En mi casa, a todos nos encantan los gofres para el desayuno del sábado por la mañana. Mi marido es el encargado de despertarse un poquito antes de nosotros. Los demás despertamos con el olor de este manjar. Se puede servir con frutas, mantequilla y mermelada, sirope de arce, helado, y he visto hasta en variación salada.
He mirado un poquito la historia, y mira que que nos dice el blog Sabrosia:
«Ya los griegos hacían una elaboración similar que podría considerarse un precedente histórico de los gofres. Se trataba de unos pasteles muy finos, llamados obelios, que cocían entre dos placas de metal.
Bajo esta misma forma de cocinar un alimento se desarrollaron posteriormente otro tipo de obleas, durante la Edad Media. Estas obleas se enrrollaban … » (Continuar leyendo)
Ahora comparto una receta de la cual he oído mucho … «La Mejor Receta de Gofre». Esta es una receta americanizada en el blog Noshing with the Nolands.
Así que aquí va la receta de la familia Noland:.
Ingredientes:
- 2 tazas de harina
- 6 cucharitas de levadura
- 1/2 cucharita de sal
- 2 cucharadas de azúcar
- 5 huevos (yema y clara separadas)
- 7 cucharadas de aceite de canola, maíz u otro
- 2 cucharitas de vainilla
INSTRUCCIONES
En un bol grande, mezcle los ingredientes secos. Déjelo a un lado. Batir las claras a punto de nieve con una batidora. Añadir la leche y las yemas de huevo a los ingredientes secos. Mezcle hasta que quede suave. A continuación, añadir el aceite y la vainilla mezclando bien. Añadir las claras de huevo en nieve a la masa suavemente.
Vierta aproximadamente ⅔-3/4 taza de la mezcla en el centro de una máquina de gofres. Cocine por 5-6 minutos. hasta que estén dorados y crujientes.
Espero que os guste …
Algunos Pensamientos de Mara
A mí me encantan las mañanas perezosas de los sábados. Uno está relajado, con tiempo para invertir en momentos de diversión y calidad. Nosotros, a través de los años, hemos sacado provecho del momento en que todos los miembros de la familia estamos al rededor de la mesa, disfrutando de algo delicioso para comer.
Hemos utilizado muchos de estos momentos para enseñar a nuestros hijos, para hablar de las cosas importantes de la vida.
Me gusta creer que ellos han aprendido algo de nosotros; no solamente de lo que han oído de nosotros, sino también al observar cómo vivimos.
Os dejo con un versículo que nos ha animado en esta tarea:
Deuteronomio 6:6-9
6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;
9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Mara