Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.
1 Timoteo 1:14

¡La esencia de la Navidad! Me encanta la Navidad, siempre hablo en mi casa que me debería llamar Natividad… porque vivo intensamente esta fecha.
Toda mi casa huele a canela, el árbol puesto con todo el detalle y no podría dejar de leer mi cuento preferido «Cuentos de Navidad» de Charles Dickens.
La primera edición de la novela de Charles Dickens, Cuentos de Navidad, se lanzó el 19 de diciembre de 1843, y nunca dejó de publicarse. Narra la historia de Ebenezer Scrooge, un hombre rico, amargado y avaro, que afirma: «a todos los idiotas que van con el ¡Feliz Navidad! en los labios los cocería en su propia sustancia».
Sin embargo, una Nochebuena, Scrooge cambió radicalmente y se convirtió en un hombre generoso y feliz.
Con gran humor y discernimiento, el libro de Dickens refleja el anhelo universal de tener paz interior. Jesús nació en nuestro mundo y entregó su vida para que pudiéramos ser perdonados y transformados por la fe en Él.
Esta Navidad, aun a la luz del iluminado árbol de Navidad y rodeados de regalos recién abiertos, el verdadero entusiasmo se manifiesta al dirigir nuestra atención al bebé llamado Jesús, quien vino para salvar «a su pueblo de sus pecados» (Mateo 1:21). Su nacimiento trasciende las tradiciones; es el foco de nuestra gratitud al alabar a Dios por este regalo indescriptible de Navidad.
¡Jesús es el convidado especial que trae el regalo que satisfaz!
Rose