
Cuando te sientas a la mesa a comer y sientes un apetito desmesurado, puede que tengas hambre real pero seguramente sufras un episodio de hambre emocional que, realmente, es el que no es tan fácil de identificar y gestionar.
Para evitar la ansiedad que te conduce a comer sin parar e incluso a inclinarte por alimentos poco saludables, quiero compartirte algunas recomendaciones que, además, te llevarán por el verdadero camino de la alimentación saludable.
Cuando tomamos conciencia alimentaria, podemos gestionar mejor nuestra elección a la hora de comer, lograr una mejor digestión y de esta forma, evitar en la mayor medida de lo posible, ganar más peso.
1. Beber agua antes de comer

Puede ocurrir que confundamos el hambre con la sed, y esto nos lleva a ingerir mayor cantidad de alimentos de lo necesario. Beber agua antes de las comidas nos ayuda a mantener nuestro cuerpo hidratado en todo momento, por lo tanto, te invito a que tomes lentamente un vaso con 250 ml de agua antes de cada comida.
2. Respira antes de comer

Por un lado, el respirar nos ayuda a centrar nuestra atención en el momento presente, y así ser conscientes de qué y cuánto estamos comiendo; y, por otro lado, el oxígeno es fundamental en la combustión de alimentos, con lo cual, gracias a una correcta respiración metabolizas mejor la comida, beneficiando la absorción y digestión. Puedes realizar tres respiraciones profundas antes de comenzar a masticar cualquiera de tus comidas.
3. Valora la mesa:

Sólo cuando te sientas a la mesa puedes visualizar lo que se consumirá, percibir la textura, el olor, la apariencia y el sabor de la comida servida. Esta es una forma de activar todos tus sentidos, llevándote a comer menos, con más tranquilidad y mejor.
Nuestro cerebro necesita buenas asociaciones para funcionar correctamente; para que podamos comer mejor él necesita entender que existe un lugar y un momento adecuado para esta acción. El sofá se utiliza para leer o ver la tele, la cama para dormir, el escritorio para trabajar y la mesa de comedor para comer. Romper el principio de la mesa genera ansiedad y nos lleva a comer de forma desfavorable.
4. Toma consciencia de los platos

En vez de comer por comer es importante que seamos conscientes, en cuerpo y mente, de qué estamos comiendo para así ingerir las cantidades justas. Si no estamos atentos al momento de comer, para nuestro cerebro es como si no hubiéramos comido, por lo tanto, no terminaremos de saciarnos y necesitaremos más comida, así que, durante el tiempo que definas para comer, desconéctate y aléjate de cualquier otra actividad que te distraiga. Así podrás concentrarte en disfrutar tu comida y activar todos los procesos digestivos que requiere tu cuerpo.
Es importante tomar conciencia alimentaria para poder tomar las mejores decisiones alimentarias por nuestro peso y salud. Y tú, preciosa, ¿cómo te sientes a la hora de comer? ¿Sientes que comes con mucha ansiedad? Recuerda: la ansiedad no se puede controlar con comida, «echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros» 1 Pedro 5:7.
Mirna Elena – Nutricionista Comportamental













