
Colosenses 1:9-10
Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
Pablo oraba para que los colosenses fueran llenos del conocimiento de la voluntad de Dios, para que tuvieran sabiduría espiritual de forma que estos anduvieran como es digno del Señor, es decir: agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios.
¡Esa debe ser nuestra oración para nosotras mismas también! Nuestro objetivo debe ser andar como es digno del Señor, crecer espiritualmente, agradarle, hacer Su voluntad, llevar fruto…¿pero cómo lo hacemos si a veces no entendemos los versículos que leemos en la Biblia o no sabemos cómo aplicarlos?
Pablo sabía que la ignorancia espiritual es una fuente constante de error, inestabilidad y tristeza y, por tanto, deseaba que los habitantes de Colosas fueran enseñados en las cosas de Dios – Spurgeon
Hoy quiero compartirte 7 preguntas para que puedas entender cualquier texto bíblico y, lo que es aun más importante, que puedas aplicarlo a tu vida diaria.
Antes de estudiar la Biblia, toma un tiempo para orar y pedirle al Señor que te ayude en el proceso de comprender lo que estás leyendo y que te muestre en qué formas esos versículos se pueden aplicar a tu vida.
Comienza con porciones pequeñas, 1, 2 ó 3 versículos por día. Y es mejor que vayas por orden: si comienzas a leer el Evangelio de Juan, comienza con el versículo 1 del capítulo 1. Puedes leer, por ejemplo, Juan 1:1-3. Al día siguiente, continúas con Juan 1:4-6, el próximo Juan 1:7-8… y así sucesivamente hasta que termines el libro completo.
Te aconsejo también que leas el capítulo completo antes de que te sumerjas en el estudio profundo de las porciones más pequeñas. De esta forma, tendrás en mente el contexto en el que se desarrollan tus versículos para el día. También puedes usar comentarios, diccionarios bíblicos, mapas… ¡cualquier herramienta que te ayude a comprender lo que estás leyendo!
Una vez que has leído el pasaje, conoces el concepto y has leído dos o tres veces los versículos en los que vas a centrar tu estudio, hazte estas preguntas:
1. ¿Qué dice este pasaje? Resume en una frase breve el tema de los versículos que estás estudiando. No tiene que ser nada profundo, tan solo unas palabras que te ayuden a resumir lo que dicen los versículos.
2. ¿Cuál era la audiencia original de este pasaje? ¿Está hablando a judíos o a gentiles? ¿A creyentes o a inconversos? ¿A esclavos, a mujeres, a cautivos? ¿Cuáles son los personajes que aparecen en el relato? ¿Cómo se relacionan entre sí? ¿Cómo se relacionan conmigo? ¿Hay alguna semejanza/diferencia entre estas personas y yo?
3. ¿Qué nos dice este pasaje sobre Dios? Quizás es un mandamiento para obedecer, una promesa, una descripción de un atributo de Dios, un ejemplo de la vida de Cristo, una porción que habla sobre la obra del Espíritu Santo…
4. ¿Qué nos dice este pasaje sobre el hombre? Puede ser un relato de características humanas, hablar de un pecado o de cuál es la forma de comportarnos ante una situación. ¿En qué forma el texto que estoy leyendo se relaciona con mi forma de pensar/hablar/actuar?
5. ¿Qué me pide este pasaje que haga? Aquí llegamos a la aplicación pura y dura y aquí es donde la Palabra de Dios se hace viva. Tu aplicación no tiene por qué ser igual que la mía, va a depender de nuestras circunstancias, del contexto en el que estamos, del momento que vivimos.
6. ¿De qué manera cambia este pasaje mi forma de relacionarme con otros?¿Habla de algo que tengo que hacer por otros? ¿Describe una manera especial de tratar a otras personas?
7. ¿De qué manera me guía este pasaje a orar? Una vez que has pasado un tiempo leyendo en los versículos, meditando en ellos, haciéndote las preguntas para clarificar su significado y llevarte a la aplicación ¿de qué manera te mueven a orar? ¿En alabanza a Dios? ¿Pidiendo perdón por algo en específico? ¿Orando por otros en intercesión? ¿Pidiendo por una necesidad? ¿Dando gracias?
Hacer este ejercicio no te va a llevar más de unos minutos cada día, pero la diferencia que vas a ver en tu crecimiento espiritual, va a ser enorme. ¿Te animas a estudiar así la Biblia? ¡Cuéntanos cómo te va en los comentarios!
Te dejo un marca libros con las 7 preguntas para que puedas llevarlo en tu Biblia y recordarlo cuando comiences a leer.

Edurne Mencia