El plástico está por todas partes
Observando esta imagen, tenemos claro que algunos de los objetos se pueden clasificar como plástico: la bolsa enrollada, la malla de las patatas, el tupper recipiente, la tapa del frasco. Pero qué me dicen de los frascos de cristal y la tapa de metal. Nos sorprendería comprobar que las tapas de metal y los recipientes de metal donde compramos el atún, los berberechos, las sardinas, calamares, guisantes, maíz u otro alimento envasado también lleva partes minúsculas de plástico.Ahora bien, los extremos nunca han sido buenos. La vida con cero plástico en estos momentos resulta casi imposible. Dependemos de este material que nos ha facilitado la vida y ha contribuido a la sociedad del bienestar.
Nuestra responsabilidad recae en el uso y abuso que hacemos de este material y sus productos. En España, tenemos los contenedores/basureros de color amarillo para que allí depositemos los envases y bricks vacíos de material plástico. En Lima, por ejemplo, en algunos distritos, cada dos semanas una camioneta va por las casas con bolsas grandes para que la gente los deposite allí y el personal de la camioneta te los recoja. En otros países de Europa también el propio ayuntamiento te suministra una bolsa específica y días específicos de recogida. Pero lo más sorprendente que he visto en un reportaje fue que en Corea del Sur han llegado a eliminar los vertederos de basura; su sistema en las entradas de los edificios de pisos consiste en que cada vecino debe pesar su propia basura y así va acumulando kilos, una vez traspasado ese límite, existen sanciones que se traducen en multas.
Algunos dicen que ya es muy tarde; otros dicen que todavía hay tiempo.
Pero ¿qué nos pidió Dios? Encontramos estos versículos en la Biblia en el primer libro: Génesis 1: 28-31“Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra … señoread los peces del mar, en la aves, …He aquí os he dado toda planta que da semilla …y a toda bestia de la tierra, … toda planta verde les será para comer. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera…”
Amemos cada día un poquito más el entorno más cercano que nos rodea; de ese modo, estaremos cuidando más de nuestros seres queridos.
Nilda