.
Todas fotos: Pinterest
Me gustaría compartir algunos de los pensamientos.
Primeramente, estuve leyendo mucha información de otros tipos de meditación. Hay muchas maneras de meditar de acuerdo con diferentes ritos o religiones. Algunas te dicen que elimine todos los pensamientos, vaciarse a si mismo. Otros que te llenes de cosas buenas. Muchas te direccionan a un estado de trance físico en que «dejas de existir» para liberarse y relajarse.
Me gustaría detenerme en la meditación dentro del contexto cristiano.
Por tanto me gustaría mencionar lo que la Biblia dice acerca de las disciplinas relacionadas a la meditación.
Romanos 12:2 Y no os conforméis a este mundo, mas transformaos por la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
La Biblia nos enseña de la importancia de los pensamientos que «permitimos» en nuestra mente. Deja el control en nuestras manos. Hay que renovar, hay que quitar los pensamientos malos y traer los buenos. Pero ¿en qué pensar?
Filipenses 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad.
La gratitud a Dios por las cosas de nuestra vida, puede facilitar que nuestra mente esté llena de estos pensamientos. También traer a memoria las bendiciones del pasado facilita esta disciplina. ¿Cuándo hacerlo?
Josué 1:8 Este libro de la ley nunca se apartará de tu boca, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Es un proceso constante, o debe de serlo. El creer y tener fe no es un momento en la semana, no es una parte de nuestra vida, ¡es nuestra vida! De la misma manera, debemos disciplinarnos en controlar nuestra mente para que estos pensamientos inunden nuestro ser por completo, así también se solidifica nuestra fe.
Ahora comparto mi experiencia personal en la disciplina de Meditación:
1. Aislarse de todo: aún que debemos controlar nuestros pensamientos constantemente, yo creo que es importante que en un momento dado del día nos aislemos y concentremos en Dios, hablando con Él, leyendo su Palabra, y pensando en lo que leemos, llenando nuestra mente de estas verdades.
2. Inspiración Bíblica: aún que hay muchos libros de inspiración cristiana muy buenos, la Biblia debe de ser el libro principal. Hay libros que facilitan el entender y leer la Biblia dándonos citas con ilustraciones.
3. Actitud de Agradecimiento: como lo he mencionado, la actitud de agradecimiento nos lleva a enfocar en lo bueno, y llenar nuestros pensamientos de cosas positivas. Las cosas pequeñas de la vida pasan a ser inspiración.
4. Naturaleza: Yo encuentro muy inspirador un paseo por un parque, el observar un jardín, el mirar al cielo o a las montañas, el observar los animales, etc. Todo esto me lleva a tener una percepción física de Dios, pues todo es Su creación. Mis mejores momentos de meditación fueron en nuestras tradicionales vacaciones familiares en Asturias. ¡Imposible ver la naturaleza y evitar pensamientos de Dios!
5. Hacerlo a diario: Imaginaos que somos un vaso. Al pasar por un tiempo de meditación, este vaso se llena. Durante el día situaciones estresantes pueden empezar a vaciar este vaso. Es importante hacerlo a diario, a ser posible, por la mañana para empezar bien el día y siempre tener lo suficiente ánimo para nosotros y para compartir con la familia y amigos.
6. Memorización de versos bíblicos: Puede que en algún momento del día encuentres el hueco para meditar. La memorización nos puede facilitar por si no tenemos la Biblia en manos. El propio proceso de memorización facilita la meditación.
7. Asociarlo a una actividad: A mi me encanta caminar y meditar. Suelo caminar en un parque pues el estar cerca de árboles y plantas me ayuda a concentrarme en Dios. Se puede hacerlo mientras lavas los platos o planchas la ropa. Durante los trabajos un tanto mecánicos se puede meditar muy bien. La música es muy importante, tanto clásica, como Gospel. Siempre que oigo algún autor clásico, se me hace imposible no pensar en Dios y en los talentos que Él ha dado al ser humano.