
¿Te das cuenta de que muchas veces vamos a la iglesia de la misma manera que vamos al cine o de tiendas? En muchas ocasiones la iglesia se reduce al lugar al que vamos cuando, en realidad, debería definir quiénes somos y cómo vivimos.
El justo florecerá como la palmera;Crecerá como cedro en el Líbano.Plantados en la casa de Jehová,En los atrios de nuestro Dios florecerán.Aun en la vejez fructificarán;Estarán vigorosos y verdes,Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto,Y que en él no hay injusticiaSalmo 92:12-15
Somos llamadas a ser plantadas, a crecer en el Señor. No somos llamadas a una reunión, a un lugar, sino a una relación. Y es a través de esa relación con Jesús que somos transformadas cada día más al carácter de Cristo.
Cuando somos plantadas nuestras raíces crecen de manera profunda.Jeremías 17:8 “Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.”
No importa que haga frío o calor, no importa el cansancio, la lluvia o la sequía. Al tener raíces profundas y alargadas en el Señor, no hay nada que nos pueda mover.
Cuando somos plantadas, damos fruto.
Gálatas 5:22-23 “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”
Damos fruto en nuestro carácter al ser transformadas día a día por Dios. Damos fruto con nuestra vida a través del servicio, a través de las obras que Dios tiene para nosotras.
El objetivo último de Dios no es que vayas a un edificio, sino que seas plantada. No que vayas a la iglesia, sino que seas la iglesia.
Aquel que es plantado, aun en la vejez fructificará. Aun en la vejez estará listo para seguir haciendo la obra de Dios, para seguir sirviendo y creciendo.
La iglesia no existe para nosotras, sino para el mundo. Nosotras no vamos a la iglesia, somos parte de un movimiento que existe para transformar el mundo.
¿Estás bien plantada? Entonces crece y da fruto ahí donde el Señor te haya puesto.
Contenta en Su servicio,
Edurne
Gracias por recordarnos donde hemos sido plantadas.
¡ Linda la página!
¡Cómo está de renovada!
Felicitaciones,al equipo.
Leo con mucho interés cada artículo. ¡Dios les bendiga!
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Muchas gracias … poco a poco renovando … un saludo desde Madrid.
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