ayúdalos a entender que pueden hablar con Él de cualquier cosa: preocupaciones, cosas que les gustan, cosas que no les gustan, peticiones, acciones de gracias… Enséñales a orar versículos de la Biblia, ayúdales a perder el miedo de orar en público, ora por ellos y con ellos. Anota las peticiones de oración de los miembros de la familia y amigos para que puedan estar todos orando por eso.
Lectura de la Palabra

Enseñemos a nuestros hijos a leer una porción de la Biblia todos los días. No solamente a leerla, sino también a pensar en ella, en qué dice, y, sobre todo, a buscar cómo aplicar a su vida diaria lo que han leído. Anímalos también a memorizar la Palabra de Dios. Puedes encontrar planes de lectura para ti y para tus hijos (con devocionales y actividades específicas para ellos) en Ama a Dios Grandemente.
Alabanza y adoración

Asociamos la alabanza al “tiempo de canto en la iglesia” y poco más. Pero esto no debe ser así. Seamos ejemplo de adoración para nuestros hijos. Enseñémosles que cualquier momento y lugar es bueno para adorarle, que no se trata de las canciones que cantas, del tono que usas o de que haya instrumentos o no. Que la alabanza y la adoración a Dios son una actitud del corazón.

Ayudemos a nuestros hijos (y a nosotras mismas en el proceso) a ser antes que hacer.
Contenta en Su servicio,

Edurne

Crecimiento Personal, Espiritualidad

3 maneras en que celebrar la Cuaresma

Hemos empezado la Cuaresma. Para muchos, es un tiempo de recogimiento en el cual buscamos parecernos más a Cristo en su manera de vivir y morir.

Hoy quisiera compartir algunas maneras de celebrar: 

1) El ayuno es una de las costumbres más populares de hacerlo.  El ayuno puede ser de algún alimento especial, de un pasatiempo favorito (TV, ordenador) o de una costumbre.  Es ideal para empezar hábitos más saludables.  Durante el ayuno estamos diciendo a Dios que nuestras oraciones son nuestro alimento y más importante de lo que estamos dejando de hacer/comer. Es una disciplina bíblica e importante.

2) Buscar inspiración en la Biblia.  Siendo que la Cuaresma anticipa el tiempo en que celebramos el sufrimiento y la resurrección de Cristo, debemos conocer los hechos de aquellos días.  Recomiendo leer la Biblia a diario.  Os recomendamos seguir las meditaciones 40 días con Jesús: Evangelio de Mateo del blog Mujeres que oran. A cada día se publica un video basado integralmente en el Evangelio de Mateo. Se acompaña el video con una oración sencilla.

3) La generosidad es parte fundamental de la Cuaresma, y más allá, de la vida del seguidor de Cristo..  Dar a los más necesitados es una disciplina que nos trae mucha alegría y nos sentimos más cerca de Dios.  He oído de una familia que en cada día de la Cuaresma, cada miembro de la familia escogía algo para dar a una familia necesitada.  Lo iban poniendo todo en un cesto.  Los papás ponían 1 kilo de alimento, un abrigo, una pieza de decoración, etc.  Los niños compartían de sus juguetes, de sus libros, de sus ropas, etc.  Al final del tiempo de la Cuaresma lo entregaban a una o más familias necesitadas.  El cesto les ayudaba a acordarse a menudo lo cuánto tenían y de dar gracias a Dios.

Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; Romanos 6:5