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Los niños durante el sermón

No sé cómo dividirán los tiempos de estudio en tu iglesia, pero en la mía, se comienza con un tiempo de alabanza, sigue la división de clases en la escuela dominical, un pequeño receso y después un devocional en el que todos estamos juntos, adultos y niños.
Cuando mis hijos eran más pequeños mi bolso era una sucursal del trastero de casa: cuentos, libros para colorear, pinturas, juguetes, algo para comer, algo para beber, una mantita por si se quedaban dormidos… cualquier cosa que ayudara a que estuvieran entretenidos y no molestaran durante el servicio en común.
Pero, a medida que iban creciendo, llegó un momento en el que empecé a sentirme incómoda con eso. No quería que el tiempo de estudio que compartimos en la iglesia fuera un simple “recreo”, así que empecé a pensar en qué hacer para que los niños fueran prestando atención al mensaje y que, al mismo tiempo, se fueran acostumbrando a estar en la iglesia “de mayores”.
Busqué por otras webs y páginas y empecé a ver algunas ideas de hojas para que los niños fueran coloreando (cuando no sabían leer) o anotando ideas (una vez que estaban cómodos escribiendo). Yo misma comencé a hacer mis propias hojas para los niños porque las que encontraba solían estar en inglés.
Para los más pequeños que aún no saben leer y escribir es algo tan sencillo como que marquen en su hoja cada vez que escuchan la palabra Dios, Jesús, Biblia… alguna que, sí o sí, sepamos que se va a mencionar en el sermón, y un espacio en blanco para que puedan hacer un dibujo sobre algo de lo que están escuchando. Te dejo un ejemplo para que puedas imprimirlo y usarlo si lo deseas o para que te pueda servir como inspiración –

Para mi hijo mayor, que va a pasar a tercer grado, hago algunas hojas un poco más complicadas para que él anote aquellas cosas que va escuchando, las palabras que no entiende o dudas y preguntas que puedan surgirle durante la predicación. Después, en casa, tenemos un tiempo para ver lo que cada uno hemos anotado y responder cualquier pregunta que tenga. Este es un ejemplo de una de las hojas que he hecho para él –

Lo que estoy pensando hacer, en lugar de ir imprimiendo hojas cada domingo, es hacer varias, imprimirlas a medio folio para que no sea demasiado grande y que ellos puedan manejarlo bien y encuadernarlas para que tengan su “cuaderno de apuntes de la iglesia”.
Si tus hijos todavía son demasiado pequeños para algo así, no desesperes, todas hemos pasado por ahí. A medida que vayan creciendo los domingos dejarán de ser una cuestión de mera supervivencia, te lo aseguro. Pero si tienes hijos más grandes, en edad escolar, que ya sepan leer y escribir bien, quizás esta idea te sirva para que los domingos comiencen a tomar sus propias notas en el sermón y puedan formar así, este hábito tan beneficioso para nuestra vida espiritual.
¡Espero que te sea de ayuda!
Contenta en Su servicio,
ElViajedeunamujer.com

Edurne

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