
Existía la Luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre.
Juan 1:9
La Navidad 2020 ha llegado y ha pasado. Pasó tan rápido como llegó. Este año definitivamente será uno para recordar. Han pasado tantas cosas que será difícil hacer un seguimiento.
En tiempos pasados hemos mirado hacia atrás y analizado todas las cosas que el año ha traído, las buenas y las malas. Pero sin duda, la mayoría de nosotros puede estar de acuerdo en que parece que lo malo ha superado a lo bueno en este año 2020 y por eso estamos listos para que termine.
En general, ha sido un año oscuro en muchas maneras y por eso estamos tentados a mirar el 2021 con incertidumbre. ¿Cómo será el 2021? ¿El año nuevo se verá afectado por esta pandemia? ¿Qué otras sorpresas pueden surgir?
Sin embargo cuando leemos la Biblia, vemos que Dios en su maravillosa providencia a redimido al malo, lo feo y el pecado. ¿Cómo ha hecho esto? Ha tomado la cosa más oscura y la ha vencido. Él destruyó y derrotó al pecado. Él lo ha derrotado con Su luz, luz verdadera.
En un mundo contaminado por el pecado, decidió bajar y vestirse de carne para vencer el pecado y la muerte. Esto ha sido una promesa que Dios ha hecho desde el libro de Génesis, profetizada una y otra vez a través del Antiguo Testamento y hecha realidad en el Nuevo Testamento. El vino a esta tierra en forma de hombre para vivir la vida que se suponía que tu y yo debíamos vivir y morir la muerte que todos merecíamos impulsados por su amor
por nosotros.
1 Juan 4:9 dice “En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios haenviado a Su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él.” Esta no es solo la razón por la que celebramos la Navidad, pero es algo que debemos celebrar todos los días y todos los años particularmente en los días oscuros y en los años oscuros. Estas etapas oscuras no se comparan con esta luz verdadera porque esta luz es Dios mismo. No se comparan con el amor de nuestro Dios quien es omnisciente, omnipresente y omnipotente.
Este hecho, amiga mía, es la razón por la que no deberíamos temer cuando surjan años como 2020 y la razón por la que no deberíamos temer lo que traerá 2021. Recordemos lo que dice Romanos 8:38-39;
Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8:38-39
Hay un detalle importante, nada puede separarnos de Su amor, ni las circunstancias presentes ni las futuras. Nuestra única esperanza, en esta vida llena de incertidumbres
debe estar aferrada al amor de nuestro Salvador, porque Él nos lo ha hecho posible al venir a este mundo y vencer el pecado para siempre. Entonces, por esta razón, sea lo que traiga el 2021, no nos preocupemos, pero aferrémonos a su amor. Esto es más que suficiente para traernos vida y paz, haciendo posible que esperemos con anticipación, esperanza y alegría al 2021 con todo lo que trae.
Querido Señor, eres el Padre perfecto. Gracias por tu amor interminable que nos rescató
de nuestra esclavitud al pecado. Danos nuevos ojos para ver que estás trabajando a nuestro alrededor e incluso, aunque no entendemos por qué suceden las cosas, confiamos en que Tú estás en control. Confiamos en tu amor para con nosotras por media de nuestro Salvador Cristo Jesús. –Amén.
Annie Tortolero
Simple Faith by Annie