
¿Sabemos lo que estamos celebrando?
Estas navidades van a ser distintas para todos. Algunos de vosotros están llenos de tristezas debido a la pérdida de seres queridos, otros lo estarán por no poder compartir ni abrazar a su familiares.
Un 2020 inolvidable, lleno de eventos que nos han cambiado la vida y nuestra rutina diaria. Todos nuestros planes han quedado solo escritos porque no se han podido completar. Todo es diferente.
Os cuento que estaba cocinando y pensando cómo iba a pasar la Navidad. Preocupada sobre mi salud, de los eventos venideros, las malas noticias que uno ve por los noticiarios, las cosas que me faltan, o sea, estaba convirtiendo la Navidad en un evento de «YO», un evento egoísta que no me permitía pensar en nada más – en la verdadera razón de porque la celebro.
Y hoy quiero decirte que la celebro porque hay esperanza en el Dios encarnado. Él es la razón de la Navidad, el que cargó con todas mis aflicciones y enfermedades. El que dejo todo pero todo por mí. Dejó su trono, su reino para llegar a este mundo y caminar entre nosotros, padecer insultos, desprecio, y mucho más.
Como dice Lucas 1:79:
Para dar luz (claridad) para los que habitan en tinieblas (oscuridad, incertidumbre) y en sombra (lugar de muerte, ruina); para encaminar nuestros pies por camino de paz.
Te invito que en este día reflexiones sobre el verdadero significado de la Navidad, necesitamos más de él y menos de las cosas que nos alejan de su presencia. ¡Recuerda que la razón de la navidad se llama Cristo!
Jelisa