
Hemos estado celebrando el Adviento en cada domingo de este mes.
En la meditación del primer domingo hablamos que debemos estar siempre despiertos para la venida de Jesús.
En el segundo domingo, la meditación se centraba en preparar el camino para la venida de Jesus, mientras esperamos.
Hoy quisiera enfocar en los sentimientos mientras esperamos. La alegría, el gozo en recibir Jesús, como los ángeles en aquella noche tan especial.
Filipenses 4:4-7
4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos!
5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Mientras enciende las tres velitas, hablemos de lo que vemos estos días por las calles. Gente afanada con hacer, comprar, sorpreender … Todo con las mejores intenciones, pero olvidándose a quien celebramos. Los ángeles son el mejor ejemplo de alegría plena, gozo. Que al preparar las celebraciones, comprar algún que otro regalito, no nos olvidemos de tener y influir a las personas con la alegría verdadera de la Navidad:
Cristo vino a esta tierra como un bebé, vivió entre nosotros, murió en la cruz por nuestros pecados, resucitó y viene a buscarnos un día para que estemos con Él por toda la eternidad … ¡el mejor regalo!
Celebremos este regalo y pasemos estas Buenas Nuevas a todos a nuestro alrededor.
Lucas 2:13-14
13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
14 Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
¡Alegrémonos!