Con la llegada del nuevo año, solemos escuchar frases como «Querer es poder». Aunque a menudo encontramos obstáculos, esta afirmación nos recuerda que con determinación podemos lograr mucho más de lo que creemos.
Empezamos enero con una larga lista de propósitos. Sin embargo, con el paso de las semanas, el entusiasmo inicial puede desvanecerse. Por eso, hemos preparado algunos consejos prácticos para ayudarte a mantenerte enfocado y cumplir tus metas este 2025:
1. Decisión Reflexiona sobre qué áreas deseas mejorar: ¿Es solo un cambio físico? ¿Quieres crecer en lo personal o profesional? Define tus prioridades.
2. Elección Elige algo que realmente te motive y sea factible en tu situación actual. ¿Qué se adapta mejor a tu rutina? ¿Prefieres una modalidad presencial o en línea?
3. Organización Investiga sobre la formación o actividad que deseas comenzar. Define los objetivos finales y revisa los recursos con los que cuentas.
4. Planificación Dedica un tiempo específico en tu agenda para trabajar en tu propósito. Una planificación diaria clara hará toda la diferencia.
5. Constancia La tenacidad y la responsabilidad son clave. Pequeños pasos constantes llevan a grandes resultados.
6. Interés prolongado Evita el desánimo. Siempre habrá días difíciles, pero enfócate en cada logro, por pequeño que sea. ¡Cada paso es un avance hacia el éxito!
Recuerda: la clave está en mantener el interés y la motivación. ¡Haz de este año un comienzo sólido para transformar tus sueños en realidad!
En 1989 Stephen Covey publicó por primera vez su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” que ha vendido más de 25 millones de copias. De esto hace ya 25 años, sin embargo, la gente lo sigue comprando. ¿Por qué? Porque todos queremos lograr el éxito en la vida y para eso necesitamos ser personas efectivas.
Sin embargo, se le atribuye a Albert Einstein haber dicho lo siguiente: Seguir haciendo las cosas de la misma manera y esperar obtener resultados diferentes es locura. Esa es la clave. No basta con desearlo, necesitamos hacer algo al respecto, de manera intencional, cambiar lo que hemos estados haciendo que no nos ha dado resultados.
Una de las cosas que he aprendido acerca de la efectividad es el valor de planificar. Necesitamos una estrategia. Básicamente esto responde a una pregunta, ¿cómo llego de donde estoy a donde quiero estar?
Jesús conversaba un día con sus discípulos (aparece en Lucas 14) y usó esta ilustración:
“No comiences sin calcular el costo. Pues, ¿quién comenzaría a construir un edificio sin primero calcular el costo para ver si hay suficiente dinero para terminarlo? De no ser así, tal vez termines solamente los cimientos antes de quedarte sin dinero, y entonces todos se reirán de ti. Dirán: “¡Ahí está el que comenzó un edificio y no pudo terminarlo!”.¿O qué rey entraría en guerra con otro rey sin primero sentarse con sus consejeros para evaluar si su ejército de diez mil puede vencer a los veinte mil soldados que marchan contra él? Y, si no puede, enviará una delegación para negociar las condiciones de paz mientras el enemigo todavía esté lejos.
Ser eficaz requiere que adquiramos el hábito de tener planes, y para planificar necesitamos comenzar por evaluar:
¿Cómo está mi vida a nivel personal (salud física, emocional, espiritual), relacional, profesional, etc.? Tómate tiempo para hacer esta evaluación. Sé honesta. Pídele a Dios que te ayude a ver con claridad las respuestas.
¿Cómo quiero que esté en el futuro? Si no hago cambios, ¿cómo será? Si sí los hago, ¿dónde estaré? De nuevo incluye los aspectos físicos, emocionales y espirituales y busca la respuesta de Dios.
¿Qué cambios puedo hacer, cómo y en qué orden? Dice Proverbios 21:15: “Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza.” Para ser mujeres eficaces, con planes efectivos, necesitamos pensar bien, analizar, no actuar por impulso.
Establece maneras de chequear el progreso de tu plan y si es posible, busca una persona que pueda ayudarte a mantenerte enfocada en esos planes. Una especie de rendición de cuentas.
El escritor francés Antoine de Saint-Exupéry dijo: “Una meta sin un plan, es solo un deseo”. Incluso cuando sepamos adónde queremos llegar, la meta, si no tenemos un plan, se quedará en deseo. La gente altamente eficaz tiene planes.
Y claro, no puedo hablarte de planes sin dejar de decirte algo de parte de Dios: “Podemos hacer nuestros propios planes, pero la respuesta correcta viene del Señor. Pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrán éxito” Pr 16:1, 3. Ahí está la clave.
Una vez que hayas hecho todo lo anterior, escríbelo. Escribir nos ayuda a visualizar las cosas y enfocarnos en lo que realmente queremos. Hace que la idea se vuelva más tangible. Y luego, con tu lista en la mano, ve donde Dios y preséntasela. Pero ve dispuesta a que haya cambios, a que quizá el orden se altere, algunas cosas desaparezcan y otras que ni habías considerado se sumen. Pero ten la certeza de que como dice este pasaje, así tus planes tendrán éxito y recibirás la respuesta correcta.
¿Lista para comenzar? Vamos a dar el primer paso hoy para ser mujeres eficaces que viven en las metas y propósitos de Dios.