Crecimiento Espiritual, Crecimiento Personal, Feliz Año Nuevo, La Biblia

Cómo formulo mi visión para el Año Nuevo

¡Feliz Año Nuevo!

Esta ha sido una frase que siempre me ha llamado la atención:

“She turned her cants into can and dreams into plans”

Ella transforma sus “no puedo” en “puedo” y sus sueños en planes.

Desde cuando puedo recordar, este ha sido un lema para mí: nada es imposible cuando Dios está en la ecuación.

Un hombre sabio una vez dijo:

Si Dios es tu compañero, planea a lo grande.

He siempre llevado eso en serio esta idea. Las palabras “no podrá ser” no están en el diccionario de Dios, ¿Por qué tiene que estar en el mío? No siempre soy así, como todos, tengo altos y bajos, pero confío en Dios para sacarme de los agujeros del “no puede ser”, cuando ocurren.

Cuando veo un año nuevo, es como una hoja en blanco, sin errores y llena de posibilidades. Esto llena mi mente y corazón de sueños por cumplir, y tengo que decir, es de gran importancia tener la perspectiva de Dios. Así que con los años he desarrollado una estrategia que seguramente necesita mejoras, a cada año va cambiando un poco.

1- Sueños inmediatos o urgentes y sueños de larga duración

Hay sueños que son para ahora y otros que tendrán lugar en el futuro, pero nada quita de tomar pequeños pasos en la dirección. Con el tiempo, Dios puede llegar a cambiar algunos de esos, y está bien. Al final Él es el más importante en la planificación de todos nuestras metas, o debería ser. Hay metas, sin embargo, que son para hoy, así que tengo que poner manos a la obra ahora. Suelo dividir en 4 partes: 1) Dios 2) Yo 3) mi Familia 4) Los demás. En cada una de estas areas hay entre 2-5 metas, dependiendo del año.

2. Oración que Dios dirija mis pensamientos

Orar pediendo dirección es importante. Dios está muy interesado en hablarnos cuando queremos escuchar. Tengamos en mente que Él también quiere nuestro bien. Tiene planes que ni siquiera podemos imaginar, si nos rendimos a Él. No es una mala idea apartar una mañana, tarde o todo un día, para leer Su Palabra, orar y escuchar lo que quiere decirnos.

3. Elijo una palabra, un versículo y una canción que me inspiran

Esto es algo que he estado haciendo por 3 años y me gusta mucho. Eso me da um lema para mis planes y dirección para mis esfuerzos. Para elegirlos, me remeto a los últimos meses del año: que ha estado pasando, cuales son mis necesidades, cómo Dios me ha estado hablando, etc. Esto me da una idea de lo que es relevante para mi en este momento. Es interesante como Dios mismo me muestra Su voluntad cuando me intereso en tener dirección.

Os dejo mi Cuadro de Visión Personal para 2021

En este año, por las circunstancia obvias, me he empeñado en leer más la Biblia, lo que me ha llevado a conocer más a Dios. Cuanto más Le conozco, más Le quiero conocer. Él es infinito así que hay mucho terreno que cubrir, y eso quiero hacer. Un día Le conoceré como es, pero por ahora puedo acercarme más y más disfrutando de plena comunión con Él. Otro beneficio es trabajar lado a lado con Él en lo que se refiere a mi vida. Cuanto más Le conozco, más entiendo Su mentalidad y valores – Sus caminos inescrutables empiezan a desvelarse poco a poco. Así que esta es mi visión para este año.

Os deja también con mi canción de inspiración:

Espero que os pueda ser de ayuda.

Mara

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¡Déjalo ir!

Nota de la editora: Continuamos dando unos excelentes textos para que empieces bien el año, poniendo todo en su debida perspectiva.  En esta ocasión compartimos un texto del blog de Wendy Bello, de hace algunos años pero muy pertinente en estos momentos del año:

Hace unos días estuve organizando las gavetas de mi escritorio para comenzar el año un poquito mejor. Por alguna razón el desorden me estresa. Y fue en medio de eso que me encontré una tarjeta con un versículo que anoté hace ya un tiempo, no recuerdo cuándo. Contiene una promesa de Dios del libro de Isaías: 

«Pero olvida todo eso; no es nada comparado con lo que voy a hacer» (Is 43:18, NTV).

Como Dios siempre es oportuno, me vino a la medida porque justo ese día, y algunos otros también, había estado pensando en el año que terminó, en todo lo bueno que tuvo y en que si 2018 se le compararía. No hay sabiduría en tales pensamientos, como nos lo asevera Eclesiastés: 

«Nunca preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor. No es de sabios hacer tales preguntas» (Ec 7:10 NVI).

Cuando un año termina es excelente hacer un inventario de las cosas buenas que Dios hizo en nuestra vida, de hecho, lo mejor es ir haciéndolo a diario porque eso enfoca nuestra mente en la gratitud. Pero no es bueno cuando comenzamos a comparar mentalmente y dejar que nuestros pensamientos divaguen por el rumbo del futuro desconocido.

La verdad es esta: no sabemos los planes que Dios tiene, pero tenemos que creer su Palabra. Y su Palabra dice que siempre obrará a favor de los que le aman (Romanos 8:28).

Es muy probable que 2018 no sea igual que 2017 en muchos sentidos. Tal vez algunas experiencias se repitan, y otras tantas no. Pero lo mejor que yo puedo hacer, y tú también, es mirar estos próximos meses con expectación, con la misma con la que abrimos un regalo que alguien querido nos da. Porque así es Dios.
Y sí, mezclado con todo eso vendrán cosas no tan lindas o fáciles, pero es parte del proceso. Recuerda que Dios está trabajando para que «lleguemos a la plena y completa medida de Cristo» (Efesios 4:13), es decir, a madurar en la vida de fe. Esa parte no ocurre sin dolores, sin dificultades. Así como el crecimiento físico tiene etapas, el espiritual también. En eso 2018 debe ser mejor que 2017, porque cada año debesuponer un paso de avance. Pero incluso si así no fuera, sigue caminando. No dejes que tu mente se quede en el pasado, ¡déjalo ir!
Pablo nos los recuerda con palabras claras: 

«…pero me concentro únicamente en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús» (Filipenses 3:13-14).

Sí, no es sabio andar merodeando en el pasado. ¿Por qué? Porque nos quita la mirada del presente que, en realidad, es lo único que tenemos. Y si nos enfocamos mucho en el futuro, de seguro caeremos presa de la ansiedad y el temor, porque son desconocidos para nosotros. Ese es terreno exclusivo de Dios.

Mi querida lectora, es hora de abrazar lo que Dios nos regala hoy. Este día. Y vivirlo para su gloria, confiando en su amor, y en su Palabra.

Él es el Dios que hace algo nuevo cada día, que renueva su misericordia, que hace fluir agua en el desierto, que convierte imposibles en posibles, que nos levanta si caemos y nos reviste de gracia a través de Jesús. Entonces, ¡soltemos el pasado! 

Deja ir todo anhelo por tiempos que aparentemente fueron mejores, porque, aunque sí hayan sido buenos, Dios sigue obrando a nuestro favor. Él no se quedó en 2017, él sigue presente en tu vida, y en la mía. ¿Lo creemos?

Vivamos como Dios lo diseñó,

Wendy

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Algo que puedes hacer para tener un año diferente

Nota de la editora: una publicación de 2018 pero tan relevante como entonces. Puedes hacerte las mismas preguntas y evaluar 2019, haciendo buenos planes para 2020.

Un nuevo año.

No sé a ti ¡pero a mí me parece increíble que ya estemos en 2018! En estos últimos días he estado haciendo un inventario de lo que fue 2017 para mí. Cada año que termina nos presenta la oportunidad de dar un vistazo a nuestra vida y ver dónde crecimos, dónde todavía nos queda mucho por andar. ¿Por qué es bueno esto del inventario? Las razones son varias, pero una que creo encabeza la lista es esta: nuestro tiempo en este mundo es corto, realmente muy corto. Y Dios nos llama a aprovechar el tiempo y no desperdiciarlo. De hecho, nuestros días aquí son un regalo que él nos ha hecho y debemos administrarlo bien.

Si hace un tiempo que lees este blog tal vez recuerdes que cada año le pido a Dios una palabra o frase que me sirva de enfoque. Por lo general he visto que esa palabra indica algún aspecto de mi vida en el que todavía queda mucho por hacer. Y claro, junto con esa palabra viene un pasaje bíblico. Es curioso que este año primero llegó a mí el pasaje bíblico y de ahí la palabra… o más bien la frase.

Pero antes de compartir contigo cuál será mi palabra/versículo para 2018, quiero invitarte un poco a la reflexión, y lo haré de manera sencilla, mediante preguntas. ¿Una sugerencia? Responde a ellas por escrito, no lo hagas mentalmente. ¿Por qué? Porque al escribir podemos expresar mejor lo que estamos pensando, porque quedará plasmado y te servirá de referencia, y porque además es un ejercicio que tiene muchos beneficios para nuestro cerebro ¡y eso siempre es bueno! Ya sé que no a todos les gusta escribir, pero si poco a poco desarrollas el hábito, verás que se hace más fácil y hasta puedes llegar a disfrutarlo.
Bueno, vayamos a las preguntas.

Inventario del 2017 
¿Qué fue lo mejor que te sucedió en 2017?

¿Qué cosas no quisieras olvidar nunca de ese año?

¿Cómo creció tu relación con Dios en 2017?

¿Qué fue lo que ayudó o impidió el crecimiento?
Con toda honestidad,

¿a qué dedicaste la mayor parte de tu tiempo en 2017?

Si pudieras cambiar algo de 2017, y que no dependa de otros sino de ti, ¿qué sería?

¿Leíste algo en 2017, además de la Biblia? (¡Surfear la internet no cuenta!)

¿Tuviste alguna palabra o tema para tu vida en 2017? ¿Viste algún cambio en tu vida como resultado? 

Pensando en 2018
¿Qué quisieras hacer diferente este año? (No hagas una lista demasiado larga, piensa y quizá enfócate en unas tres cosas.)

¿Has escogido algún plan de lectura bíblica? (Yo decidí leer la Biblia en un año pues hace un tiempo no lo hago y además estoy haciendo un estudio temático relacionado con mi versículo del año.)

¿Qué puedes hacer para mejorar tu salud física en 2018?

¿Cómo pudieras mejorar tus relaciones interpersonales (reales, no virtuales) en 2018?
Si eres esposa o mamá, ¿de qué manera pudieras servir y bendecir mejor a tu familia en 2018?

¿Cómo puedes honrar más/mejor a Dios en tu trabajo o roles en 2018?

Si no eres una lectora ávida, ¡decide comenzar este año! Un pequeño paso a la vez. Escoge quizá un libro por mes. Leer es clave para crecer, para ser mejores líderes, para enriquecer nuestro vocabulario y cultura general. Eso sí, escoge sabiamente tu lectura. No pierdas tiempo en lo que no edifica.

Y, por último, si nunca lo has hecho, te animo a tener una palabra y versículo para el año. En lugar de tener muchas metas que casi siempre terminan en nada, esa palabra y versículo te pueden servir de faro para todas las esferas de la vida.

Mi versículo para 2018 está en Proverbios 4:23.

En este enlace encontrarás una imagen del mismo que puedes imprimir si gustas.

Mi querida lectora, te deseo un feliz 2018. Te invito a continuar aprendiendo a vivir como Dios lo diseñó, ¿me acompañas?

Bendiciones,

Wendy 

(Publicado originalmente en wendybello.com)

Feliz Año Nuevo

Considerando mis propósitos para el Año Nuevo, parte 2

Hoy comparto algunas ideas que estaré considerando también al formular algunos propósitos para mi propia vida. 

1. Dios:  es el primero en mi vida.  Quiero crecer en el conocimiento de Él a través de la Biblia y experimentando su poder a través de la oración.  

Ejemplos:

1. leer toda la Biblia en un año.  Hay muchos planes de lectura. Personalmente utilizo YouVersion.  En esta app para teléfonos o tablet, puedes elegir planes de lectura, estudios de temas que te interesan, todo en diferentes traducciones. 

2. estudiar un personage de la Biblia.

3. pasar tiempo diariamente en oración, haciendo un diario de oración para poder revisar los temas mencionados al Señor y agradecer cuando las peticiones son contestados. 

4. empezar algunas disciplinas bíblicas como la memorización de la Biblia, el ayuno, la meditación, etc.  Si quieres información sobre cualquier tema que desconozcas, escríbenos y nos encantará explicarte enviando enlaces, o algún texto.  

2. Yo: puede parecer egoísta pero ya he experimentado que cuando estoy bien con Dios y conmigo misma, soy una mejor esposa, madre, hermana, etc.  La Biblia dice: 

Mateo 22:37-39

37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.

38 Este es el primero y grande mandamiento.

39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Notad en el verso 39, dice “como a ti mismo”.  Amaremos a las personas al mismo nivel que nos amamos a nosotras mismas.

Ejemplos:

1. Voy a caminar 30 minutos, 5 veces en la semana durante todo el año.

2. Voy a consumir una dieta equilibrada, comiendo postres solamente en los finales de semana.  

3. Voy a leer un nuevo libro de crecimiento personal al mes, durante todo el año.

4. Voy a empezar un nuevo deporte:  voy a matricularme a clases de padel una vez a la semana en la primavera. 

3. Familia: la relación con tu marido viene en primer lugar.  Si están conectados y con buena comunicación, serán buenos padres juntos.   Ser padres es un trabajo que se hace en equipo.  Así que mismo dentro de la familia, hay prioridades.  

1. Mi marido y yo vamos a planear una cita a cada dos semanas para una cena, o por lo menos, tomar un café juntos.  Esta cita va a ser planeada y agendada al principio del mes, tomando prioridad con relación a otros compromisos.  

2. Mi marido y yo leeremos 3 libros juntos en este año.  Uno por estación, con excepción del verano.  Vamos a leerlo por separado y tener un momento semanalmente para comparar conclusiones.  

3. Mi marido y yo planearemos una cita con cada uno de nuestros hijos al mes para que puedan hablar de cosas personales pertinentes a cada uno.  Considerando que los dos queremos tener una linea de comunicación abierta con cada uno de ellos.  Agendar, considerando el horario escolar, una cita al mes con cada uno.  Buscar lugares o actividades que les interese para dar un poco de variedad a nuestro tiempo juntos.  

4. Tener una noche familiar una vez a la semana, viernes o sábado, dependiendo de otras actividades escolares o sociales.  Planear ver una película, jugar algún juego de mesa y cocinar platos preferidos para la cena.  Agendar en el principio de cada semana. 

4. Amigos y Comunidad:  una vez que las necesidades de nuestra familia estén siendo cuidadas, podemos mirar más allá y actuar en nuestra comunidad.  Podemos ver que hay una linea progresiva y el tiempo utilizado en este apartado puede ir aumentando mientras los niños vayan creciendo.  O puede ser que no, dependiendo de las necesidades de cada niño. Algunos adolescentes requieren más tiempo.  

1. Vamos ir a la iglesia o participar de un estudio bíblico al menos una vez a la semana.  

2. Voy a ofrecerme como voluntaria para impartir clases de ingles  o scrapbooking 3 veces por semana, 2 mañanas y 1 tarde.  

3. Vamos a invitar familias o individuos a nuestra casa para una comida una vez al mes.  Estos eventos tendrán el objetivo de ayudar a las personas necesitadas financieramente o de amistad y compañerismo.  

Obviamente estas son solamente algunas ideas.  Puedes utilizarlas o crear tus propias.  Lo importante es salir de tu zona de confort haciendo algo nuevo, ayudando a otra persona o mejorándote personalmente.  No te olvides de «reconocer a Dios en tus caminos y Él enderezará tus veredas.»  (Proverbios 3:4, 5)

¡Espero que sea un año estupendo viviendo grandes aventuras con la ayuda del Señor! 

Mara

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Feliz Año Nuevo

Considerando mis propósitos para el Año Nuevo

En esta época del año estamos todos evaluando nuestra vida, y añorando un nuevo comienzo.  El nuevo año representa una página en blanco en el libro de nuestras vidas.  Podemos y debemos soñar sueños grandes, si presentamos estos planes al Señor.  

Me gustaría compartir el proceso que utilizo para elegir resoluciones para el año nuevo. Primeramente algunos puntos a considerar para que sean buenos propósitos que contarán con la ayuda del Señor. 

1. Prioridades: La Biblia nos enseña que debe existir una prioridad en nuestros planes.  Dios debe ser lo primero.  Nosotros y nuestra familia en segundo y tercer lugar.  Después viene nuestro trabajo, amigos, etc.  

2. Realizables: Es importante planear cambios en nuestra vida que sean realísticos con un poco de optimismo. Lo cierto es que queremos mejorar, pero a veces exageramos en lo que planeamos.  

3. Oración:  Es importante hablar con Dios sobre nuestros deseos y pedir que nos dé dirección y sabiduría.  Si queremos agradarle con nuestra vida, seguramente Él nos dará la dirección. 

4. Características importantes a considerar mientras planeáis.  Un buen plan debe de ser: específico, medible, alcanzable, relevante y definido en el tiempo.  Por ejemplo: «Voy a caminar 30 minutos, 5 veces a la semana durante este año.»

Espero que este texto te ayude a tener un tiempo de reflexión mientras miras hacia el nuevo año, una página en blanco a ser llenada por el Señor.

Mara

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