Hay muchas recetas sobre el relleno, pero como estamos en el verano, y se trata de comer ligero, no vamos a agregar ni nata, ni carne picada, etc. Estos van rellenos de su propia pulpa ¡pero con mucho sabor!
Primero coloca los calabacines en un recipiente con agua y sal a fuego medio, sólo por algunos minutos, el tiempo depende del tamaño de los calabacines, es muy importante que las calabacines deben quedar cocidos, pero muy firmes, «cuidando de no pasarnos de tiempo», cuando están listos, los escurrimos.
Una vez listos, cortamos la parte superior, quitándole una «tapa», y los ahuecamos con una cuchara, reservamos esta pulpa. Por otro lado, en un poco de aceite de oliva, sofreímos cebolla picada y ajo, un poco de jamón de york y vamos agregando la pulpa, y en este punto sazonamos al gusto, sal, pimienta y medio cubito de caldo de pollo o en polvo. Removemos para integrar muy bien los ingredientes.
Rellenar los calabacines con esta mezcla y los cubrimos con queso para gratinar, los colocamos en una bandeja refractaria al horno a 180ºC hasta que el queso esté gratinado.
La mayoría de las veces las parejas no tenemos los mismos gustos, no siempre estoy de acuerdo con mi marido, por ejemplo; a él le gustan mucho los coches y todo lo relacionado a esto, a mí me parece super aburrido, lo mismo que a él ir de compras, pero nos entendemos. Amar a alguien no significa que debas entender por completo a esa persona, creo que amar es respetar (entre otras cosas). Pero he pensado en el amor de Dios, que nos ama aún más profundamente, su amor es incondicional, no depende de nuestros gustos, de lo que hagamos o digamos, ni de nuestro aspecto físico, o nuestra inteligencia, ni de nuestros logros. Dios desea que tengamos una relación con Él y que le amemos.
«El amor sea sin hipocresía aborreciendo lo malo aplicándoos a lo bueno»-
Romanos 12:9
«El que ama a Dios, ame también a su hermano.»
Juan 4:21
Sonia