UN NUEVO AÑO ESCOLAR SE APROXIMA Y COMO BUENAS MADRES, GUARDAREMOS EL BOLSO DE LA PLAYA, NUESTRAS ENORMES GAFAS DE SOL Y COMENZAREMOS A INSPECCIONAR LOS ARMARIOS Y LA DESPENSA PARA VER CÓMO NOS ORGANIZAMOS PARA LA NUEVA RUTINA.

El verano suele plantearse como un tiempo de descanso, relax y desconectar, pero ¿por qué no tomar tiempo para descansar así todo el año? Médicos y consejeros familiares coinciden en que el descanso habitual es necesario para nuestra salud física y emocional. También será importante modelar buenos hábitos de descanso para nuestros hijos y sin duda, el descanso nos ayudará a despejar la mente para poder enfocarnos en las cosas más importantes de la vida.
AMIGA, LOS PROBLEMAS Y LAS PREOCUPACIONES PUEDEN ESPERAR, SEGURAMENTE SERÁN MÁS FÁCILES DE ENFRENTAR CUANDO HAYAS DESCANSADO.
RECUERDA ESTOS TRES CONSEJOS Y AÑÁDELE UNA BUENA DOSIS DE HUMOR, RISAS, ABRAZOS, BESOS Y CARIÑOS.
DES CAN SA
1) ¡DESCONECTA!
Toma un rato cada día para desconectar de verdad. Busca un rinconcito en tu casa y apártalo para pasar un tiempo especial diariamente haciendo algo que te encante hacer como leer, coser, pintar o cualquier otra cosa que realmente te relaje. Decóralo con alguna planta especial, tus colores favoritos, tus fotos favoritas o cualquier cosa que te haga sonreír. Pasa tiempo en ese sitio cada día, apaga el móvil, la televisión, la radio y las pantallas y conéctate a algo más profundo que te llene. Tomará un tiempo acostumbrarse a desconectarte de todas tus responsabilidades y redes sociales durante esta hora, pero ten paciencia. En mi caso es la lectura, escribir en mi diario y tocar la guitarra. Guarda este tiempo como cualquier otra tarea importante del día que no puedes dejar para otro momento. Evita leer, contestar mensajes electrónicos o ver multimedia en linea, esfuérzate en enfocarte realmente en pasar tiempo a solas con esas cosas que te aportan paz, luz y una oportunidad de desconectar de todo.

¡Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os daré descanso! – Jesús
2) ¡CANTA!
¡Canta algo que levante tu ánimo! La música tiene un aspecto terapéutico incuestionable. Incontables melodías han ayudado las a personas a superar momentos de guerra, injusticias y extremas situaciones de estrés. La música Góspel, por ejemplo, ayudó a generaciones de esclavos a encontrar esperanza y consuelo en sus versos, notas y melodías que levantaban sus corazones desalentados y maltratados con música que hoy siguen llegando a miles de personas con su sentimiento y mensaje. ¡Inténtalo! Sube el volumen, invita a los más jóvenes en casa a que te acompañen y disfruta de música que os haga sonreír, os aporte valores sanos, os ayude a recordar buenos tiempos y a conectar. Una noche de karaoke familiar puede traer mucha alegría, risas e incluso puede ayudaros a todos a eliminar estrés.

…de día muéstrame tu amor, y por la noche tu canto me acompañe- oración hebrea
3) ¡SAL DE LA RUTINA!
Sal de la rutina y planifica salidas que te ayuden a conectar con la naturaleza y con tu familia. Esa cocina estará esperándote cuando vuelvas, siempre habrá ropa para planchar, aprovecha esas tardes de otoño y los fines de semana para explorar el campo, la montaña y las zonas verdes de tu entorno. Para crear un hábito en este aspecto, no os limitéis a viajes complicados, largos o preparados con mucha antelación. Un paseo de último momento por un parque cerca de casa, o una escapadita improvisada por la mañana en un fin de semana, puede resultar ser uno de los mejores momentos para toda la familia para respirar aire limpio, recargar las pilas emocionales y descubrir algo nuevo. ¡Prepara unos bocadillos sencillos, fruta y agua, llena esas mochilas, y sal de la rutina!

Porque las cosas invisibles de Dios, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo- El apóstol Pablo «No os inquietéis por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presentad vuestras peticiones a Dios y dadle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús»-Filipenses 4:6-7
Angela