
A veces pensamos que la creatividad es un lujo… un capricho para quien tiene tiempo libre o talento especial. Pero lo cierto es que crear no es solo pintar un cuadro o escribir un poema: es parte esencial de cómo fuimos diseñadas.
🌿 La ciencia lo confirma
Estudios han demostrado que las actividades creativas reducen el estrés, mejoran el estado de ánimo y fortalecen la mente. Algo tan cotidiano como cocinar con cariño, organizar un espacio, o bordar en silencio puede ayudarnos a reconectar con nosotras mismas y con Dios.
La creatividad tiene poder terapéutico, no porque sea “útil”, sino porque responde a una necesidad profunda del alma.

✨ Fuimos hechas así
En el primer capítulo de la Biblia, encontramos a Dios creando con intención, belleza y orden.
“Dios creó al ser humano a su imagen… varón y hembra los creó.” (Génesis 1:27)
Eso significa que llevamos en nosotras una chispa de Su creatividad. No nos extraña entonces que algo en nosotras anhele transformar, embellecer, dar forma. Crear no es vanidad: es obediencia a nuestra esencia.
🧡 Crear con sentido
Cocinar, tejer, escribir, decorar, sembrar, bordar, diseñar… No se trata de hacerlo perfecto, sino de hacerlo con el corazón.
“Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor.” (Colosenses 3:23)
A través de nuestras manos, también servimos, cuidamos, edificamos. La creatividad puede ser un acto de fe, de amor… de esperanza.

💭 ¿Y si hoy te dieras permiso para crear?
Quizás no cambie el mundo, pero seguro que cambiará algo en ti.
Y si además compartes lo que haces con otros, quién sabe… puede que estés sembrando belleza donde más se necesita.

¿Qué actividad creativa te gustaría retomar esta semana? Cuéntanos en los comentarios, y recuerda: fuiste creada para crear. 🌸








